En
algunos trabajos que hablan sobre el cultivo de la vid en la provincia de Jaén,
se dice que en estas tierras, se producían vinos de buena calidad, como el
famoso “Torrontés” de Martos, o también se menciona a Alcalá la Real como único
abastecedor de vino al Reino Nazarí de Granada. Parece ser que cualquier aldea
poseía cepas suficientes para su propio consumo.
Es
curioso como en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1751), no se hace
mención alguna al cultivo de la vid en el término de Villardompardo, por poco
que fuese. Puede que realmente no hubiese ningún terreno dedicado a ello o que se tratase de un cultivo tan familiar, que no mereciera la pena declararlo.
A pesar de ello, tenemos algunos datos que nos confirman la existencia de la vid en este término. El primero
sería el diccionario geográfico de Bernardo de Espinalt, titulado “El Atlante
Español”, escrito a finales del siglo XVIII, donde se menciona claramente el
cultivo de la vid y la producción de vino en Villardompardo (lo tenemos en las tres primeras
fotos). En segundo lugar, poseemos un topónimo que apenas se conserva en la memoria de los mayores: “La
Puerta las Viñas”, situado a ambos lados del camino que sube hacia el depósito del agua.
Como
ocurrió en muchos lugares, la plaga de la Filoxera de finales del siglo XIX,
acabaría con buena parte de las cepas, terminando con el cultivo de la uva para
siempre. En algunos pueblos como Lopera, Torreperogil o Torredelcampo, esos
cultivos se reanudaron con variedades resistentes a la plaga, pero en Villardompardo
eso no ocurrió, sólo se sembraron algunas plantas en zonas muy pendientes y
pedregosas, como en la ladera del castillo, en la zona del “Pozo de los
Olivares” y pocos sitios más.
Todo este tema viene a colación porque, en los
últimos años, alguien se ha atrevido de nuevo con el cultivo de la vid. Se
trata de una parcela muy pequeña y cuidada con mucho esmero, cuyo verdor contrasta con la monotonía del olivar.
Aquí la tenéis en las tres últimas fotos.
Aquí la tenéis en las tres últimas fotos.