domingo, 25 de octubre de 2009

Historia del apellido Calvache 3ª parte


Los Calvache en Torredonjimeno y Jaén capital.

Todo aquel que haya iniciado una investigación genealógica sabe que el tiempo es nuestro peor enemigo. Al retroceder en él nos damos cuenta que nos pone la zancadilla una y otra vez.

Revoluciones, incendios, calamidades naturales… se alían con su transcurrir para ponernos más difícil nuestra investigación.

Sólo en puntuales ocasiones se llega al éxito y casi siempre es incompleto.

Gracias a la inestimable ayuda de Carlos Ramírez y de José Manuel Ureña, mis manos y ojos en esta investigación, he conseguido remontar los siglos hasta llegar al XVI.

El día siete de enero de 1581, en la parroquia de Santa María de Torredonjimeno se bautizó a Isabel Calvache, hija de Gabriel Calvache y de María Delgada, los padrinos fueron Juan Fernández y su mujer Catalina Ximénez. Fue el primer Calvache nacido en Torredonjimeno.

Parece ser que a Torredonjimeno llegaron dos hermanos, Gabriel y Alonso Calvache, se casaron y tuvieron 13 hijos.

Lamentablemente en las partidas de bautismo no pone la procedencia de los padres por lo que la investigación se encuentra en este lugar en punto muerto a la espera de nuevas indagaciones.

Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando consulté el primer libro de bautismo de la hoy en día inexistente iglesia de San Lorenzo de Jaén capital, encontrando Calvaches aún más anteriores:
+ El 9 de enero de 1554 se bautizó a Quiteria, hija de Luis Martínez de Calvache y de Isabel López, compadres fueron el prior Juan Romero y Quiteria López.

+ El 17 de febrero de 1565 se bautizó a Antonia, hija de Luis Martínez de Calvache y de Isabel López, fueron los compadres el beneficiado Fernando de Leyva y Quiteria López, abuela de la niña.

+ El 13 de octubre de 1567 se bautizó a Quiteria, hija de Luis Martínez de Calvache y de Isabel del Castillo, fueron sus compadres Cristóbal de Aguilar y María López.

En la próxima entrega veremos el apellido en Granada-Almería.

Saludos Villardompardo.
© copyright Fco. Maldonado Calvache. 2009

viernes, 23 de octubre de 2009

Historia de Villardompardo y sus personajes durante el siglo XVI.3ª parte

HISTORIA DE VILLARDOMPARDO Y DE SUS PERSONAJES DURANTE EL SIGLO XVII

Capítulo III

Durante el siglo XVI, los gobiernos de los grandes Austrias, Carlos I y Felipe II, hicieron de España la nación más poderosa de Europa, pero las guerras que mantuvieron en el continente, sobre todo Felipe II, hizo que la monarquía se debilitara y durante el Siglo XVII se inicia un periodo de decadencia económica y social que culminará con la pérdida total de las posesiones españolas en Europa con el Tratado de Utrecht.

Para colmo de males, los reyes que gobernaron durante este siglo (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) ceden su poder a una especie de primer ministro llamado Valido, que hacía y deshacía a su antojo, con lo que la corrupción se generalizó a todos los niveles. Era la época de los pícaros, de los hidalgos sin fortuna y como no… de grandes artistas, fue el Siglo de Oro español.

Esta decadencia se notaba en las ciudades, en los pueblos, en las aldeas y también en nuestro pueblo. Los Condes de Villardompardo se fueron a Madrid, como otros muchos nobles, buscando la influencia de la corte. La administración de sus posesiones las delegan a sus administradores y arrendatarios, las decisiones que se toman a nivel municipal son poco importantes, incluso no se toma nota, durante muchos años, de las actas capitulares (plenos del ayuntamiento).

Antes de comenzar a hablar de los acontecimientos del siglo XVII, describiremos el escudo de armas que hay esculpido sobre la puerta del castillo. Esta información la debería haber incorporado en el anterior capítulo, pero la información no le llega a uno cuando debiera.

Descripción del escudo esculpido en la entrada del Castillo

Primero sería interesante explicar el origen del escudo esculpido en piedra que hay en la portada renacentista del Castillo de Villardompardo. El trabajo se terminó en vida del primer Conde de Villardompardo, a finales del siglo XVI
Se trata de un escudo cuartelado en cruz, en cada parte observamos lo siguiente:
● En el primer cuarto: (Arriba y a la izquierda) presenta cinco torres de oro sobre campo de gules (sobre color rojo vivo) colocados en sotuer (escudo de armas de los Torres)
● En el segundo cuarto: (Arriba y a la derecha) sobre campo de oro (sobre color dorado) una banda de sable (escudo de armas de los Carvajal)
● En el tercer cuarto: (Abajo a la izquierda) Aquí hay una mezcla de las familias Messía y Carrillo. En la parte de arriba hay tres fajas de sable en azur (color azul oscuro) sobre campo de oro y en la parte de abajo , correspondiente a los Carrillo, un castillo almenado en azur sobre campo de gules.
● En el cuarto: (Abajo a la derecha) sobre campo de oro, dos lobos desollados (escudo de armas de los Ossorio)
● En el centro: El escudo de Portugal.

ACLARACIONES: Carvajal Osorio eran los apellidos de la primera esposa de D. Fernando de Torres y Portugal (primer Conde del Villar).
Carrillo era el apellido de la segunda esposa de D. Frenando, y Messía o Mexía era el apellido de la madre de D. Fernando.
Torres y Portugal eran los apellidos heredados de su padre, D. Bernardino.
Por tanto, el escudo recoge la simbología de todas las ramas de la familia. Como es lógico el escudo estaba sólo esculpido en piedra y no coloreado. Los colores a los que se hace mención sólo aparecían en papel, y no siempre.

La familia también poseía un escudo Eclesiástico, éste era El Blasón de la Virgen María, que está situado justo encima de la pila bautismal, donde se cruzan los nervios de la bóveda, ya hemos hablado de él en el capítulo anterior. (Foto del margen).
SUCESIÓN DEL TÍTULO DE CONDE DE VILLARDOMPARDO A LO LARGO DEL SIGLO XVII

Durante este siglo se produce una complicada red de sucesiones del título de Condes de Villardompardo debido a la abundancia de matrimonios sin descendencia, por ello, en caso de no tener hijos, el título pasa a hermanos, primos hermanos e incluso a otros familiares.

Esta ausencia de hijos en muchos matrimonios de la casa de los Torres, se debe probablemente a la consanguinidad de las parejas, es decir, por la unión entre familiares muy cercanos. Por tanto el relato de la descendencia de los Torres y Portugal durante el siglo XVII se puede hacer muy pesado, pero es imprescindible conocerlo para entender bien la historia de nuestro pueblo.

La lista de títulos nobiliarios de cada miembro de la familia era muy larga, por eso he omitido dicha lista en casi todos ellos menos en el II Conde, para que os hagáis una idea de la gran cantidad de títulos que poseían.

Comenzamos el siglo XVII con D. Juan de Torres y Portugal y Manrique como II Conde de Villardompardo que sucedió a su abuelo D. Fernando de Torres y Portugal (I Conde de Villardompardo) ya que su padre, D. Bernardino, había muerto antes que su propio abuelo. Los títulos que poseía además de II Conde eran: Señor de Escañuela, Villargordo y la Fuensomera (actual cortijo de Uribe), Alférez mayor y Veinticuatro perpetuo de la Ciudad de Jaén, Caballero de Calatrava, Comendador de Molinos y Laguna-Rota.

D. Juan, como veremos en el siguiente capítulo, mantuvo una estrecha relación con nuestro pueblo presidiendo los cabildos y facilitando la construcción del ayuntamiento de Villardompardo.

D. Juan se casó en primeras nupcias con su prima hermana Dña. Isabel de Carvajal y en segundas con Dña. María Polonia Bazán de Mendoza y de la Cerda, de quién nacería el heredero del condado: D. Juan Antonio Suárez de Mendoza y Torres de Portugal (en otros documentos lo pone al revés: Juan de Torres y Portugal y Suárez de Mendoza) III Conde de Villardompardo. Este señor pidió en 1646 el título de Grandeza de España para la casa de los Torres y Portugal y también mantuvo un pleito con la Compañía de Jesús durante la primera mitad de este siglo XVII. En las declaraciones de este pleito se hace referencia a las posesiones que tenía el Conde y sus antepasados en el Villar. Más tarde hablaremos de ello.

D. Juan Antonio Suárez murió en 1654 sin descendencia a pesar de haber estado casado en 1642 con Dña. Teresa Antonia Manrique Hurtado de Mendoza, por lo que el título pasaría a su hermana viuda Dña. Juana María Suárez de Mendoza y Torres de Portugal que sería la IV Condesa de Villardompardo.

Dña. Juana María Suárez se había casado en 1631 con D. Carlos Pacheco de Córdoba y Bocanegra, que como es de suponer tenía muchos títulos nobiliarios y había servido con Felipe IV. Este señor murió en Madrid en 1646.

Fruto del matrimonio anterior sería D. Francisco Domingo Córdoba y Mendoza Torres y Portugal que nació en Madrid en 1639 y murió en 1668 también en Madrid con sólo 29 años. Esta persona ocuparía el título de V Conde de Villardompardo. Sin duda el hecho de nacer y morir en Madrid haría que la relación con el pueblo fuera muy lejana y delegaría la administración de las tierras a un encargado y a los arrendadores.

D. Francisco Domingo se había casado en 1657 con su prima hermana Dña. Francisca Juana de Mendoza Córdoba Aragón y Portugal, de este matrimonio no nació ningún hijo, así que el título pasaría a un hermano de D. Francisco Domingo llamado D. Diego Fernando de Córdoba y Portugal nacido en Madrid en 1641 y que sería el VI Conde de Villardompardo. Este señor fue Gentilhombre de Cámara de Carlos II.

D. Diego se casó dos veces, en primeras nupcias con Dña. Honorata de Berghes y Renesse, con quién tuvo descendencia, y en segundas nupcias con Dña. María Antonia de Mendoza, boda celebrada en Madrid en 1692 con quién no hubo descendencia. El Conde moriría un año después en 1693. Fruto del primer matrimonio nacieron entre otras la heredera del título: Dña. María Eugenia de Córdoba y Berghes Torres y Portugal convirtiéndose en la VII Condesa de Villardompardo, pero falleció en 1694 en Bilbao sin descendencia, aunque había estado casada.

El título pasaría a una prima hermana suya; Dña. Francisca María Exarch de Belvís Córdoba y Portugal que se convertiría en la VIII Condesa de Villardompardo.
Esta señora se casó con su primo D. Francisco Belvís de Moncada Escrivá Zapata y Mendoza que fue el I Marqués de Bélgida, luego Dña. Francisca María también tendría el título de Marquesa, por su esposo. De esta forma el título de Marqueses de Bélgida se antepone al de Condes de Villardompardo por su mayor rango, perdiendo protagonismo el título de Conde.

Durante este siglo hemos visto como la casa de los Torres y Portugal ha entroncado con los Marqueses de Bélgida, quiénes han mantenido el título de Condes de Villardompardo hasta la actualidad. (Porque la familia vive actualmente en Palma de Mallorca y aún tienen el título de Condes de Villardompardo, entre otros muchos. En otros capítulos hablaremos de ello).

PLEITO ENTRE EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESUS DE JAÉN Y EL III CONDE DE VILLARDOMPARDO, D. JUAN DE TORRES Y PORTUGAL Y SUÁREZ DE MENDOZA

Se trata de un documento interesante de 76 folios, impreso en Granada en 1657, procedente de la Chancillería de esta misma ciudad. En este documento queda reflejado un pleito entre el Colegio de la Compañía de Jesús de Jaén y el III Conde del Villar, D. Juan de Torres y Portugal Suárez de Mendoza que también poseía el título de Marqués de Cañete.
La Compañía de Jesús heredó los bienes de un tal Alonso de Valenzuela tras su muerte, según la Compañía de Jesús, el anterior Conde del Villar (D. Juan de Torres y Portugal, II Conde de Villardompardo, llamado igual que su hijo) debía un censo a D. Alonso de Valenzuela, por ello dicha institución denuncia en 1642 al actual conde para que le abone dicha deuda contraída por su padre. Al final del proceso el Conde del Villar es absuelto y declarado inocente puesto que según varios testigos la deuda fue saldada en vida del padre.
Pero lo más interesante de este documento no es el pleito ni su resultado, sino la mención de los bienes que poseía la familia Torres y Portugal desde hacía muchos años en el término de Villardompardo y en Jaén capital. También son muy interesantes los nombres que se dan de los gobernantes del pueblo (alcalde, alcayde, regidor, escribano) que declararon a favor del conde.

En este documento se hace referencia a acontecimientos ocurridos muchos años antes, por ejemplo: El 4 de Agosto de 1576 el hijo del primer conde del Villar, D, Bernardino de Torres, que nunca fue conde por morir antes que su padre, presentó un documento ante el alcalde Jaén en el que se mencionaban todas las posesiones de su padre (D. Fernando de Torres y Portugal) tanto en la ciudad de Jaén como en la villa de Villardompardo. Estas posesiones eran las siguientes: (Está transcrito tal y como viene en el documento, algunas aclaraciones las hago entre paréntesis)

Propiedades en Villardompardo

· La venta de la Fuen-Somera (actual Uribe, foto del margen) con la piedra que está “aprestada” al lado para la cerca que se iba a hacer en la huerta que está junto a dicha venta.
· El mesón que el conde tenía en Villardompardo.
· El molino de “aceyte” con el Alhorí (almacén) incorporado en él, con todo lo que le pertenece: viga, piedra, caldera y las demás jarcias de molino.
· Otro Alhorí de pan (trigo) que está frontero junto al castillo de dicha villa.
· Las casas del baño donde se lava la ropa (se refiere al lavadero)
· El palomar que estaba “escueto”.
· La casa que era de Marin, que se iba labrando para que viviese en ella el alcayde de la villa.
· La casa en la que vivía el mayordomo del conde.
· La casa que llaman de las gallinas, también conocida como casa de Rosales.
· Un cuerpo de casa que servía de pajar.
· Dos cuerpos de casa que servían de pajar y un corral.
· Todas las tierras que el conde poseía en Fuen-Somera de cuya jurisdicción su majestad le había hecho merced, que eran treinta y cuatro fanegas.
· Otro pedazo de tierras que llamaban el “regodio” de diez fanegas.
· Otra haza de tierra que estaba en el “buhedo”, de dos fanegas y media.
· Otra haza de tierra en el cerrillo del Moro de tres cuerdas y media.
· Otra haza en el torbisquillo, de una fanega.
· Otra haza para alcacel (cebada verde para el ganado) de dos fanegas de tierra.
· Otra haza para alcacel de poco más de media fanega.
· Un pedazo de olivar en el “pago” de Valdespejo, en que había una “aranzada” poco más o menos (antiguamente se conocía como Valdespejo o Valdespeja toda la zona del cerro Fernandico y alrededores, hoy sólo se conserva entre las personas mayores el nombre de “pozo de Valdespaja” refiriéndose al “pozo de los olivares”, foto del margen)
· Otro pedazo de olivar que tenía una aranzada encima del cerro (Fernandico)
· Un haza que se compró de Cañadilla, que estaba en medio de los olivares del mayorazgo.
· El Tejar (lugar donde se fabricaban tejas, ladrillos y adobes, estaba cerca del pilar ya que se requería mucha agua para su elaboración) y la era que está entre la casa del baño (lavadero) y tierras de alcacel (posiblemente la zona cercana al chilanco)
· La huerta de Fuensomera, con la noria y alberca (la noria se ha conservado hasta hace pocos años, hoy sólo queda el brocal de un pozo junto a un gran fresno) y gasto de recogimiento de agua , que estaba en el término de Villardompardo (en aquella época Uribe estaba dentro del término del Villar)

Propiedades en Jaén

· El medio horno que se había hecho nuevo con el sitio en que se compró las tenerías (sitio o taller donde se curten o trabajan las pieles) y casas de morada principales y accesorias con ellas, con las seis casas que salen a la calle Maestra, que es la calle que va desde la Magdalena a la Puerta de Martos en la ciudad de Jaén, que tenía a renta de por vida Cristóbal Ruiz de Alcázar, curtidor, por 452 maravedís anuales y dos gallinas de censo perpetuo, que se pagaban al Convento de Santa Catalina.

El hecho de presentar esta relación de bienes era porque el conde de aquella época, D. Fernando de Torres y Portugal (foto del margen), pretendía incorporar esos bienes, que eran libres, al mayorazgo, para que de esta forma no pudieran ser vendidos y los heredara “en bloque” el primogénito varón.
El mayorazgo era una institución en la que todos los bienes vinculados a ella no podían ser vendidos por el poseedor, sólo los podía heredar el hijo mayor, de esta forma se garantizaba el paso íntegro de las riquezas de una generación a otra. El poseedor del mayorazgo también podía tener bienes libres no vinculados al mayorazgo que los podía comprar y vender a su antojo.

Con la relación de los bienes nombrados anteriormente, el alcalde mayor de Jaén hizo un informe que fue enviado a su majestad FelipeII y el 27 de Mayo de 1577 dichos bienes fueron incorporados al mayorazgo por Real Orden de su Majestad. Estos bienes fueron heredados íntegramente por el II Conde de Villardompardo, D. Juan de Torres y Portugal y a su muerte por el III Conde, D. Juan de Torres y Portugal Suárez de Mendoza que es a quién denuncia en 1642 la Compañía de Jesús por el asunto que antes hemos comentado.

En el mismo juicio declaran varias personas, unos eran testigos presentados por la Compañía de Jesús y otros por el Conde de Villardompardo, como es de suponer los testigos de cada parte declaraban cosas distintas. Los presentados por el Conde eran todos habitantes de Villardompardo, hombres de su confianza que habían trabajado para él o desempañaban cargos importantes en el pueblo y que vivían en nuestra localidad a mediados del siglo XVII. Éstos fueron:

· Alonso García Armenteros, vasallo del conde e hijo de Pedro Hernández Armenteros (me extraña la no coincidencia de apellidos. El apellido Armenteros es de los más antiguos del pueblo) que había sido administrador de los bienes del II Conde e iba con su padre a cobrar las rentas, por lo que conocía muy bien sus posesiones.
· Antonio de Cabrera, vasallo del conde y alcalde ordinario de Villardompardo.
· Miguel Carrión de Mena, Regidor del Villar.
· Cristóbal Ruiz Malo de Molina, escribano público de Villardompardo.
· Francisco de Moya, (este apellido también es muy antiguo en Villarmpardo) alcaide del castillo de Villardompardo en tiempos del II Conde de Villardompardo. No debemos confundir el cargo de alcalde con el de alcaide, en aquella época el alcaide era la persona que se encargaba de la guardia y defensa de un castillo y el alcalde se dedicaba al gobierno del pueblo.
· Lázaro de Zafra, alguacil mayor del Villar.


Todos ellos declararon a favor del Conde diciendo cuáles eran las propiedades que había heredado de su padre (el II Conde) pertenecientes al mayorazgo, que coinciden con las que hemos enumerado con anterioridad, y cuáles no había heredado porque eran libres y su padre las había vendido por diferentes causas.
Los bienes libres de D. Juan de Torres y Portugal, II Conde de Villardompardo, padre del demandado fueron:

· El cortijo de Leonardo de 146 fanegas y una casa de teja, en el término de Torredonjimeno, que había comprado a Juan de Armenteros, vecino del Villar y que luego vendió a Alonso de Ortega Anguita, vecino de Torredonjimeno, para poder pagar la dote de su hija Inés de Manrique.
· Otro cortijo cerca de la dehesa del Villar, en el término de Torredonjimeno, conocido como la Salina o Salinilla, que compró a D. Gil Alonso y que luego también lo vendió a D. Andrés Ponce de León, vecino de Torredonjimeno.
· Un pedazo de tierra de más de cien fanegas que compró a D. Alonso Ortega que era Corregidor de Torredonjimeno y que alindaba con Benzalá y Berrío. Parte de este pedazo, conocido como el Fraile, de unas 30 o 40 fanegas, (todavía se llama igual. Foto del margen) se lo dio como dote a su criada Isabel de Cózar. En aquella época era muy normal que una familia pobre cediera desde muy pequeña a su hija para que sirviera en la casa de un noble, con la condición de que a la hora de casarse el noble compensara a la criada con la dote, como pago a los servicios prestados durante toda su niñez y juventud.

Total, que Don Juan de Torres y Portugal Suárez de Mendoza, III Conde del Villar, sólo heredó los bienes vinculados al mayorazgo, casi todos los libres los vendió su padre mientras vivía. Las pocas propiedades libres que le quedaron, yeguas, potros, ropa blanca, muebles de casa y poco más, se las dejó a su criado Antonio de Morillas.

En las diferentes declaraciones se deja ver que el II Conde fue un mal administrador de su herencia ya que muchas casas propiedad suya, tanto en Jaén como en Villardompardo, se habían caído y estaban como solar, también dejó el mayorazgo cargado de deudas, tanto fue así que su hijo estuvo a punto de renunciar a sus derechos como heredero del mayorazgo. Al mismo tiempo el padre estaba apenado porque no quería dejarle la herencia al hijo. Está claro que la relación entre ambos no era buena, de hecho en muchos escritos, el III Conde de Villardompardo es nombrado como D. Juan Suárez de Mendoza y no como D. Juan de Torres y Portugal Suárez de Mendoza, cosa que me despistó bastante a la hora de seguir la genealogía, es como si hubiera renunciado a los apellidos paternos, además este señor vivió en Madrid, cerca de la corte y allí tuvo a sus hijos con lo que la relación con Villardompardo prácticamente se perdió, dejando la explotación de sus bienes a los administradores y arrendatarios.

Como habéis podido comprobar en este capítulo sólo hemos hablado de los Condes de Villardompardo, de la herencia del título y sus posesiones durante el siglo XVII, en el próximo capítulo hablaremos de lo que pasaba en el pueblo; a sus gentes y cuáles eran sus problemas diarios.

CONTINUARÁ

Fuentes consultadas:
· Heráldica y Genealogía en el Reino de Jaén de Andrés Nicás Moreno.
· Memorial del Pleito entre El Colegio de la Compañía de Jesús de Jaén y el III Conde de Villardompardo. Chancillería de Granada.
· Fotos del autor.
· Agradecimientos: a Francisco Maldonado y Beatriz que me han enviado mucha información por Internet y por supuesto a Manuel Delgado García, vecino de nuestro pueblo, que por desgracia falleció en Julio y que me contaba muchas cosas que ocurrían antiguamente. D.E.P

Carlos Ramírez Perea

domingo, 27 de septiembre de 2009

Historia de Villardompardo y sus personajes durante el siglo XVI. 2ª parte.

HISTORIA DE VILLARDOMPARDO Y DE SUS PERSONAJES DURANTE EL SIGLO XVI

Capítulo II

En el primer capítulo sobre la historia de nuestro pueblo, publicado en el programa de las Fiestas de la Juventud 2008, hablamos sobre todo de los personajes que, de algún modo, tuvieron algo que ver con la localidad. En esta ocasión hablaremos de lo que ocurría en aquel pequeño núcleo urbano llamado Villar Don Pardo de finales del siglo XVI, pero a nivel de calle. Cuáles eran los problemas y necesidades que acuciaban a sus ciudadanos.
Para saberlo es necesario consultar los magníficos archivos existentes en el ayuntamiento y la parroquia. Archivos que de siempre he creído destruidos, en gran parte, por acontecimientos históricos relativamente recientes, pero que afortunadamente no ha sido así, ya que se conservan en un buen estado.
La lectura de los archivos municipales de esta época es un trabajo difícil, por el tipo de caligrafía, el deterioro del papel y tinta, por las abreviaturas que se utilizaban y por la carencia de normas ortográficas o desconocimiento de ellas por parte del que escribía. Por todo ello hace falta una persona experta en paleografía que “traduzca”estos textos a un castellano entendible en la actualidad. Este importante trabajo lo hizo D. Mariano Sáez Gámez, padre del actual secretario del ayuntamiento, hace ya algunos años.
Gracias a estos extractos de las Actas Capitulares, que comienzan en 1592, nos podemos hacer una idea de cuáles eran los problemas que sufría nuestro pueblo y cómo era la vida cotidiana en él.

Antes de hablar de las actas capitulares nombraremos tres documentos muy antiguos e interesantes del archivo histórico municipal.


El primero es un bonito escrito realizado con una cuidada letra gótica, al estilo de la utilizada en los monasterios, que trata sobre los estatutos de la cofradía del Santo Sacramento y que data del año 1565, luego es el más antiguo de los archivos. Aquí se habla de la procesión del Corpus y de la celebración de la Octava del Señor. Esta última procesión se realiza dos domingos después del Corpus y según este documento, el Santo Sacramento saldría de la iglesia por la puerta de la plaza, “….iría la calle abajo y por la que está detrás de la dicha iglesia que llaman calle de las Parras y torne entrar en la iglesia por la puerta de junto al huerto”, entendemos que esta puerta sería la situada en la Placituela.
Hoy en día se sigue celebrando la Octava del Señor y el recorrido es el mismo, si exceptuamos que el Santo Sacramento entra y sale por la puerta de la plaza.
La calle de las Parras es la más antigua de todas las nombradas en cualquier documento que haya encontrado, es la actual calle San Francisco de Asís.




Otro de los documentos está firmado en Granada en Diciembre de 1570, por D. Luis de Requesens, lugarteniente de D. Juan de Austria, en el que se dice que no se saque trigo de Villardompardo.



El tercer documento, muy parecido al anterior, está firmado por el mismo D. Juan de Austria en 1570 y trata sobre el levantamiento del embargo del trigo que sufría el Villar por la guerra de los moriscos en Granada, para que los vecinos pudieran comer y realizar la sementera.

Las Actas Capitulares son los resúmenes de los acuerdos que se tomaban en los plenos municipales, que en aquella época recibían el nombre de cabildos. Comienzan en Octubre de 1592, y empiezan así:

-El 18 de Octubre de 1592 falleció Don Fernando de Torres y Portugal, el Conde de Villardompardo, hacía algo más de un mes que había muerto Felipe II. El cabildo del pueblo se reunió y ordenó que los vecinos sacaran lutos por su fallecimiento. En aquella época el Concejo (la corporación municipal) estaba formado por los siguientes componentes:
- Alcaldes ordinarios: Alonso Ruiz Cañadilla y Juan López de Bogas
- Regidores: Alonso García Menchante, Miguel Cibanto y Alonso Gutiérrez Cañadilla. (los apellidos están escritos tal y como vienen en el documento original).

Cuando una persona quería vivir en nuestro pueblo era necesario solicitarlo al cabildo y que un fiador lo presentara como un buen vecino. Por ejemplo el 1 de Noviembre de 1592, Bartolomé de Arrabal solicitó vecindad al cabildo de Villardompardo y su fiador fue Juan Hidalgo.

Otro dato curioso es que el 2 de Noviembre de 1592 fue nombrado escribano, por el Conde del Villar, entendemos que sería D. Juan de Torres, a Don Cristóbal de Cabrera que previamente había trabajado con el rey. Antes de ocupar su puesto tuvo que jurar el cargo.

El 17 de Noviembre de 1592, se reunió el Cabildo del pueblo para acordar el pago de los 32.320 maravedíes que a la localidad le correspondía pagar en concepto de Servicio de Millones a su Majestad. En un principio se acordó poner un impuesto a los bienes de consumo, pero en el cabildo del 23 de Enero de 1593 se ordenó la roturación de setenta fanegas de la dehesa llamada “La Carnicería” para sembrarlas de trigo y el impuesto sólo afectaría al consumo de carne y pescado. Entendemos que una parte del dinero para pagar a su majestad se sacaría de la venta o subasta de estos terrenos comunales (que pertenecían al pueblo) y el resto, al impuesto mencionado anteriormente.
La dehesa de La Carnicería ocupaba las zonas de Picayuelo, El Cerro de la Zahúrda y El Barranco Rodrigo (ahora se le llama Barrancón).

El 5 de Marzo de 1593 el doctor Vargas, gobernador; asistió al cabildo y les recriminó las pocas veces que se reunían para debatir e intentar solucionar los problemas del pueblo. En esta reunión se acordó la obligatoriedad de convocar cabildo los sábados de todas las semanas y la revisión de las ordenanzas municipales que ya eran muy antiguas (si eran antiguas en 1593, imagínense desde cuando estaban establecidas dichas ordenanzas). La revisión la realizarían uno de los alcaldes, Juan López de Bogas y el alguacil mayor Melchor de Soto.


En el cabildo del 9 de Marzo de 1593, se acordó rebajar la pared del arco de la plaza, que estaba fabricado de tapia, por estar muy viejo y que se cubriera el caballete con tejas. También se acordó allanar la isleta que había detrás del horno viejo por causar irregularidad. Otro acuerdo curioso fue aumentar el dinero del depósito de esta villa y que algunas doncellas se casaran, puesto que así lo ordenaba el testamento del difunto Conde D. Fernando de Torres y Portugal. Este testamento quedó guardado en el “Arca del Cabildo”.


En el cabildo del 18 de Marzo de 1593 se acordó roturar tierra de otro monte perteneciente al Villar “El Romeral” para seguir pagando el Servicio de Millones a su Majestad. Para ello fue necesario sacar las encinas que estaban muy espesas y no permitían el arado del terreno, y vender la leña a los vecinos al precio de un real la carga de leña recia y medio real la menuda. También se acordó limpiar el pilón de la fuente que estaba junto al molino de aceite. La fuente es el pilar que todos conocemos y el pilón se refiere al abrevadero que fue derribado hace pocos años y que como podemos comprobar por estos documentos tenía más de 400 años como mínimo. Respecto al molino que se menciona en este escrito del archivo, todavía se puede contemplar parte del muro a la izquierda de la antigua granja del pilar, si miramos desde el ”Chilanco” ( fotos anteriores).

En este año se hace referencia por primera vez a la ermita de San Roque, ya que en el cabildo del 27 de Marzo de 1593 se da la orden de que no pasten cerdos, yeguas ni ganado vacuno desde “las zahúrdas” al cerro San Cristóbal y desde la ermita de San Roque hasta el camino de la venta (la venta estaba en el actual cortijo de Uribe, antes llamado Fuensomera y era propiedad del conde, luego el camino de la venta sería la carretera actual).
En un plano de 1870 “las zahúrdas” aparecen como un recinto cerrado situado en lo que hoy es la prolongación de la calle Atocha. En aquella época este recinto estaba alejado del pueblo para evitar el olor de los cerdos que allí se guardaban durante la noche.

El 7 de Abril de 1593 en los archivos municipales se hace referencia a la Iglesia de la localidad, ya que se acordó la construcción en ella de un escaño lo suficientemente grande para todos los regidores y justicias del pueblo.


Aunque es la primera vez que se habla de la iglesia en los archivos, sabemos que existía el edificio desde mucho antes, ya que en la parroquia hay documentos que hablan de ella desde 1565.
Algo curioso lo podemos observar en la bóveda de crucería que está justo encima de la pila bautismal donde parece leerse en números romanos MDXIV, 1514, ¿Pudo ser este el año de acabado de la primera parte de la obra?.
De todas formas el aspecto del edificio debió ser muy diferente del actual, sería una iglesia más pequeña, ya que el templo se ha ampliado en varias ocasiones y la altura de la torre sería menor.
Si observamos el campanario se puede ver como se divide en tres alturas, en la segunda altura existen restos de los cuatro huecos de las campanas que posteriormente se cerraron y se convirtieron en cuatro ventanas redondas para el reloj o para iluminar las escaleras y se añadió una tercera altura fabricada con unos sillares (piedras) mejor labrados, donde actualmente están las campanas. La torre estaría rematada con un tejado a forma de pirámide octogonal, todavía se puede observar perfectamente la base de ese tejado y no con esa especie de cúpula actual, que desentona con el resto de la edificación.


El 30 de Agosto de 1593 se nombran, con la presencia del gobernador Doctor Vargas, los nuevos componentes del concejo. Estos son:

- Alcaldes ordinarios: Alonso de Contreras y Fernando López Higuero
- Regidores: Lorenzo López, Alonso Gómez y Pedro de Molina.



En Septiembre de este mismo año se hace referencia al arreglo del “Pilar Nuevo” (tal vez sea el pilarillo que esta frente a la fábrica nueva) porque se salía el agua. También se hace referencia a la necesidad de arreglar el hospital que había construido el señor conde D. Fernando, por estar en estado ruinoso y ser muy necesario para albergar a los peregrinos que pasaban por el pueblo. Debemos entender como hospital una hospedería o posada. No se hace mención de la calle donde se situaba dicho hospital, pero en el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1771 se nombra la calle del Hospital, y por las referencias que se dan, parece ser que es la actual calle Atocha.

En Noviembre de este año se siguen los trámites necesarios para roturar los montes del Romeral y el Pardillo, para ello era necesario el consentimiento del cabildo de Martos, puesto que estos montes eran de aprovechamiento común de los dos pueblos. Según este documento nos podemos hacer una idea de la gran extensión del término municipal de aquella época.

En Diciembre de 1593 Doña Inés Manrique (madre del D. Juan de Torres y Portugal) dio la orden de vender 700 fanegas de trigo a los vecinos para la siembra, el precio de cada fanega era de 14 reales.

En enero de 1594, muchos vecinos del pueblo estaban pasando hambre por lo que se dio la orden de sacar 3 fanegas de trigo del depósito (más tarde se nombrará como Pósito) municipal para molerlo, hacer pan y remediar el problema. El precio que se estableció para cada pieza de pan de dos libras de peso, fue de once maravedís.
El Pósito era un edificio donde se guardaba el grano, sobre todo trigo, en tiempos de buenas cosechas, para luego venderlo a un precio módico a los agricultores para sembrar o hacer pan. También era un fondo monetario del pueblo. Los pósitos fueron construidos por orden de Felipe II y remediaron el hambre de muchas personas en los años malos. En nuestro pueblo, según referencias del Catastro del Marqués de la Ensenada, parece ser que estaba en la calle de La Plaza, actual Capitán Ortega Gallo, posiblemente en la casa que está justo por encima de la cooperativa textil, otras personas mayores afirman que estaba en el solar donde se ha construido la consulta médica.

En Febrero de este mismo año el cabildo manifiesta la imposibilidad de pagar el Servicio de Millones al rey por no existir fondos suficientes en el Pósito municipal. Por esto, se ordena a Don Alonso de Molina, depositario, tome la cantidad de 4000 reales para hacer frente a parte del pago y tome buena nota de ello.

El 15 de Mayo de 1594 vino al pueblo un alguacil llamado Alonso Coronado con mandamiento de su majestad para llevarse de la villa la cantidad de 30 fanegas de trigo para la provisión de la Corte. El Concejo se opuso a esta petición por ser poco el trigo que había en el Pósito municipal y mucha la necesidad de los vecinos, así que se decidió dar al Licenciado Coronado la cantidad de 24 fanegas, a lo que éste se opuso.
Debido a la fuerte oposición del alguacil Alonso Coronado con el regidor del Villar Lorenzo López, éste último fue encarcelado en Arjona durante doce días y al final se accedió, por parte del cabildo, a pagar las 30 fanegas de trigo. También se ordenó el día 29 de Mayo el pago del salario a Lorenzo López por los doce días que había estado preso, a razón de seis reales por día. Sin duda fue un comportamiento heroico el del regidor.


Hace poco se le puso el nombre de “Regidor Lorenzo López” a la calle de la guardería municipal. Ha sido una buena idea.

El 22 de julio de este mismo año se prohibió que el ganado vacuno que estaba pastando en el campo se le diera de abrevar en el pilar, ya que cuando volvían los agricultores de sacar las parvas se encontraban sin agua para darles de beber a las bestias. La prohibición se prolongó hasta el 15 de Agosto de ese mismo año.

En el Cabildo del 27 de Septiembre de 1594 se hace referencia por primera vez al nuevo conde del Villar, D. Juan de Torres y Portugal. En este día el señor conde nombró gobernador de la villa a D. Juan de Herrera, vecino de Jaén.
En este mismo mes se renuevan los cargos del Concejo que serían:

- Alcaldes ordinarios: Juan López de Bogas y Alonso Hernández Cañadilla
- Regidores: Alonso García Menchante, Alonso García de Armenteros y Alonso Ruiz Cañadilla.
- Alcaldes de la Santa Hermandad: Lucas Cobo y Gaspar Gregorio de Horosco. Estos cargos aparecen por primera vez en las actas del concejo.
La Santa Hermandad fue creada para cuidar los caminos de ladrones y gentes de mal vivir. Cada pueblo tenía la obligación de organizarla con sus propios vecinos.

En el cabildo del 4 de Octubre de ese mismo año se tomaron varias medidas:
La primera referente al número de llaves del Pósito y quienes las debían tener.


Otra sobre la prohibición de dejar sueltos los animales en los olivares por el daño que allí podían causar. Otra medida fue nombrar barbero de la localidad a D. Alonso García para que realizara las sangrías propias de su oficio. Se puso la condición de que tenía que residir en el Villar y cobraría la cantidad de 12 ducados al año. Está claro que la función del barbero era muy diferente a la que conocemos ahora.
La última medida fue el pago que tuvo que hacer el concejo a varios vecinos, por los daños que el toro semental, que el ayuntamiento había comprado para cubrir desinteresadamente a las vacas, había causado en los trigales y huertas por andar suelto en el campo.

A principios del año 1595 se reparte pan amasado entre los vecinos más necesitados y también se pide al Señor Obispo de Jaén haga merced de enviar pan a los pobres de la localidad. En otro cabildo se da la orden de reparar los puentes del Tarahal, del Caz y la pasada del Barranco Rodrigo por su mal estado. La reparación se llevaría a cabo como había sido la costumbre desde tiempo inmemorial, es decir, repartiendo peones entre los vecinos.
No he conseguido saber con seguridad cuáles eran esos sitios, pero por referencias de algunos mayores creo que el puente del Tarahal era el del camino de la Rata, el del Barranco Rodrigo era el puente del Rejano y el del Caz el puente de la carretera de Fuerte del Rey.

En febrero de este mismo año se nombra a Juan de Hoya como “cogedor” de la bula de la Santa Cruzada, pero éste revoca el nombramiento y se hace otro a favor de D. Cristóbal Bailén. En este mes también se decide que la puerta del pósito tenga dos llaves, una en poder del depositario y otra en manos del regidor Cristóbal de Bogas.

En Marzo de 1595 se vuelve a imponer penas al ganado que ande suelto por el Caz alto de esta villa (se refiere a la zona que ahora conocemos como los Pechos pero muy cerca del Salado, allí había un caz para el riego, es decir una acequia).
En este año también se decide coger prestados del Pósito 400 ducados para comprar trigo al mejor precio posible y ponerlos en el depósito municipal.
Como hemos podido comprobar este año fue muy duro para los más pobres de la localidad.

En los archivos municipales hay un vacío de tres años. El siguiente cabildo registrado data del 22 de Noviembre de 1598. En él se nombra una comisión para que compre trigo al mejor precio posible debido a la escasez que había en el Pósito.

En el cabildo del 22 de Diciembre de este año se nombran los componentes del nuevo concejo que son:
- Alcaldes ordinarios: Alonso de Molina y Juan Hidalgo.
- Alguacil mayor: Alonso de Pedro Álvarez.
- Regidores: Pedro Fernández de Armenteros y Gaspar Gregorio de Orozco.
En este mismo día se admite como vecino a Juan de “Menjíbar”.
En el cabildo del 2 de Enero de 1599 se nombra a Cristóbal de Molina como cuidador del reloj de este concejo para “tañer (tocar) a la hora de la queda”. Por este trabajo recibiría la cantidad de once ducados al año.

En esta época el conde del Villar tenía la suficiente autoridad como para aceptar o rechazar algunos miembros nombrados para el cabildo. Así el 19 de Enero de 1599 el Conde D. Juan de Torres y Portugal revocaba a los Alcaldes de Hermandad Luis de Molina y Manuel…(Ilegible) por Gregorio de Soto y Juan de Hoya, por motivos que no se expresan. También rechazó al Alguacil Mayor Alonso de Pedro Álvarez, vecino de esta villa.

Algo muy curioso ocurrió en el cabildo del 12 de Julio de 1599 en el que se declaró una epidemia de peste. No se menciona que afectara a nuestro pueblo pero se tomaron medidas como poner cerca en aquellos sitios donde sea necesario y dejar dos puertas para el servicio de los vecinos. Se impusieron penas a aquellas personas que entraran o salieran saltando las tapias, a los que osaran albergar en su casa personas forasteras, ropa u otra cosa, ni “dejar salir o entrar por corrales y postigos a personas ajenas”. También se dio la orden de que cada vecino barra y riegue la parte perteneciente a su casa.

En Octubre de 1599 el arroyo Salado se había llevado un puente de madera (no se especifica el lugar) y se mandó construir otro con los estribos de cal y canto y por encima las vigas de madera, ya que era mucho el beneficio que reportaba a los vecinos.


En Diciembre de este año se hace referencia de nuevo a la necesidad que padecen muchos vecinos por no haber personas que vendieran pan cocido, a lo que se puso remedio.
En este mismo mes se nombró nuevo cabildo con la presencia del Señor Conde. Los cargos recayeron en las siguientes personas:

- Alcaldes ordinarios: Lucas Cobo y Alonso de Pedro Álvarez.
- Regidores: Gregorio de Soto, Alonso de Contreras y Juan de Hoya.
- Alcaldes de Hermandad: Manuel ….(Ilegible) y Francisco de Zafra.
- Padre de menores: Alonso García Merchante (es la primera vez que aparece este cargo).
Como resumen de las actas capitulares podríamos llegar a la conclusión de que Villardompardo funcionaba de forma casi autárquica , independiente de los demás municipios, el cabildo ponía los impuestos que creía convenientes, roturaba los montes cuando era necesario y utilizaba el Pósito para remediar la necesidad de los vecinos, que era mucha.
También hemos comprobado como la presión fiscal de la corona era enorme y muchas veces el municipio se las veía y deseaba para hacer frente a ella.
Por último diremos que este siglo XVI ha sido el más importante para la historia de nuestro pueblo, por la influencia de los personajes que en él vivieron, porque durante esta centuria se acometieron las obras de la iglesia, tal vez de la ermita de S. Roque y Virgen de Atocha, y el castillo se convirtió en castillo-palacio como residencia permanente o temporal de aquellos personajes.
Para acabar diremos que contrasta mucho la importancia de los condes y señores del Villar con la enorme necesidad y presión fiscal de las personas que vivían en el pueblo.

Y….el “Salao” siempre ha dado problemas con sus riadas.

CONTINUARÁ

Fuentes consultadas:
● Archivos Municipales (caja 507) : Actas Capitulares, transcritas por D. Mariano Sáez Gámez.
● Archivos Municipales (caja 517) : Borrador del Catastro del Marqués de la Ensenada.
● Algunas personas mayores del pueblo, que son los que más saben.
● JAÉN. Editorial Andalucía.
● Fotos del autor.


Carlos Ramírez Perea

domingo, 30 de agosto de 2009

Vídeo de la Virgen de Atocha

Entrada de la Virgen de Atocha a su ermita, vídeo procedente de youtube.

Cabalgata de los Reyes Mayos Villardompardo 2009

Vídeo de la cabalgata de los Reyes Magos procedente de Youtube.

martes, 25 de agosto de 2009

Historia de Villardompardo y sus personajes durante el siglo XVI

EL PROBLEMA DE LA SUCESIÓN DEL TÍTULO

Se sabe muy poco desde la conquista de aquella pequeña alquería en 1246 por las tropas de Fernando III “El Santo” a la que se le puso el nombre de Villar Don Pardo, hasta que a finales del siglo XIV fue otorgada a la familia Torres con el Título de Señores de Villardompardo, con la condición de repoblarla ya que había quedado destruida por los moros en una de sus incursiones en el reino de Jaén.

La historia de nuestro pueblo es interesante, pero sin duda el siglo más importante ha sido el XVI por la influencia de los personajes que vivieron en él.

Veamos algunos de los acontecimientos más curiosos de este siglo:

Hacia el año 1500 la Señora de Villardompardo, Doña Teresa de Torres, viuda del influyente Condestable D. Miguel Lucas de Iranzo, se encontraba en una situación complicada ya que había perdido gran parte del poder que tenía en la ciudad de Jaén, en el último cuarto del siglo XV.

También su único hijo, D. Luis Lucas de Torres, había ingresado en el monasterio de San Francisco del Monte, en la provincia de Córdoba, tras un desengaño amoroso, y los Reyes Católicos abandonaron la ciudad de Jaén después de la conquista de Granada, alejándose el gran apoyo de Doña Teresa; la reina Isabel la Católica, su gran amiga.




Por estas circunstancias, la Señora del Villar, decidió en este año de 1500, abandonar Jaén de incógnito, con algunas de sus valiosas joyas y acompañada por una o dos doncellas. Se dirigió hacia Écija y allí ingresó como monja clarisa en el convento de Santa Inés, pagando su dote con las joyas que llevaba. El ingreso lo hizo con total anonimato y profesó con el nombre de Sor Luisa de la Cruz. Eligió el mismo nombre que su hija fallecida siendo niña.

El anonimato de la señora duró poco tiempo, porque la reina Isabel la Católica descubrió el paradero de su amiga Teresa.

El primer año de noviciado para la Señora de Villardompardo fue todo un ejemplo en el convento de Santa Inés, así que cuando la reina fundó el convento de Santa Isabel en la ciudad de Granada (en el Albaicín) se acordó de su amiga Doña Teresa de Torres (Sor Luisa de la Cruz) y la envió a este convento como abadesa.

Los años que permaneció Doña Teresa en el convento de Granada, fueron ejemplares, su fama creció en toda Granada por convertirse en refugio de los más necesitados, tanto fue así que tras su muerte hubo quién pidió su santidad.

El hijo de Doña Teresa, como dijimos anteriormente, estaba en el monasterio de San Francisco del Monte y allí murió en 1510, sin descendencia.
Doña Teresa de Torres murió en el convento de Santa Isabel de Granada en 1521 y en ese mismo lugar fue enterrada. Sus hijos y marido habían muerto, luego se planteaba el problema de la herencia del mayorazgo (privilegios que tenía una persona y que se transmitían al hijo mayor) y el título de Señor/a de Villardompardo.

El problema se solucionó, heredando tanto el mayorazgo como el título
el hijo de Dionís de Portugal y Torres (primo hermano de Dª Teresa) y de Isabel Fajardo, llamado D. Fernando de Portugal y Torres.

Durante la vida de Doña Teresa, Señora de Villardompardo, no se menciona en ningún momento que residiera en nuestro pueblo, aunque fuera por periodos cortos de tiempo, aunque sí se habla de breves estancias en Bailén, Andújar o Mengíbar, por diversos motivos, como por ejemplo, algunos brotes de peste en Jaén.

Nuestro pueblo debió ser un núcleo urbano demasiado pequeño para lo que ella estaba acostumbrada y el castillo carecería de la más mínima comodidad ya que hasta ahora había estado destinado a la defensa de la zona y no a residencia palaciega como más tarde lo fue.

D. Fernando de Portugal y Torres, heredero del Señorío del Villar, era una persona importante ya que era nieto por una parte del adelantado mayor de Andalucía y por otra de don Fernando de Portugal hijo del Infante D. Dionís de Portugal y Juana de Castilla, esta última hija de Enrique II. Al recibir el título de Señor del Villar y el mayorazgo, intercambió el orden de sus apellidos y desde entonces se llamó D. Fernando de Torres y Portugal. Por eso en el escudo de Villardompardo aparecen las torres del apellido “Torres” y los escudos de la monarquía portuguesa.


D. Fernando se casó con Dª Beatriz de Luxán y tuvo tres hijos: Bernardino, Alfonso e Isabel.




Cuando murió D. Fernando, su mujer, Dª Beatriz de Luxán se casó en segundas nupcias con D. García de Villarroel, adelantado de Cazorla, y a esta villa se fue a vivir con su esposo y los tres hijos que tuvo del matrimonio anterior:

•Alfonso murió sin dejar descendencia.
•Isabel se casó con el hijo de su padrastro Juan de Villarroel.
•Bernardino a la edad de 13 o 14 años se casó, forzado por su padrastro, con una hija de éste, Luisa de Villarroel, pero “no hubo cópula, por estar el joven Bernardino demasiado presionado” así que como pudo y de incógnito escribió una carta a un criado suyo, el alcaide de Villardompardo, éste al cabo de unos días se personó en secreto en Cazorla y huyeron los dos hasta el castillo de Villardompardo, para evitar ser perseguidos pusieron las herraduras de los caballos al revés.

Una vez a salvo pidió la nulidad del matrimonio anterior y el obispo de Córdoba se la concedió.
Bernardino de Torres y Portugal heredaría el título de Señor del Villar y el mayorazgo tras la muerte de su padre.

Bernardino se casó con Dª María Mexía Ponce de León, hija del Señor de la Guardia y tuvo dos hijos, Fernando y Beatriz, ésta última se casó con D. Luis de Carvajal, señor de Jódar y no tuvo descendencia.


EL PRIMER CONDE DEL VILLAR

A la muerte de Bernardino heredó el título su hijo mayor, D. Fernando de Torres y Portugal (llamado igual que su abuelo), que se convertiría en el personaje más importante de la historia de nuestro pueblo.

Cuando heredó el titulo, su tía Dª Isabel de Portugal, la que se había casado con D. Juan de Villarroel, se lo intentó arrebatar a favor de su hijo, alegando que el matrimonio entre D. Bernardino y Dª María Mexía no había sido legítimo, pero al final no consiguió nada.

D. Fernando se casó en primeras nupcias con Doña Francisca Ossorio de Carvajal, hija de los Señores de Jódar, y en segundas con Doña María Carrillo de Córdoba, hija de los Señores de Algarrobo. Con la primera esposa tuvo los siguientes hijos:1 Bernardino de Torres que se casaría con Dª Inés Manrique, hija de los marqueses de la Guardia. 2 Diego de Torres. 3 Luis de Torres. 4 Fernando de Torres. 5 Gonzalo y 6 María.

Con la segunda esposa D. Fernando tuvo los siguientes hijos: 1 Jerónimo de Torres, que más tarde sería Caballero de la Orden de Santiago. 2 Juan de Torres y Córdoba que fue Rector de la Universidad de Salamanca y Canónigo de Jaén.3 Manuel de Torres, también fue Caballero de la Orden de Santiago. 4 Diego de Torres y 5 Micaela de Torres. Tal vez, estos dos últimos murieron sin casar. Algunos de ellos fueron bautizados en la iglesia de Villardompardo y podemos observar sus actas bautismales en los archivos parroquiales de nuestra villa.

Estos archivos comienzan en 1565, según lo ordenado en el Concilio de Trento, por lo que los hijos que nacieron antes de esta fecha no pudieron inscribirse.

Las actas bautismales presentes en el archivo son las de los siguientes hijos/as: D. Jerónimo, bautizado en Noviembre de 1566, D. José (puede que sea D. Juan) bautizado en marzo de 1568, D. Francisco, bautizado en mayo de 1570 (Francisco no aparece como hijo de D. Fernando, puede que muriera muy joven), D. Manuel, bautizado en Junio de 1575 y D. Diego, bautizado en febrero de 1577. Todos estos hijos los tuvo con la segunda esposa y todas las actas bautismales aparecen en el primer libro de los archivos parroquiales y firmadas por un tal “Maestro Cibantos”, Prior de la “Iglesia de esta Villa”. En ningún momento aparece como Parroquia de la Virgen de Gracia.




El hecho de bautizar aquí a sus hijos nos hace sospechar que D. Fernando pudo vivir durante algunos periodos en el castillo, convertido en esta época en castillo-palacio y con una portada renacentista recién hecha, con su gran escudo nobiliario en la entrada.

En 1558 el mismo Felipe II designa a Villardompardo como cabeza de condado por lo que D. Fernando de Torres y Portugal pasa de Señor del Villar a Primer Conde de Villardompardo, con todos los privilegios que ello conllevaba. Además D. Fernando poseía los siguientes cargos: Caballero de la Orden de Santiago, Alférez Mayor y Veinticuatro de la ciudad de Jaén, Capitán General del Principado de Asturias, Asistente en Sevilla y sin duda el cargo de mayor importancia; Virrey del Perú.

SU VIRREINATO EN PERÚ

Este cargo lo ocupó desde el 30 de Noviembre de 1586 hasta el 8 de Enero de 1590 (en algunas fuentes varían algo estas fechas, pero en poco).
Cuando viajó al Perú, no lo hizo solo sino con su nieto Fernando, hijo de Diego.
Este nieto terminaría formando con el tiempo una rama familiar de los Torres y Portugal en América.
Según las fuentes consultadas su virreinato en Perú fue bueno para unos o desastroso para otros.

En una crónica de la época se cuenta: “En los tres años de su gobierno no hizo el conde de Villardompardo sino amenguar el patronato, entrar en querellas ridículas con los inquisidores, dar pábulo a las disensiones de la Audiencia, dejar sin castigo a los defraudadores del fisco y permitir que en todas las esferas oficiales se entronizase la inmoralidad.

En cambio en otras fuentes se dice que a pesar de los problemas a los que hizo frente el Virrey del Perú, consiguió enviar a la corona española más de cinco millones de ducados, incrementó la armada, fortificó el puerto del Callao, sustituyó el cargo de alcalde de Lima por el de corregidor, hizo frente al terremoto de 1586 racionando los cereales y otras muchas medidas.
Fuera como fuese la verdad es que D. Fernando tuvo que hacer frente, durante su virreinato, a graves problemas como:

- Una epidemia a mediados de 1586 de viruela, sarampión y parotiditis que apareció en Cuzco y se extendió hacia el norte.
- Otra epidemia de peste que afectó sobre todo a la población indígena y negra, dedicada a las labores domésticas y a los trabajos en el campo, la pérdida de población fue enorme, por ejemplo Lima perdió el 20% de los habitantes.
- Tres años más tarde otra epidemia, esta vez de tifus exantemático, se extendió por el virreinato del Perú y diezmó la población.
- El miércoles 9 de Julio de 1586, entre las siete u ocho de la tarde un violento terremoto sacudió todo el territorio, provocando enormes destrozos en la ciudad de Lima y otras muchas cercanas a ella.

D. Fernando se encontraba en aquellos momentos en el puerto del Callao despachando la Armada Real y le escribió una carta a su Majestad Felipe II, diciendo literalmente: ”…me vino un aviso del puerto de que la mar se retiró y se recogió como siete estadios y volvió a salir muy alta sobre tierra con gran ruido llevándose la barraca y mercaderías que en ella estaban y algunos barcos y carros y mucha madera gruesa que estaba apilada. El agua llegó hasta el Monasterio de Santo Domingo (a unos 250 metros de la orilla). Fue tanta el agua que quedó allí que al cabo de algunos días aún no se podía pasar a caballo…”. Sin duda describió un tsunami.

- Para colmo de males, en Mayo de 1587, el pirata británico Thomas Cavendish, se dejó caer por las costas peruanas arrasando algunas pequeñas poblaciones del norte. Aunque Don Fernando envió la armada contra ellos, no pudieron darle alcance por la gran ventaja que les llevaba. Debido a este grave incidente, el virrey decidió instalar baterías defensivas y levantar fortificaciones en el puerto del Callao.

En 1589, se tomó la decisión, por parte de su Majestad , de relevar al “achacoso y discreto” Conde de Villardompardo, por un hombre más joven y enérgico. Se nombró como sucesor y Virrey al Marqués de Cañete, D. García Hurtado de Mendoza, cuyo mandato duró hasta 1596.
Algunas anécdotas curiosas de la estancia del Conde del Villar en Perú fue la fundación de una ciudad a la que llamó Villardompardo, cerca del volcán Chimborazo, en la actual República del Ecuador y que más tarde cambió el nombre por Riobamba (en la foto de abajo).

Durante el Virreinato de D. Fernando nació en Lima, el 30 de Abril de 1586, la que más tarde sería Santa Rosa de Lima, hija de Gaspar Flores y María de Oliva.
Durante sus años de mandato, el Virrey fue apodado por las jóvenes limeñas como “El Temblecón” por el temblor acusado de sus manos.

Una vez relevado de su cargo, el conde se retiró al conventillo franciscano del pueblo de la Magdalena, hasta que se le proporcionó navío para que su nieto y él regresaran a España.
Su nieto volvería a América años más tarde y fundaría la rama familiar que comentamos anteriormente.

Una vez en España, mandó construir un palacio en la actual plaza de María Luisa Marillac de Jaén. La construcción se hizo sobre las ruinas de los antiguos baños árabes y fue acabada en 1592, el año de su muerte.

La función de esta edificación ha ido cambiando con el tiempo, desde 1751 hasta 1970 fue hospicio, casa cuna y casa de maternidad. Su fachada de piedra tiene una portada severa, sobre la que se sitúa una inscripción alusiva a su función de hospicio. Las ventanas se ordenan en ella de forma simétrica. Al lado se alza la portada de la iglesia de la Visitación, que formaba parte del hospicio.

El palacio, que se conoce como “Palacio de Villardompardo”, fue restaurado después de haber realizado su función y recibió el premio Europa Nostra en 1984, por el impecable trabajo que se hizo. Actualmente alberga el museo de Artes y Costumbres y de Arte Naïf y en los subterráneos se encuentran los Baños Árabes del siglo XI.

A la muerte de D. Fernando, acaecida el 18 de Octubre de 1592, le correspondía heredar el título de conde a su hijo mayor Bernardino, pero éste había muerto en vida de su padre.

Como habíamos comentado D. Bernardino se casó con Dª Inés Manrique, hija de los Marqueses de la Guardia, con la que tuvo tres hijos: Juan de Torres y Portugal (el mayor), Bernardino y Fernando, por lo que el título de Conde de Villardompardo pasó del abuelo D. Fernando al nieto D. Juan.

D. Juan de Torres y Portugal , segundo conde de Villardompardo, quizás sea el que más relación haya mantenido con el Villar y tal vez residiera en el castillo durante largos periodos de tiempo, porque son muchas las veces que preside los cabildos municipales y toma numerosas decisiones importantes para el municipio, según nos cuentan los archivos municipales. También bautizó en nuestra iglesia algunos de sus hijos, según consta en las actas bautismales de la parroquia.


Su mandato duró hasta el 20 de marzo de 1612, día de su muerte. El acta de defunción se encuentra en los archivos parroquiales, en el primer libro de defunciones, en la que parece leerse que fue enterrado en la Virgen de Atocha, pero no está muy claro (foto de arriba).

CONTINUARÁ

Fuentes consultadas:

“Teresa de Torres” de María del Consuelo Díez Bedmar.
“Villardompardo. Aproximación Histórica” de José Torres Domínguez.
Archivos parroquiales y municipales.
Muchas páginas de Internet

Autor: Carlos Ramírez Perea
© copyright Carlos Ramírez Perea. 2009

jueves, 20 de agosto de 2009

Historia del apellido Calvache 2ª parte


El libro Nobiliario de los Reinos y Señoríos de España de Francisco Piferrer de 1858, en su tomo cuarto nos dice de este apellido que “la familia distinguida en estos reinos con el apellido Calvache tuvo su primer asiento y origen en el reino de Galicia, y reconoce por tronco y principal ascendiente a Genaro Ponce de León, hermano del adelantado don Juan Ponce de León, que florecieron en el siglo XII y reconquistaron muchos pueblos de los moros. Y por haberse apoderado Genaro a fuerza de valor e intrepidez y después de una sangrienta lucha de un territorio llamado entonces Calvache tomó este nombre por apellido, y lo han conservado sus descendientes en memoria de tan esclarecido y esforzado progenitor, a pesar de ser oriundos de la ilustre casa de los Ponce de León.

En el año 1530 el emperador Carlos V hizo caballero doredo a Juan Evangelista Calvache, por real cédula en la cual se expresa ser descendiente del de arriba nombrado don Genaro Ponce de León, señor de Calvache y otros estados.

En tiempos posteriores se halla a don Francisco Calvache, de la jurisdicción de Pontevedra que casó con doña Jacoba de Pereira, hija del alcalde de la fortaleza de Olite, en Andalucía. Don Juan Payba casó con doña Beatriz de Calvache, cuyos hijos fueron don Juan, don Ventura y don Basilio de Payba y Calvache.

Sus armas son en campo de oro un puente verde y encima un caballero armado con espada, y en lo alto del escudo una rodela de gules y en ella una corona imperial de oro”.

Los Calvache en Villardompardo

El apellido Calvache tiene su origen en Villardompardo gracias al matrimonio entre una villarenga y un tosiriano.

El 27 de abril de 1795 Francisco de Sales Calvache, vecino de Torredonjimeno, hijo de Pedro Calvache y de María de Begaira, nieto por línea paterna de Juan Calvache y Josefa de Ortega, naturales de otra villa a la parroquia de Santa María, y por línea materna de Juan Manuel de Guevara e Isabel de Arquillo, de la misma naturaleza a la parroquia de san Pedro. Se casa con María Josefa de la Cámara, natural y vecina de Villardompardo, hija de Diego de la Cámara y de Manuela Josefa Pariente, nieta por línea paterna de Juan de la Cámara y María de Ortega y en la materna de Pedro Pariente, natural de esta villa y Ana de Torres, natural de Torredonjimeno.

En un próximo capítulo veremos el apellido en Torredonjimeno.

Saludos.
© copyright F. Maldonado Calvache. 2009

jueves, 13 de agosto de 2009

Historia del apellido Calvache 1ª parte

Las ansias del conocimiento a veces nos llevan a lugares inexistentes en nuestra memoria.

El veinticuatro de marzo de dos mil ocho puse un mensaje en el foro de Villardompardo de Foro-ciudad.com. Pocos días antes había visto en la guía de teléfonos que en este pueblo abundaba el apellido, probé suerte, escribí un mensaje y el azar o destino hizo que respondiera Carlos Ramírez, estudioso y amante de la historia de su pueblo, Villardompardo.

Gracias a este simple hecho, se ha creado una buena relación de amistad y una colaboración que nos ha llevado a profundizar en el conocimiento de la historia.

Hace ya bastantes años que comencé mi investigación. Empecé preguntándoles a mis padres, abuelos y tíos, nombres, fechas, lugares… cualquier dato de cualquier persona siempre ha sido un pequeño tesoro que he guardado en mi cuaderno de notas. Datos que se han ido sumando a otros formando respuestas y que completan las ramas de ese árbol genealógico.

En la actualidad tengo cuatro ramas diferenciadas, la almeriense-granadina (Valle del Andarax-Guadix), la jiennense (Villardompardo-Torredonjimeno), la alicantina (Alcoy) y la extremeña.
Las ramas que estoy investigando son las dos primeras, una por ser la mía y la otra por disponer de la ayuda necesaria para ello.

Como en todo estudio genealógico, comenzaré por lo que ya se ha escrito.

El Diccionario Hispanoamericano de Heráldica en su volumen 31 página 237 nos dice que el apellido tiene su origen en Galicia, en 1530 el emperador Carlos V hizo caballero a Juan Evangelista Calvache por real cédula en la que se expresa que dicho Juan era descendiente de Genaro Ponce de León, Señor de Calvache, que tomó el nombre de este señorío por apellido, continuándolo sus sucesores. En la provincia de Valladolid tuvo casa solar en Medina del Campo, documentada en 1569, y en la ciudad de Valladolid.

Probaron su nobleza ante la Chancillería de Granada: Manuel de Calvache, vecino de Mazarrón (Murcia) en 1816 y Juan de Calvache y Moya, vecino de Laujar de Andarax (Almería) en 1832.
Este diccionario también nos describe como es el escudo de armas: en campo de oro, un puente de sinople sumado, de un guerrero jinete en un caballo blanco. En el jefe, una rodela de gules cargada de una corona imperial de oro.

El cronista y rey de armas Antonio de Rújula y Busel le indica las siguientes armas: en campo de oro, un puente de sinople y encima un caballero armado con una espada, en lo alto del escudo una rodela de gules y en ella una corona imperial de oro.

Los Osorio-Calvache de Granada usan un escudo partido primero en oro, con dos lobos de su color, puestos uno y otro, armas de Osorio y, segundo, en azur con cinco estrellas de oro puestas en souter, armas de Calvache. Bordura de gules cargada de nueve aspas de color.
Otros: en campo de oro, cinco bandas, de azur, cargada cada una de una cotiza ondulada, de plata.
Escudo de armas de los Osorio-Calvache

Continuará.

© copyright F. Maldonado Calvache. 2009

miércoles, 8 de abril de 2009

Bienvenida

Este es el blog de mi amigo Carlos Ramírez , estudioso y enamorado de su pueblo, Villardompardo.
Espero que lo llenes con historias y leyendas villarengas.

Un saludo.
Paco Maldonado.