jueves, 29 de octubre de 2015

PROBLEMAS CLIMÁTICOS QUE AFECTARON AL MUNICIPIO DE VILLARDOMPARDO DESDE 1600 HASTA 1800
En la actualidad nos preocupa un cambio climático que ya parece evidente. Año tras año se registran temperaturas medias más altas, cuyas consecuencias terminarán afectándonos a todos de una forma directa o indirecta. Los científicos culpan a la actividad humana como causante de dicho cambio, pero una minoría opina que podría ser debido a un proceso natural, ya que se han registrado anomalías climáticas, tanto cálidas como frías, en periodos históricos relativamente recientes. Hagamos un pequeño resumen.
La primera anomalía de la que hablaremos será del “Periodo cálido medieval u óptimo climático medieval”, que se prolongó aproximadamente desde el 800 hasta el 1300 d C. Fue un periodo caluroso, bien documentado en Europa. Este hecho hizo posible el cultivo de la vid en zonas donde hoy sería imposible por su clima frio, como es el caso de Gran Bretaña. También propició la conquista de territorios como Groenlandia, por parte de los Vikingos, debido a la desaparición de buena parte del hielo del Atlántico Norte.
 Al periodo cálido anterior, le siguió otro frío conocido como “Pequeña edad de hielo” que se prolongó desde principios del siglo XIV hasta mediados del XIX. Durante este periodo el Ebro llegó a congelarse en siete veces, la última en 1789. El intervalo más frio durante esta “Pequeña edad de hielo”, se produjo durante el “Mínimo de Maunder”, entre 1645 y 1715. Especialmente extremo fue el invierno de 1709, conocido por la “Gran Helada”, durante el cual muchas personas en Europa murieron de frio y de hambre, ya que fue imposible el transporte de alimentos a través de caminos helados y mares congelados. Los científicos creen que la causa de esta época anormalmente fría fue la baja actividad solar. En latitudes como la de Andalucía, no fueron tan frecuentes las nevadas, exceptuando las zonas de sierra, pero sí la mayor intensidad en las lluvias.
Debemos tener en cuenta que estamos hablando de periodos largos de tiempo (siglos), con ésto queremos decir que también hubo épocas de sequía, como más adelante veremos, pero en general fue un intervalo de tiempo más frio y húmedo que el actual.

¿Sería posible encontrar evidencias de estas anomalías climáticas en las actas capitulares de Villardompardo o de otros pueblos?

Es evidente que los problemas producidos por el exceso de lluvias o sequías, eran temas que preocupaban a los ayuntamientos, por lo que deberían quedar reflejados en los acuerdos tomados en los concejos, así como las soluciones que se les dieron. Seguidamente os muestro algunos acuerdos reflejados en las Actas Capitulares del ayuntamiento de Villardompardo,  referentes a problemas climáticos de esta época anormalmente fría y lluviosa, con sequías intercaladas.
 En Octubre de 1599 el arroyo Salado se había llevado un puente de madera (no se especifica el lugar) y se mandó construir otro con los estribos de cal y canto y por encima las vigas de madera, ya que era mucho el beneficio que reportaba a los vecinos.
En el cabildo del 19 de Septiembre de 1600 se ordena la reparación del camino que va a la villa de Escañuela por encontrarse intransitable debido a los atascaderos, sobre todo por la pasada del salado, así que se decide “adobar “ (arreglar) dicho camino en el tramo que va desde el arroyo de las Pilas (posiblemente se refiera al arroyo “la Maestra”) hasta el término de Escañuela, y que se aderecen las pasadas del Salado repartiendo peones entre los vecinos. En los archivos de esta época se hacen muchas referencias a los problemas causados por las lluvias en los caminos y en el salado.
 En Diciembre de 1600 vuelve a haber problemas con los puentes del Salado y del Tarahal y se ordena su arreglo. El puente del Tarahal, después de consultar algunas fuentes, he llegado a la conclusión de que era el puente “del Villar” el de la fábrica vieja.
En 1608 se hace mención a una gran sequía que se venía padeciendo desde hacía varios años, por la cual muchas personas murieron de hambre. En el cabildo se acordó roturar parte de la Dehesa de la Carnicería, recordad que ocupaba la zona de Picayuelo, Barrancón y Cerro la Zahúrda,  y que se sortearan las parcelas entre los habitantes que las puedan labrar bien.
Con fecha del 20 de Abril de 1706, se toma el acuerdo de hablar con el prior para traer a la Virgen de Atocha desde su ermita hasta la iglesia y hacerle un novenario de fiestas por la sequía que amenazaba campos y cosechas, además del novenario que  la villa le hacía cada año por voto que le tenía prometido. Aquí tenéis el acta original y la transcripción literal.


Acordaron que se le hable al prior de la iglesia parroquial de ella, para efecto de que se traiga la imagen de Nuestra Señora de Atocha y que se le haga, por este concejo, su novenario de fiestas para que interceda con la majestad de Dios nuestro Señor, nos remedie con lluvias ¿respecto? de haber gran necesidad en los campos, y que así mismo se haga el otro novenario que esta villa tiene obligación por su voto, y así lo acordaron y lo firmaron como acostumbran, de lo que doy fe…”
Por el mismo motivo, el 4 de Mayo de 1706 se decide hacer una procesión general a Jesús Nazareno y otro novenario de fiestas. Aquella pobre gente buscaba un milagro a su desesperación, ya sabían muy bien lo que era el hambre y las enfermedades.
El 23 de Febrero de 1734 se decide romper un pedazo de tierra en el Monte y repartirlo en suertes como ayuda a  los vecinos más necesitados. Fue un mal año por exceso de lluvias.
El 1 de diciembre de 1735 ocurre algo parecido. Resulta que muchos vecinos debían mucho trigo al pósito, allá por 460 fanegas, pero no podían pagarlo por las malas cosechas que habían tenido, así que el concejo decidió repartir una parte del Monte, que era terreno comunal, en suertes y arrendarlo “al cuarto” a aquellas personas que lo debían, para que con la cosecha del presente año pudiesen pagarlo.
Como vemos, hubo una serie de años con malas cosechas. Como consecuencia de ello muchos vecinos pasaron penalidades, y otros se fueron del pueblo.
El prior de la iglesia de Santa María (Torredonjimeno), curioso observador de la vida tosiriana, nos ha dejado escritas unas interesantes noticias sobre las cosechas de este período. Suponemos que el tiempo y las penalidades en Villardompardo debieron ser las mismas,  por la proximidad de ambos pueblos. El prior destaca como años malos y lógicamente de hambre y muertes: 1734, 1735 y 1736 (demasiado lluviosos), 1737, 1750 (muy malos, no se especifica si por lluvias o sequías).
A partir de aquí y hasta el año 1800, no he encontrado en las actas capitulares ninguna otra referencia a problemas climáticos como los descritos con anterioridad.

                                                                                                        Carlos Ramírez Perea


jueves, 24 de septiembre de 2015


FOTOS ANTIGUAS PUBLICADAS EN EL PROGRAMA DE FIESTAS

D. José Barranco Pérez con su “Tirapichón El Chupeteo” ¿Quién no lo recuerda?, era el primero en llegar a la feria y el último en irse. José era de Torredonjimeno y nació alrededor de 1920. En la Guerra Civil, siendo muy joven, se alistó en el Cuerpo de Carabineros del Ejército Republicano (llegó a convertirse en el cuerpo de élite de la II República), esta circunstancia le acarrearía problemas en los primeros años de postguerra. A finales de la década de los cuarenta, José ya se encontraba de nuevo en Torredonjimeno. Era un hombre muy inteligente y hábil, así que decidió montar su pequeño negocio vendiendo, en un carrito por las esquinas, productos como: pipas, caramelos, regaliz, etc, mientras anunciaba a viva voz “¡Vamos al chupeteo!”. Más tarde decidió construirse él mismo una caseta de tiro, también fabricó todos los mecanismos móviles que había en su interior, a base de cuerdas, palancas, poleas, resortes, etc; cosas que mantenía muy en secreto. Además conservó el nombre de “El Chupeteo”. Era soltero y vivió con su hermana Dolores en la C/ Colón, 124 (al lado del pilar que hay en la carreterilla de Villardompardo). Cuando Dolores murió se trasladó al otro extremo de Torredonjimeno (C/ San Mateo nº 21) cerca de otra de sus hermanas, donde falleció hace unos 6 años. Era un hombre solitario, poco dado a bares y reuniones, pero muy educado, afectuoso y bromista con todo el que se encontraba. Él mismo dijo más de una vez que se sentía muy vinculado a su pueblo y a Villardompardo, donde le gustaba pasar unos días después de la feria viviendo en su caseta.
Agradezco a D. Manuel Campos Carpio, esta historia que me ha contado. Foto sacada de internet.

Durante los años 70, 80 y primeros 90 del siglo pasado, una  gran cantidad de personas iban a la vendimia durante los meses de Septiembre y Octubre. Por este motivo, las fiestas patronales perdieron mucho ambiente durante estas décadas. La foto que veis es de principios de los 70 en la zona de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Los que están de pie son: Francisco Girón Amor, Fernando Delgado Domínguez, desconocido, Juan José Quesada Ortega y desconocido. Agachados: Paco Delgado Domínguez y desconocido. Los que no conocemos eran de otros pueblos. Foto cedida por Paco Delgado Domínguez. Publicada con permiso de quien la cede.

D. MIGUEL DE CERVANTES PASA POR VILLARDOMPARDO EJERCIENDO COMO RECAUDADOR DE GRANO

El día 17 de Septiembre de 2015, salió publicado un breve artículo en Diario Jaén titulado: “La provincia de Jaén y Cervantes” que hablaba sobre la estancia de D. Miguel de Cervantes como recaudador de trigo y otros granos en nuestra provincia. Me sorprendió que se mencionara Villardompardo como uno de los lugares visitados por el insigne escritor.

Tirando del hilo, descubrí que D. Luis Coronas Tejada (profesor de historia de la Escuela de Magisterio de Jaén) había publicado un artículo en 1979 con el título: “Cervantes en Jaén, según documentos hasta ahora inéditos en el  nº 99 del Boletín del Instituto de Estudios Giennenses. Por suerte encontré dicho artículo y aquí tenéis un breve resumen, haciendo hincapié en lo referente a Villardompardo:

 

El 20 de Abril de 1591, Felipe II nombra como proveedor general de las galeras de España a D. Pedro de Isunza.  Este señor se instaló en el Puerto de Santa María y contrató a muchas personas para llevar a cabo el trabajo.
El 1 de Octubre de 1591, dicho proveedor contrató como comisarios a  Diego Ruy Sáenz y a Miguel de Cervantes Saavedra para adquirir trigo, cebada, habas y garbanzos destinados al aprovisionamiento de las galeras reales. Su labor la debían realizar en diferentes zonas de Andalucía: Obispado de Jaén, Córdoba, Málaga, Granada y parte de Cádiz. D. Miguel de Cervantes ya había trabajado años antes con D. Pedro de Isunza y en el mismo oficio.
Parece ser que Cervantes mostraba gran interés por este trabajo, aunque era un empleo muy desagradecido, lógicamente no eran bien recibidos los recaudadores en general, fuesen de grano o semillas. Todas las experiencias y vivencias que Cervantes acumuló en sus viajes por los  diferentes pueblos, ejerciendo su profesión, le sirvieron sin duda en su literatura.
Con los productos adquiridos, sobre todo trigo y cebada, se fabricaba en el Puerto de Santa María y otras ciudades, un tipo de galleta muy dura a la que llamaban bizcocho, cuyo destino era la alimentación de los marineros y los condenados a galeras.
Se necesitaban unas 60.000 fanegas de trigo y cebada. La orden que recibieron los dos comisarios era adquirir todo el grano que pudiesen, y que sólo dejasen a las familias lo justo para mantenerse. Dicho grano solía embargarse más que comprarse, ya que los vecinos se oponían a vender el trigo al precio que les ofrecían los comisarios, para colmo de males, el pago de lo embargado se demoraba demasiado por la lenta burocracia de aquella época.
Normalmente los comisarios llegaban a un acuerdo con el Concejo de cada pueblo y éste se encargaba de recaudar el grano a los vecinos, de esta manera los comisarios evitaban enfrentamientos directos con los habitantes del lugar.
Sabemos que el 16 de Noviembre de 1591, Diego Ruy Sáenz y su compañero Miguel de Cervantes Saavedra, ya se encontraban en Jaén, presentando los documentos que le habilitaban como comisarios en la escribanía de Núñez de Ayala.
En 1592, Cervantes hace un recorrido por diferentes pueblos del Obispado de Jaén para sacar trigo, cebada y otros productos. Estuvo en Porcuna los días 13, 29 y 30 de Enero, en Martos el 7 de Febrero, en Alcaudete el 18, en Arjona el 21, en Lopera y Arjonilla entre el 22 y 25 de Febrero, el 8 de Marzo en Linares y el 9 en Begijar, el 19 de Abril en Villanueva del Arzobispo y después en la villa de Las Navas. Gracias a unas escrituras de comisión encontradas, se sabe que D. Miguel de Cervantes se hallaba el 14, 18, 23, 31 de marzo y 1 de Abril, en Jaén.
Por esas mismas escrituras también se sabe que Cervantes estuvo en Villardompardo el 14 de Enero de 1592 (un día después que en Porcuna). Estando en nuestra localidad, Diego Ruy Sáenz hizo un poder para que D. Miguel de Cervantes pudiera actuar por separado. Parece ser que Diego tenía un rango superior a Miguel de Cervantes como comisario, y es precisamente en Villardompardo donde el primero otorga ese poder a D. Miguel para que puedan trabajar cada uno por su lado, sin depender el uno del otro. Aquí tenemos el fragmento del artículo de D. Luis Coronas donde se habla precisamente de eso:

Como dato curioso os puedo contar que, a mediados de los años setenta, D. Luis Coronas Tejada ejercía como profesor de historia en la Escuela de Magisterio de Jaén. En una de sus clases, a la que asistía Juani Susi García, comentó que cuando llegó D. Miguel de Cervantes a Villardompardo para recaudar el grano, se encontró el pueblo totalmente vacío. Para evitar el pago de impuestos, sus vecinos se habían marchado del lugar, y se escondieron en un cerro desde el que se divisaba el pueblo (hay varios lugares con esas características).
En todo el artículo escrito por D. Luis Coronas he encontrado el relato de esa anécdota, pero puede que esté en los manuscritos originales de los que la sacó (foto de arriba); sería cuestión de mirarlos. La verdad es que la presión que se ejercía a la ciudadanía desde la Corona Española era tremenda. Quienes realmente pagaban las guerras a las que se enfrentaba la monarquía, eran los ciudadanos. También lo hemos visto en el artículo anterior.
FUENTES CONSULTADAS:
Artículo de D. Luis Coronas Tejada, publicado en el nº 99 del Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, con el título:Cervantes en Jaén, según documentos hasta ahora inéditos

                                                                                                      Carlos Ramírez Perea
LA GUERRA DE LOS MORISCOS (1568-1571) Y SUS CONSECUENCIAS PARA VILLARDOMPARDO
C
omo sabéis, este año se ha celebrado el 450 aniversario del Corpus Christi en Villardompardo, gracias a que existe un documento que ratifica su celebración desde 1565 (los Estatutos de la Cofradía del Santo Sacramento). Así que lo consideramos como uno de los más valiosos en nuestro archivo municipal. Pero existen otros con un valor histórico aún mayor. Se trata de dos cartas enviadas al Concejo de Villardompardo a finales de 1570. Además de ser los segundos documentos en antigüedad, su valor histórico radica en los personajes que los firman: una carta está firmada por el mismo D. Juan de Austria y la otra por D. Luis de Requesens. Veamos brevemente la importancia de ambos:
D. Juan de Austria fue hijo ilegítimo de Carlos I de España y de  Bárbara Blomberg. Nació en Ratisbona, en 1545 ó en 1547 (hay dudas), pero fue educado en España y reconocido como hijo por su padre. Su hermanastro Felipe II, siendo rey, le nombró Capitán General de la Mar. En su carrera militar destacan dos grandes éxitos: vencedor en la Rebelión de los Moriscos en las Alpujarras y también en la Batalla de Lepanto. Murió a los 33 años en la Guerra de Flandes.
D. Luis de Requesens nació en Barcelona en 1528. Ocupó importantísmos cargos: fue militar, diplomático, gobernador del estado de Milán y de los Países Bajos. Durante la Guerra de los Moriscos fue consejero de D. Juan de Austria y en la Batalla de Lepanto fue su lugarteniente. Gozaba de la total confianza de Felipe II.  Requesens falleció de forma inesperada en Bruselas el 5 de marzo de 1576, posiblemente a causa de la peste.
Para llegar a comprender el contexto histórico en el que se escribieron ambas cartas, no estaría mal explicar cuáles fueron las causas y evolución de la Guerra de los Moriscos,  también llamada Rebelión de las Alpujarras, acaecida entre 1568 y 1571
GUERRA DE LOS MORISCOS (Antecedentes)
Todo comienza tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492. En las Capitulaciones que se firmaron, se garantizó la libertad personal de los musulmanes, la conservación de sus bienes, el mantenimiento de su cultura y costumbres, así como su religión: el Islam. Los musulmanes en terreno cristiano eran llamados mudéjares.
 Los reyes pensaron que con el tiempo los mudéjares se irían convirtiendo poco a poco al cristianismo, pero no fue así, ya que en las Alpujarras la población musulmana era prácticamente del 100% y no recibían presion de nadie ni evangelización alguna. La cosa comienza a cambiar en  Febrero de 1502, cuando los Reyes Católicos firman una real cédula, según la cual, todos los mudéjares de la Corona de Castilla deberían escoger entre la conversión al cristianismo o el destierro. La inmensa mayoría decidió convertirse y desde entonces pasaron a llamarse moriscos o cristianos nuevos.
En 1526 el rey Carlos I pasó una temporada en Granada y recibió queja de algunos moriscos sobre el mal trato que recibían de los clérigos, así que el monarca nombró a una comisión para investigar la situación de los moriscos en el Reino de Granada y del trato que recibían. La comisión pudo comprobar como la inmensa mayoría de la población morisca seguía conservando sus costumbres, vestimentas y religión musulmana, a pesar de haber sido bautizados años antes. Así que el emperador decidió poner fin a la situación prohibiendo el uso del árabe, la vestimenta morisca, cualquier símbolo del Islam, las fiestas a puerta cerrada, la forma de matar a los animales, etc. Pero al conocer las medidas, un grupo de notables moriscos se reunió con el rey y le ofreció una gran cantidad de dinero (parece ser que unos 90.000 ducados) para evitarlas. El rey accedió, levantó las prohibiciones y se acabó el problema durante los siguientes 40 años (hay que ver la fuerza del dinero)
DESARROLLO DE LA GUERRA
Llegamos a 1567, durante el reinado de Felipe II, quien recibe presiones de algunos miembros de la iglesia para que los moriscos acaten las medidas que ya había tomado su padre (Carlos I) en 1526 y que, como hemos visto, fueron suspendidas. El 1 de Enero de 1567 Felipe II aprueba una pragmática para acabar con el problema. Hubo intentos de negociación por parte de los moriscos como ocurrió 40 años antes, pero el rey se mostró inflexible. En cuanto se conoce el fracaso de las negociaciones, los moriscos comienzan a convocar rebelión. Hubo reuniones secretas en el Albaicín, para implicar a los moriscos granadinos, pero no lo consiguieron porque estaban demasiado acostumbrados a convivir con cristianos. Finalmente en las Alpujarras se nombró a un jefe que encabezara la rebelión: Hernando de Córdoba y Válor, que era descendiente de los antiguos Califas Omeyas de Córdoba y tomó el nombre musulmán de Abén Humeya. La víspera de Navidad de 1568 comienza la rebelión en el pueblo alpujarreño de Béznar y se extendió por toda la Alpujarra granadina, almeriense, Serranía de Ronda y Sierra de Bentomiz (Axarquía de Malaga), en definitiva lo que antiguamente fue el Reino de Granada. Los cronistas de la época la describen como una guerra muy cruel, donde en ambos bandos se asesinaron hombres, mujeres y niños con total crueldad. Hasta Enero de 1570 estuvo al mando de las tropas cristianas el Marqués de Mondejar y el Marqués de los Vélez, sin mucho éxito. En esos primeros años de guerra la iniciativa fue de los moriscos, que recibieron apoyo desde Argelia a través del Mediterráneo, así que para evitarlo fue necesario reforzar esa zona marítima con las galeras españolas.
Abén Humeya fue asesinado por los suyos en octubre de 1568, y en su lugar pusieron al frente de los sublevados a su pariente Abén Aboo. Viendo el cariz que tomaba la guerra, Felipe II destituyó en Enero de 1570 al Marqués de Mondejar y nombró al frente de las tropas cristianas a su hermanastro D. Juan de Austria, y como consejero a su lugarteniente D. Luis de Requesens.
D. Juan de Austria entró en las Alpujarras a “sangre y fuego” acabando con la rebelión en 1571. Debemos aclarar que los moriscos que vivían en las grandes ciudades como: Granada, Almería, Málaga, Guadix o Baza, no se unieron a la rebelión, ya que llevaban muchos años conviviendo con los cristianos y estaban en cierta medida integrados, pero los que vivían en los pueblos de las Alpujarras y otras sierras, no conocían cristianos viejos (sólo el cura y el sacristan) y conservaban íntegras sus costumbres.
Cuando acaba la guerra, unos 80.000 moriscos son deportados a Andalucía occidental y a ambas Castillas, quedando los campos alpujarreños, y de otras serranías, totalmente vacíos. Costó mucho repoblarlos, ya que ningún cristiano se arriesgaba a vivir en un terreno tan escarpado y sin conocer las técnicas agrícolas de los moriscos. El declive económico de la zona duró muchos años.

El mantenimiento de las tropas cristianas y de los que estaban en galeras, se  realizaba a base del embargo de trigo y otras provisiones de los pueblos de las provincias limítrofes, entre ellos Villardompardo.

 En aquella época Villardompardo acababa de covertirse en un Condado, propiedad de su primer Conde: D. Fernado de Torres y Portugal. Este pueblo poseía un término municipal muy reducido, y la mayor parte de las tierras cultivables se repartían entre el mismo Conde, el Concejo (ayuntamiento) y diversas instituciones religiosas. Muy pocos particulares poseían tierras propias, así que la mayoría trabajaban para el conde o para esas instituciones religiosas, bien como jornaleros o como arrendatarios. Un embargo de trigo vendría fatal para gente tan humilde, y es precisamente esta situación la que motiva la petición del levantamiento de dicho embargo por parte del Concejo de Villardompardo. La petición fue concedida y las dos cartas siguientes lo dicen todo. Aquí tenéis la reproducción de las originales y seguidamente su transcripción.
Don Juan de Austria por
La católica real magestad
Capitán general del mar
Licenciado Hernan dianez de Sotomayor alcalde de su magestad en la real audiencia de Granada y contador Francisco Osorio, sabed que por parte de la villa de Villardompardo se nos hizo
relación que a causa de estar a tres leguas de Jaén y otras tantas y menos de los lugares de la Orden de Calatrava casi toda la gente de guerra que había venido a  nuestro campo se había
alojado en los dichos lugares y en ellos se les había dado todo lo necesario y que mas desto la dicha villa había enviado mucha cantidad de pan y bagaxes para  la provisión  de nuestro campo y
presidios del reparto de lo cual y del poco pan que el año pasado se cogió la dicha villa no tenía pan para poder sembrar ni sustentarse la gente de ella y sin embargo por vuestra
orden se había embargado  las dichas quinientas o seiscientas fanegas de trigo y si estas se hubiesen de sacar los vecinos de la dicha villa quedarían perdidos y no tendrían con qué sustentarse
suplicándonos mandásemos alzar el dicho secuestro y que no se sacase ningún pan de de la dicha villa y visto su pedimento en el consejo de la guerra y con nos consultado dimos la presente por la
cual hos ordenamiento y mandamos que siendo con ella requerida o requerido por parte de la dicha villa de Villardompardo álcese el embargo y secuestro que por vuestra orden se hizo
de las dichas quinientas o seiscientas de pan y no consintiese que se saque de ella antes lo dexad en la dicha villa por cuanto por la necesidad que tienen los vecinos de ella se les da licencia
que puedan sembrar el dicho pan y sustentarse de él lo cual así se hagan y cumplan sin réplica ni dilación alguna porque así conviene al servicio de su magestad y buen común se le da a dicha villa dada en Granada a 18 de Noviembre de  1570 años.
                                                             RUBRICADO:  D. JUAN DE AUSTRIA

                                                                                                                                          

D. Luis de Requesens comendador mayor de Castilla del consejo
de estado de su magestad y lugarteniente general de la mar. En
nombre del excelentísimo Señor D. Juan de Austria

Y por cuanto por parte del Concejo de la Villa del Villardompardo se nos hizo relación que por el excelentísimo señor Don Juan de Austria se había dado provisión
para que el Licenciado SotomayorAlcalde de su majestad en la audiencia de Granada y contador Francisco Osorio  en pedimento y suplicación de la dicha villa en que
sin embargo de la dicha provisión estaban en la dicha Villa alguaciles y otras personas sacando dicho pan , y que habiendo tratado con el dicho licenciado
Sotomayor que se cumpliese la dicha provisión y no se sacase el dicho pan ; había respondido que el dicho trigo entendía que estaba embargado para la provisión de
las galeras y que notificando en la dicha provisión respondería  a ella suplicándonos mandásemos darles nuestra sobre carta de la dicha provisión para que
los dichos licenciados Sotomayor y contador Fª Osorio ni otra ninguna persona por ordenanza ni de Pedro Verdugo proveedor de dichas galeras
No sacasen el dicho trigo de la dicha villa porque los vecinos de ella padecían mucha necesidad, y visto su pedimento por el consejo de guerra di
la presente por la cual ordeno y mando a los dichos licenciados Sotomayor proveedor Pedro verdugo y contador Fª Osorio y a otros
cualesquiera justicia y alguaciles y personas a quien esta provisión fuera notificada vean la dicha provisión del dicho excelentísimo señor D. Juan de Austria
que su data es en la ciudad de Granada a veintiocho días del mes de Noviembre de mil quinientos y setenta años que originalmente le será
mostrada y la guarden y cumplan y hagan guardar y cumplir como en ellas se contiene so las penas en ella contenidas y mas de otras
quinientos ducados para gastos de las guerras dadas en Granada a ocho días del mes de diciembre de mil quinientos setenta años.      
                                                          RUBRICADO: D. LUIS DE REQUESENS

ACLARACIONES Y CONCLUSIONES
La primera carta, rubricada por D. Juan de Austria, fue enviada al Concejo de Villardompardo con fecha del 18 de Noviembre de 1570. Entiendo que fue mandada a este pueblo con la intención de ser mostrada al Licenciado Sotomayor y contador Francisco Osorio, en caso de que viniesen a llevarse el trigo de Villardompardo, como así fue.
Según se relata en la carta, las tropas de guerra se habían alojado en Jaén y otras zonas de la Orden de Calatrava cercanas (Torredonjimeno, Martos, Porcuna…).  Villardompardo había contribuido con trigo y otros “bagaxes” (equipajes) a la manutención de las tropas y también a los presidios, así que desde este pueblo consideraban que habían cumplido, en cierto modo, con su obligación.
A pesar de todo, se habían embargado unas quinientas o seiscientas fanegas de trigo para el ejército. Se daba la circunstancia de que el año anterior había habido mala cosecha, así que de llevarse a cabo el embargo, los habitantes de Villardompardo pasarían hambre y no tendrían grano para sembrar. Este es el motivo por el que, desde esta localidad, se envía la petición de levantar el embargo al Consejo de Guerra; y éste accedió.
No sé si era muy común en aquella época el levantamiento de embargos por este tipo de circunstancias, lo que sí os puedo asegurar, es que el I Conde de Villardompardo (D. Fernando de Torres y Portugal) era un gran conocido de Felipe II, lo nombró más tarde Virrey del Perú. No es de extrañar que hubiese algún tipo de influencia por parte del Conde para favorecer su levantamiento.
La segunda carta está rubricada por D. Luis de Requesens y fue enviada al Concejo de Villardompardo el 8 de Diciembre de 1570. Parece ser que en el pueblo se encontraban alguaciles y otras personas que estaban sacando trigo (le llamaban pan en muchas ocasiones) de la localidad, a pesar del levantamiento del embargo.
 D. Luis de Requesens, en nombre de D. Juan de Austria, escribe esta carta para comunicar al Licenciado Sotomayor, al contador Francisco Osorio y al proveedor de las galeras Pedro Verdugo, del levantamiento de dicho embargo en Villardompardo y la prohibición de sacar trigo alguno de este pueblo. Ellos entendieron que el embargo no afectaba a la provisión de galeras. Como hemos comentado, el Mediterráneo fue reforzado con galeras españolas para evitar la ayuda a los moriscos desde Argelia, y lógicamente necesitaban suministro de alimentos.
Bueno, pues aquí tenemos un capítulo más de nuestra historia, que sabemos gracias al magnífico archivo municipal que poseemos. ¡A saber cuántas historias más hay escondidas entre esos miles de legajos!
FUENTES CONSULTADAS Y AGRADECIMIENTOS:
-          Libros de historia y páginas de la web sobre la Guerra de los Moriscos.
-          Las dos cartas manuscritas del Archivo Histórico Municipal de Villardompardo.
-          Agradezco a D. Francisco Juan Martínez Rojas su colaboración en la transcripción de algunas palabras que se me resistían.
-      También agradezco el apoyo que recibo de muchas personas, ofreciéndome fotos antiguas, información de cualquier tipo o incluso apuntándose como investigador en la Biblioteca Nacional de Madrid, para sacar información sobre nuestro pueblo y compartirla conmigo (eso no lo hace cualquiera…va por Manolo Martos)
-         Y por supuesto a esas personas mayores que te reciben en su casa con total agrado, dispuestas a contribuir con su memoria al descubrimiento de la historia de nuestro pueblo.
                                                                                                                       Carlos Ramírez Perea

                                                                                                                 

jueves, 6 de agosto de 2015

FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS PUBLICADAS EN EL PROGRAMA DE FIESTAS.

Bonita foto de los años veinte y muy bien conservada. Era carnaval y se disponían a representar un teatrillo. Empezando por la izquierda y hacia arriba son: Isabel Serrano Fernández (abuela de Carmen Oblaré), Carmen Sánchez Rísquez (abuela de Mª Paz), Gabriela Alcalá (madre de Paquito “el Tito”). En el centro y con mantón de Manila podría ser Pepita Pérez, y por último Gloria Sánchez Rísquez (con la mano en la mejilla). La foto y la disposición de las mujeres es perfecta, ni un profesional lo hubiera hecho mejor. Foto cedida por Carmen Oblaré.


Escuela de niños situada en la actual casa de la familia de Antonio Ruiz. Puede ser de 1958. El maestro era D. Antonio Arjona. Fila de arriba: Eduardo Cámara Hernández, José Calvache Cámara, Ángel Ortega Serrano, Juan de D. Ortega Gutiérrez, Miguel Mozas Gay, Jesús Moya Amor, Pedro Delgado Serrano, Alonso Anguita Alcalá, José Liébana Perea, Gregorio Martos Hernández, Antonio Moya Contreras, Gonzalo Bermúdez, Juan Anguita Alcalá, José Calvache Domínguez, Juan de D. Álvaro Prados, Antonio Pedrajas y Manuel Torres Arjonilla. Fila de abajo: Julio Armenteros Trigo, Juan Delgado, Salvio o Andrés Calahorro, Antonio Domínguez Gómez, Antonio Ureña Bares, Francisco Cámara Pamos, Francisco Campos Arenas, Francisco Álvaro Prados, Manuel Gay Lagal, Juan Fuentes Morales, Ramón Béjar Alcalá, Salvio o Andrés Calahorro, Fermín Rodríguez Checa. Manuel Torres Arjonilla los ha identificado a todos. Foto cedida por Maruja Béjar.
EL CAMINO REAL JAÉN-CÓRDOBA Y SU RELACIÓN CON LA VENTA DE LA FUENSOMERA.
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espués de tantos años sin ser utilizados, los trayectos de los antiguos Caminos Reales se han borrado de la memoria colectiva. En épocas pasadas, los viajes entre pueblos y ciudades se realizaban a pie,o bien sobre animales o incluso en carretas. Existía una extensa red de Caminos Reales que comunicaba los diferentes municipios. 
En la actualidad se han perdido casi todos. En muchos casos las carreteras y autovías modernas siguen su misma trayectoria, trazándose justo por encima de ellos. En otros casos se han arado y han sido incorporados a las fincas colindantes.
Muy cerca de la localidad deVillardompardo pasaba el Camino Real Jaén-Córdoba, incluso atravesaba la zona Sur de su término municipal. Tenemos la suerte de conservar, muy cerca de nuestro término, dos tramos de ese camino en un estado prácticamente igual al original, hasta con las encinas y almendros que jalonaban sus márgenes.
Para poder averiguar la trayectoria del Camino Real antes mencionado, ha sido necesario consultar tres documentos antiguos:
●El primero es la descripción que hace el historiador Ximena Jurado sobre Benzalá en 1639, donde dice literalmente: “y en la falda meridional por donde pasa  el camino real, que va de Porcuna a Jaén”(realmente sería Jaén-Córdoba).


● El segundo es un mapa del término de Villardompardo en 1890, donde también se hace referencia al camino de Córdoba. Este documento no ha servido de mucho porque sólo se circunscribe al término de Villardompardo, y es necesario observar su trayecto en los términos de Torredonjimeno y Torredelcampo, para asegurarnos de si realmente se trata del camino que hablamos.
En la foto inferior aparece el extremo sur del término del Villar en 1890. La flecha roja señala el Camino Real y la azul el camino que venía de Torredonjimeno. Los dos confluían en  la Fábrica Vieja.


● El documento de dónde se ha sacado más información, es un mapa topográfico muy detallado de 1903. Aquí aparecen todos los nombres y los trayectos de caminos ya desaparecidos o convertidos en carreteras actuales. Además, podemos observar buena parte de los términos municipales de pueblos vecinos (Torredonjimeno y Torredelcampo) con lo cual es fácil seguir la trayectoria de aquellas vías y hacernos una idea global de ellas.
En la foto de la siguiente página, tenéis una pequeña parte del mapa original del que os hablo, pero con una serie de colores y números con los que intentaré aclarar la trayectoria del Camino Real Jaén-Córdoba.

LECTURA DEL MAPA CON CÓDIGO DE COLORES 

Comenzamos por la derecha, en el término de Torredelcampo, zona del Pardillo y Cortijo de Hernán Pérez. Aquí veis un solo camino en rojo que sería el camino Real del que estamos hablando y que vendría de Jaén. En esta zona, el camino se bifurca en dos: el que sigue siendo rojo sería el Camino Real, y el amarillo sería el conocido como “Camino Jaén” que llega directamente a Villardompardo. El trocito que veis en línea discontinua sería un tramo ya desaparecido en 1903, pero está muy claro que debería seguir esa trayectoria (toda esta zona la tenéis rodeada de verde).
Continuamos la línea roja y llegamos al “Molino” (Fábrica Vieja), señalado con la flecha 3. Aquí confluye el Camino Real (rojo) con el camino  que venía de Torredonjimeno (flecha 4). Seguidamente pasaba sobre el “Puente del Villar” (también llamado antiguamente “Puente del Tarahal”) que fue construido con piedra en el siglo XIX, debido a la importancia de la vía que pasaba sobre él.
Continuamos la línea roja que coincide con la carretera que viene de la “Fábrica Vieja” y Torredonjimeno, y vemos que a la derecha salía un camino llamado “Camino de los Frailes” (flecha 6). Actualmente este tramo es  la misma carretera de Torredonjimeno que  sale a la izquierda en la cuesta de las alcantarillas, y sigue hasta llegar a la curva cerrada a la izquierda que baja al Puente del Villar. Seguimos con la línea roja por el camino que hoy se sigue llamando “Camino de Córdoba” (flecha 2) y va a parar a los “Estacares Segundos”. Este cortijo estaba en un verdadero cruce de caminos, ya que en este lugar se unía el camino que venía de Villardompardo, llamado “Juan Somera” (flecha 5), que coincide con la carretera actual, y los caminos que iban hacia Uribe (a la izquierda) y Cuérniga alta y baja (a la derecha). Realmente, el nombre de “Juan Somera” era una deformación de “Fuensomera”.

Una vez pasado este cruce de caminos, el trayecto continúa por el actual “Camino o Callejón del Barbero” (foto) zona muy bien conservada y que posiblemente guarde un aspecto muy parecido al que tenía en aquellos tiempos (flecha 1).Posteriormente el Camino Real giraba ligeramente hacia la derecha, pasaba por la falda de Torre Benzalá (lo veis en el mapa como “Torrevenzalá”) y continuaba casi paralelo a la actual carretera Torredonjimeno-El Carpio.
A partir de aquí ya se aleja mucho de nuestra localidad y no seguiremos su trayectoria.


LA VENTA DE LA FUENSOMERA Y SU RELACIÓN CON EL CAMINO REAL

Desde hace tiempo me llamó la atención uno de los títulos que poseía el Conde de Villardompardo: el de “Señor de la Fuensomera”. En un principio no sabía dónde se encontraba ese lugar, incluso dudaba de su cercanía a Villardompardo. Hace unos años, algunas personas mayores me dijeron que correspondía con el cortijo de Uribe, y más recientemente, con la instalación de las dos casas rurales  (“Fuensomera I y II”) en dicho cortijo, parecían confirmar la localización exacta del lugar. Pero las cosas no son tan sencillas, porque otras personas mayores afirman que la “Fuensomera” era el cortijo de la “Señora”, incluso en algunas escrituras antiguas, pertenecientes a parcelas de tierra cercanas a esos lugares,también las ubican en la “Fuensomera”. Así que parece claro que el nombre no se refiere sólo a un cortijo concreto, sino a una zona extensa de terreno que ocuparía todo ese lugar; posiblemente desde Uribe a Cuérniga o incluso más aún.
Pero ¿de dónde procede el nombre de Fuensomera? la verdad es que por mucho que he buscado, no he encontrado ningún lugar llamado así, sólo  esta zona de la que hablamos. Parece lógico que provenga de la unión de dos palabras: Fuente-Somera, o dicho de otro modo: Fuente poco profunda. En toda la zona sólo hay un lugar muy concreto que reúne esas características, y que además coincide perfectamente con los documentos antiguos dónde se habla de ese sitio: La noria de los Estacares Segundos (foto). Muchos hemos visto como en años muy lluviosos la zona que hay alrededor de la noria se encharca, y de ella nace un arroyo que discurre paralelo a la carretera y luego se dirige hacia la “Fábrica Nueva”. Se trata de un acuífero muy poco profundo  (somero) que en años lluviosos llega hasta la misma superficie. Así que es muy lógico pensar que de este lugar procede el nombre de “Fuente somera”, que derivaría a “Fuensomera” y que por extensión, toda esa zona se llamaría así.
Hay varios documentos  antiguos donde se habla de La Fuensomera y de la importancia que tenía para su Señor: El Conde de Villardompardo:
● El primero corresponde al manuscrito de la Fundación del Mayorazgo de los Torres y Portugal (en 1550) donde dice literalmente (subrayado en rojo): “La dicha villa del Villar y en su término y jurisdicción y en el sitio de la Fuensomera”
“La venta que llaman de la Fuensomera”

● El segundo documento es un impreso de 76 páginas. Trata de un Pleito entre el Conde de Villardompardo y la Compañía de Jesús. El documento se imprimió en 1657, pero habla de todos los bienes libres que poseía el Conde en los municipios de Villardompardo y Jaén, y que pretendía vincular a su Mayorazgo. El 27 de Mayo de 1557, su Majestad dio orden para que fuesen incorporados a dicho Mayorazgo. En tres párrafos del documento se habla de la Fuensomera, donde todo queda más o menos aclarado.
1º Párrafo: “La venta de la Fuen-Somera, con la piedra que estava aprestada junto a ella, para la cerca que se avia de hacer en la huerta que estava junto a la dicha venta”


2º Párrafo:“Todas las tierras que el Conde tenía en el sitio de la Fuen-Somera, de cuya jurisdicción su Magestad le avia hecho merced, que eran treinta y cuatro fanegas”



3º Párrafo: “La huerta de la Fuensomera, con la noria y alberca, y gasto de recogimiento del agua que tenía de pie, que estava en el término de la villa del Villar Don-Pardo”


● Por último, en el mapa con el código de colores, podemos observar subrayado y rodeado en azul, el nombre de “Casa del Conde” que corresponde con el lugar ocupado hoy en día por el Cortijo de los “Estacares Segundos”, muy cerca de la noria y al pie del Camino Real, y que con toda seguridad corresponde al lugar ocupado por aquella antigua venta.

CONCLUSIONES

El lugar ocupado hoy por el cortijo de los “Estacares segundos”, con su noria, alberca y huerta (estas dos últimas desaparecidas), era una venta propiedad del Conde de Villardompardo, además de treinta y cuatro fanegas de tierra, pobladas de olivos y 625 encinas. Se trataba de un Señorío Jurisdiccional, en el que su Señor (el Conde de Villardompardo) había recibido la facultad de su Majestad de administrar la justicia en el lugar y de cobrar tributos.
Al encontrarse a una jornada andando de Jaén, era un sitio de parada obligada donde los viajeros podían descansar, comer y  dar agua y comida a sus animales. El Conde tendría en ese lugar a varios empleados que se encargarían de todo, y por supuesto de cobrar tributos a los viajeros por su estancia, por el agua que necesitaban e incluso por atravesar su Señorío. De no ser así, ya se encargaría él de administrar la justicia como estimase oportuno. 
Si por algo se han caracterizado los primeros Señores y Condes de Villardompardo, es por sus innumerables pleitos encaminados al cobro de tributos a muchos gremios y artesanos de Jaén. La Venta de la Fuensomera no iba a ser una excepción para el cobro de esos tributos.
El hecho de ser “Señor de la Fuensomera”, y de encontrarse la venta al borde de un Camino Real muy transitado, le supondría una importante fuente de ingresos (unos 60 ducados anuales), pero todo acabaría con la desaparición de los Señoríos en 1837. A partir de esta fecha finalizaría su función como venta, y el edificio sería conocido como “casa del conde”, que es como la vemos en el mapa de 1903.  En esta foto actual, podéis ver la situación de todo el lugar.


UN ACONTECIMIENTO MUY CURIOSO QUE PUDO OCURRIR EN LA VENTA DE LA FUENSOMERA

En “El blog de  CASSIA” de Torredonjimeno, se publicó el 18 de Marzo de 2015 un artículo titulado “San Juan de la Cruz en la Venta Valeriano”, en el que  se narra un acontecimiento ocurrido en dicho lugar alrededor de 1586. La historia está apoyada documentalmente por el manuscrito 12738 (folio 1047) de la Biblioteca Nacional de Madrid, que es la fuente más rica sobre la vida de San Juan de la Cruz. En dicho documento se dice literalmente lo siguiente:

 “Un día, viniendo de Córdoba el padre fray Juan de la Cruz y un hermano que se llamaba Pedro de la Madre de Dios, donado de nuestra santa Religión, que andaba con el padre fray Juan de la Cruz, porque era en aquella ocasión vicario provincial desta provincia, llegando los tres a un río que se llama el Salado, que está debajo de la villa de Porcuna, dio a correr el hermano por una cuesta abajo, y corriendo como iba se le quebró la pierna derecha y se cayó allí luego como muerto; y riyéndome (sic) yo de la caída antes que llegásemos los dos, me dijo el padre fray Juan: “No se ría, que se ha hecho mucho mal nuestro hermano”; y llegando a donde estaba nos apeamos, y tenía la pierna como una caña cascada y salidos los huesos, aunque no fuera de la carne. Y el padre fray Juan lo curó allí y lo subimos en una de las cabalgaduras, y llegando a una venta que está cabe Los Villares, parando allí a comer, le dijo fray Juan de la Cruz: “Aguarde, hermano; lo apearemos desa cabalgadura por que no se lastime”. Y respondió el hermano: ”Padre, ya vengo bueno, que no me duele nada”. Y se apeó sano y bueno, como si no hubiera habido tal"

El autor del artículo, sostiene la idea de que dicho acontecimiento pudo ocurrir en la venta que debió existir en el lugar hoy ocupado por la “Venta Valeriano”, ya que se encontraba cerca de la cortijada de “Los Villares” (cabe los Villares). Pero si el escrito se refiere realmente a esta cortijada, cabría otra posibilidad: si San Juan de la Cruz se dirigía a Jaén, lo más lógico es que siguiera el antiguo Camino Real, y la única venta documentada en esa fecha era la de Fuensomera, que se encuentra a un Kilómetro en línea recta de la cortijada de los Villares. Además, en el mapa de 1903, no aparece ningún punto rojo que indique la presencia de una construcción en el mismo lugar ocupado por la Venta Valeriano, pero sí aparece en el mismo sitio de la Venta de Fuensomera. Así que existe una alta probabilidad de que el acontecimiento descrito ocurriese en este último lugar.

FUENTES CONSULTADAS
-Documento de la Fundación del Mayorazgo de 1550
-Pleito entre el Conde de Villardompardo y la Compañía de Jesús de 1657
-Mapas del término de 1890 y 1903
-“Antigüedades de Jaén” de Ximena Jurado de 1639
-http://elblogdecassia.blogspot.com.es/2015/03/san-juan-de-la-cruz-en-la-venta.html
-La buena memoria de algunas personas mayores.

                                                                          Carlos Ramírez Perea