HISTORIA DE VILLARDOMPARDO Y DE SUS PERSONAJES DURANTE EL SIGLO XVII
Capítulo V
Contexto Histórico
Tras la muerte de Felipe III, del que hablamos en el capítulo anterior, le sucede su hijo Felipe IV, conocido también como “El Rey Planeta”. Reinó desde 1621 hasta 1665, en total algo más de 44 años, el segundo reinado más largo en la historia de España. Fue un hombre inteligente y bien educado para el cargo que iba a desempeñar pero, como era costumbre en la época, cedió los poderes a su hombre de confianza, el conde-duque de Olivares, quien deseaba devolver a España el prestigio y la hegemonía de tiempos pasados. Por ello movilizó todos los recursos del país, con lo cual la pobreza y las revueltas en el reino se agudizaron. Para mantener las guerras con Francia, Inglaterra y Países Bajos, obligó a los demás reinos de España a participar con dinero y soldados, ya que todo el peso de estos conflictos recaía sobre el Reino de Castilla. Las protestas no se hicieron esperar, Portugal (integrado en la corona desde 1580) se independizó definitivamente de España en 1640. En Cataluña se produjo un conflicto con carácter independentista que duró desde 1641 hasta 1652, ayudada por Francia. Lo más curioso para nosotros fue el intento del duque de Medina Sidonia de la constitución de un reino andaluz independiente, pero fracasó en 1641. También ocurrió algo parecido en Aragón. Tras estos conflictos, España siguió constituida como una Confederación de Reinos, cada uno con sus leyes y costumbres, hasta la llegada de los Borbones en el siglo siguiente.
Tras la muerte de Felipe IV en 1665, le sucede su único hijo varón legítimo, Carlos II (foto del margen). Como curiosidad diremos que el rey Felipe tuvo varios hijos ilegítimos, el más conocido fue D. Juan José de Austria, fruto de un romance muy sonado en Madrid con una conocida y bella actriz de la época, Josefa Calderón (La Calderona).
El reinado de Carlos II duró desde 1665 hasta 1700. Fue conocido con el apodo de “El Hechizado”. Los diferentes matrimonios entre familiares muy cercanos (consanguíneos) hizo que este “pobre hombre” heredara grandes problemas físicos y psíquicos. Algunos estudios médicos actuales, aseguran que casi con toda probabilidad, el rey padeció Síndrome de Klinefelter con posible mosaico, es decir, una parte de sus células tenían un cromosoma X de más, lo que provocaba debilidad muscular, retraso mental, esterilidad y cierto afeminamiento en su aspecto, además de otras enfermedades genéticas fruto de los cruces entre personas emparentadas entre sí. Se calcula que el 25% de sus genes estaban repetidos.
Su madre, Mariana de Austria, se hizo cargo de la regencia hasta la mayoría de edad del rey, pero cuando esta llegó, el monarca entregó el poder a sus validos.
Carlos II se casó dos veces pero los hijos no llegaban. Rápidamente la corte, consciente de la esterilidad del rey, se llenó de intrigas palaciegas para nombrar al sucesor. Poco antes de morir, en 1700, el soberano nombró como heredero a su sobrino, y nieto de Luis XIV (rey de Francia), Felipe de Anjou, que se convertiría en Felipe V, extinguiéndose de esta forma la dinastía de los Austrias e iniciándose la de los Borbones.
Algunos países europeos, como Inglaterra y Holanda, no estaban de acuerdo con este heredero ya que temían la unión entre Francia y España y proponían al archiduque Carlos (hijo del emperador de Austria) como sucesor, desencadenándose así la Guerra de Sucesión a la corona española en mayo de 1702.
Como dijimos en capítulos anteriores, D. Diego Fernando de Córdoba y Portugal, VI Conde de Villardompardo, nacido en Madrid en 1641 y muerto en 1693, fue Gentilhombre de Cámara de Carlos II. Un gentilhombre era la persona que despachaba al rey con un pliego de importancia para darle noticia de algún buen suceso y también acompañaba al rey cuando éste salía de sus aposentos. Este cargo siempre lo desempeñaba alguien perteneciente a la nobleza española, como era éste el caso.
Las Actas Capitulares
Como dijimos en el capítulo anterior, hay un enorme salto de 64 años en las actas capitulares, desde 1610 (reinado de Felipe III) hasta 1674 (reinado de Carlos II).
En este año de 1674, en el que comienzan a escribirse de nuevo las actas, eran alcaldes ordinarios de Villardompardo: Alonso de Molina Malo (que firmaba con un sello, foto del margen) y Alonso García Armenteros. El Alguacil mayor era Juan Parrado y los Regidores: Francisco de Plata, Gabriel Hidalgo y Antonio de Morillas.
Las corporaciones municipales tenían una duración de un año. En Diciembre se proponía una nueva corporación que se mandaba por carta al Conde y si éste daba su visto bueno, cesaba la antigua el 31 de Diciembre y comenzaba la nueva el primero de Enero. La corporación que hemos nombrado anteriormente empezó a trabajar en Enero de 1674 con muchas ganas, ya que hicieron actas para todo, incluso para los acuerdos más insignificantes, por ejemplo:
-El 1 de Enero de 1674 se nombra como cogedor de los maravedís del pescado (un impuesto) a Bernabé de Morillas.
-El 2 de Enero se nombra a Juan Ribero como receptor del papel sellado.
-El 8 de Enero se nombra a Luis de Molina Malo como recogedor y comisario de la Santa Bula (ya hablamos de ello en el capítulo anterior).
-EL 20 de Enero se llega a un acuerdo importante ya que era necesario hacer obra urgente en “las casas del cabildo” (ayuntamiento) ya que los tejados y entresuelos amenazaban ruina por encontrarse hundidos desde hacía tres años. La obra no se debió empezar porque el 24 de Febrero de ese mismo año se tiene noticia del hundimiento de la cárcel y una estancia contigua, ambas alindaban con el ayuntamiento. Ese mismo día, Alonso Rodríguez, maestro albañil, recogió los materiales del aposento hundido y los valoró para luego subastarlos.
Las valoraciones fueron las siguientes:
7 pinos a 18 reales………126 Reales (entiendo que se refiere a palos del entresuelo)
100 cávios………………...8 Reales (¿qué pueden ser los cávios?)
165 tejas…………………30 Reales
TOTAL 164 Reales
-El 29 de Enero de ese mismo año se compran seis libras de cera para la fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria, más una vela de media libra para Nuestra Señora y diez velas de media libra para los oficiales (parece ser que había una cofradía)
■ De nuevo hay un salto en las Actas Capitulares o Libro de Acuerdos, como lo llamaban en aquella época, de ocho años, ya que las siguientes actas datan de 1682, que también son las últimas existentes de este siglo XVII.
- La primera tiene fecha del 7 de Febrero de 1682. Figuran como alcaldes ordinarios:
Pedro de Murcia y Alonso Gutiérrez Sabalete.
Alguacil mayor: Juan Gutiérrez Sabalete.
Regidores: Alonso Gómez de Porcuna, Francisco de Plata y Luis de Molina Soto.
Se toma como acuerdo nombrar cogedor de la limosna de la Bula de la Santa Cruzada de ese año a Juan Granados, vecino de la villa. Debía tener cobrada, bajo su cuenta y riesgo, la limosna de 365 bulas para el primero de Agosto. Sin duda eran muchas bulas para tan pocos habitantes, supongo que una misma persona podría comprar varias porque de no ser así casi todos los habitantes del pueblo tendrían que pagar una, y la presión fiscal era enorme para tener que comprar también la bula.
- El 6 de Marzo de ese mismo año hay una nueva reunión para arrendar tres fanegas de tierra calma de Propios (del ayuntamiento) en el lugar que llamaban “El Cercado” (según bajamos al cementerio, a la izquierda) a Cristóbal Colmenero para que las sembrara de trigo. La duración del arrendamiento sería de cinco años, cuatro para siembra y uno para barbecho.
- Un acuerdo muy importante se toma el 15 de Marzo de 1682 en el que se decide llamar a Juan de Blanca, vecino de Torredelcampo y fiel medidor de tierras, para que mida unas Suertes (parcelas) de tierra de Propios para arrendarlas y sembrarlas de trigo y con el beneficio que se obtuviese, poder pagar a su majestad el dinero que le debía el ayuntamiento y algunos vecinos. Se miden muchas parcelas propiedad del ayuntamiento en lugares muy distintos como: En el Camino Jaén por bajo del Cerro Calera, en el mismo Cerro Calera (situado en la zona de la farmacia de la carretera y casas de alrededor, en aquella época esta zona estaba lejos del pueblo puesto que éste acababa en el badén y el llano), Las Quebradas, Llano del Pilar Nuevo, Picayuelo, Camino de la Fuente, La Moratilla (subiendo por el camino Jaén, cerro de la derecha), El Monte, Camino de Córdoba, El Cortijuelo, Camino del Pozo de la Higueruela, y otros. En total se miden unas 120 fanegas de tierra que se arrendarán a los vecinos para sembrar trigo y pagar sus impuestos. Una vez más las tierras comunales sacan a Villardompardo de apuros.
-Otro acuerdo muy curioso se toma el 29 de Junio de 1682, cuando viene al ayuntamiento el juez D. Juan Bravo de Rivera con una carta del señor Conde, por la que se debían tomar todas las medidas necesarias para evitar el “contagio” (entiendo que se trataba de un nuevo brote de peste) en nuestro pueblo. Parece ser que había que tener especial cuidado con las personas procedentes de Martos, Torredonjimeno y Jamilena, donde se habrían declarado algunos casos de la enfermedad. Para ello se ponen guardias en la entrada de la calle Ancha, por donde pasaban los forasteros que venían con sus productos para comerciar en Villardompardo, y en el “postigo” que comunicaba el palacio con la calle del Hospital y ermita de Nuestra Señora de Atocha, donde últimamente se estaban administrando los Santos Sacramentos por encontrarse de obras la iglesia parroquial (es la primera noticia que tenemos de una obra en la iglesia de Villardompardo)
Se nombraron a quince personas para guardar las puertas por turnos. Cada turno duraba un día natural, desde que se tocaban las campanas para las oraciones hasta el toque del día siguiente. Había pena de cárcel para aquellos de los nombrados que no cumpliesen con su obligación. La lista de aquellos que tenían que hacer los turnos viene al final del escrito y en ella están incluidas las personas más importantes del pueblo: alcaldes ordinarios, alguacil mayor, escribano, etc.
Es curioso como los problemas que tenía el municipio un siglo atrás eran prácticamente los mismos que a finales del XVII: impuestos excesivos, enfermedades y hambrunas.
- El 6 de Octubre de ese mismo año se sigue hablando de la peste y se decide poner cordón a la villa de “Torreximeno” y se guarde de sus vecinos, sin dejarlos pasar a ninguna parte.
- El 1 de Noviembre se habla de la carencia de trigo y se toman las medidas oportunas para remediarlo. También se habla del aforo de la cosecha de vino, así que deberían ser abundantes las vides en el término del pueblo.
-Por último el 13 de Diciembre de ese mismo año se habla del arrendamiento que hace el ayuntamiento de unas suertes de tierra a Alonso Gutiérrez y de que no se acopie sal por los salineros.
Aquí acaban las actas capitulares de este siglo, que casi siempre nos hablan de calamidades de un tipo o de otro.
Evolución de la población de Villardompardo a lo largo del siglo XVII
En un documento presente en el Archivo Histórico Municipal de Jaén que data de finales de 1693 y que ha sido transcrito por D. Eloy J. Jiménez en 2009, se habla de una Real Orden de su Majestad por la que todos los Corregidores , Alcaldes Mayores y Ordinarios de las villas bajo la jurisdicción de Jaén, entre ellas Villardompardo, debían estar enteradas sobre la elaboración de una relación del vecindario (un censo) de cada una de las localidades. Esta Real Orden fue comunicada a cada ayuntamiento para que se hicieran cargo de cumplirla. Para justificar la llegada del documento a nuestro pueblo y quedar enterados de lo que en él se pedía, tenemos este escrito que literalmente dice lo siguiente:
“Villar D. Pardo. En la villa del Villar Don Pardo, en seis días del mes de diciembre de mil seiscientos y noventa y tres años, ante mí, el Sr. Luis de Molina Malo, Alcalde ordinario de esta villa se presentó el despacho de esta otra parte y pidió su cumplimiento y por su merced, visto, oído y entendido mandó se guarde, cumpla y ejecute según y como en ello se contiene, y por defecto de escribano … de esta villa, lo certificó y lo firmé. Luis de Molina Malo Ante mí, Pedro de Ortega Salas”
Al cabo de muy pocos días se envió la siguiente relación de vecinos:
“En la villa del Villardompardo, en diez y ocho días del mes de diciembre de mil y seiscientos y noventa y tres años, yo, Pedro de Ortega Salas, sacristán mayor de la iglesia parroquial de esta dicha villa, certifico en la forma que puedo, por defecto de escribano ni notario alguno, cómo, por el concejo de esta dicha villa se me ha mandado dar y hacer un testimonio de la vecindad que esta dicha villa tiene, y es en la forma siguiente:”
CALLE DEL ARRABAL
(Se refiere a la calle larga)
Isabel López
Alonso García de Martos
Dª María del Corral
Alonso Gómez de Porcuna
Gabriel Hidalgo
Alonso García de Armenteros
José Parrado
Alonso de Moya
Ana Damiana de la Chica
Juan de Zafra
Isabel Cosma de Molina
Lázaro de Zafra
Francisco Álvaro
Águeda de Carrión
Francisco López Gil
Miguel de Ortega?
Juan Granado
Mariana de la Paz
Alonso Garrido
Antonio López
Juan de la Cámara
CALLE ANCHA
Juan Colomo
Francisco Sevilla
Pedro Pariente
Antonio Cenicero
Diego de Ortega
Cristóbal de Oca[ña]
Ana de …
Francisco …
Ma…
[El resto del documento está mutilado]
Es una lástima que no se conserve el resto del documento ya que, de no ser así, podríamos saber el número de habitantes del pueblo, con sus nombres, apellidos y calles de finales del siglo XVII, además, el sacristán estaba haciendo un buen trabajo porque en otros municipios se dio el número de vecinos sin especificar calles o nombres propios, y en el nuestro se hizo bastante bien.
Para que sirva de referencia, aquí tenéis el número de vecinos de algunos pueblos cercanos:
Escañuela 18, Mengíbar 275, Torres 252, Valdepeñas 280, Villargordo 50 y Alcaudete (el padrón mejor hecho) 1261.
Se entiende como vecino al cabeza de familia. Para saber el número de habitantes reales de una población, los historiadores multiplican la cantidad de vecinos por cuatro (en algunos casos he visto multiplicar por 4,5) y de esa forma se calcula el número aproximado de habitantes.
Las referencias que os puedo dar sobre el número de habitantes de Villardompardo se remontan a 1591 con 170 vecinos (alrededor de 680 habitantes reales) y en 1771 con unos 130 vecinos (alrededor de 520 habitantes reales). Es muy posible que durante los siglos XVI, XVII y XVIII Villardompardo no sobrepasara los 700 habitantes reales.
El hecho de poseer el conde buena parte de las tierras del término, hizo que nuestro pueblo se mantuviese en estado prácticamente feudal hasta la abolición de los señoríos en la Constitución de 1812 (La Pepa). El poco movimiento de compra-venta de propiedades por el motivo antes mencionado, los impuestos excesivos, además de hambrunas y epidemias de peste, hizo que la población no aumentase o incluso disminuyese bastante durante estos siglos por las pocas perspectivas de vida que había en nuestro pueblo.
La cosa cambió muchísimo a partir de dicha constitución, pero muchos pueblos ya nos habían echado delante. Exactamente igual le pasó a Escañuela, por pertenecer al mismo condado.
Los Archivos de nuestra iglesia en el siglo XVII
En los ayuntamientos de aquella época no se llevaba ningún registro de nacimientos, defunciones o matrimonios, eso comenzará a hacerse a finales del siglo XIX, pero sí que se anotaban en las iglesias. En la nuestra hay un registro de todo lo que hemos mencionado anteriormente, desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la actualidad.
Se puede hacer un estudio estadístico de la evolución de la población contando los bautizos por año durante el siglo XVII. Éstos quedan reflejados en la siguiente tabla:
Contexto Histórico
Tras la muerte de Felipe III, del que hablamos en el capítulo anterior, le sucede su hijo Felipe IV, conocido también como “El Rey Planeta”. Reinó desde 1621 hasta 1665, en total algo más de 44 años, el segundo reinado más largo en la historia de España. Fue un hombre inteligente y bien educado para el cargo que iba a desempeñar pero, como era costumbre en la época, cedió los poderes a su hombre de confianza, el conde-duque de Olivares, quien deseaba devolver a España el prestigio y la hegemonía de tiempos pasados. Por ello movilizó todos los recursos del país, con lo cual la pobreza y las revueltas en el reino se agudizaron. Para mantener las guerras con Francia, Inglaterra y Países Bajos, obligó a los demás reinos de España a participar con dinero y soldados, ya que todo el peso de estos conflictos recaía sobre el Reino de Castilla. Las protestas no se hicieron esperar, Portugal (integrado en la corona desde 1580) se independizó definitivamente de España en 1640. En Cataluña se produjo un conflicto con carácter independentista que duró desde 1641 hasta 1652, ayudada por Francia. Lo más curioso para nosotros fue el intento del duque de Medina Sidonia de la constitución de un reino andaluz independiente, pero fracasó en 1641. También ocurrió algo parecido en Aragón. Tras estos conflictos, España siguió constituida como una Confederación de Reinos, cada uno con sus leyes y costumbres, hasta la llegada de los Borbones en el siglo siguiente.
Tras la muerte de Felipe IV en 1665, le sucede su único hijo varón legítimo, Carlos II (foto del margen). Como curiosidad diremos que el rey Felipe tuvo varios hijos ilegítimos, el más conocido fue D. Juan José de Austria, fruto de un romance muy sonado en Madrid con una conocida y bella actriz de la época, Josefa Calderón (La Calderona).
El reinado de Carlos II duró desde 1665 hasta 1700. Fue conocido con el apodo de “El Hechizado”. Los diferentes matrimonios entre familiares muy cercanos (consanguíneos) hizo que este “pobre hombre” heredara grandes problemas físicos y psíquicos. Algunos estudios médicos actuales, aseguran que casi con toda probabilidad, el rey padeció Síndrome de Klinefelter con posible mosaico, es decir, una parte de sus células tenían un cromosoma X de más, lo que provocaba debilidad muscular, retraso mental, esterilidad y cierto afeminamiento en su aspecto, además de otras enfermedades genéticas fruto de los cruces entre personas emparentadas entre sí. Se calcula que el 25% de sus genes estaban repetidos.
Su madre, Mariana de Austria, se hizo cargo de la regencia hasta la mayoría de edad del rey, pero cuando esta llegó, el monarca entregó el poder a sus validos.
Carlos II se casó dos veces pero los hijos no llegaban. Rápidamente la corte, consciente de la esterilidad del rey, se llenó de intrigas palaciegas para nombrar al sucesor. Poco antes de morir, en 1700, el soberano nombró como heredero a su sobrino, y nieto de Luis XIV (rey de Francia), Felipe de Anjou, que se convertiría en Felipe V, extinguiéndose de esta forma la dinastía de los Austrias e iniciándose la de los Borbones.
Algunos países europeos, como Inglaterra y Holanda, no estaban de acuerdo con este heredero ya que temían la unión entre Francia y España y proponían al archiduque Carlos (hijo del emperador de Austria) como sucesor, desencadenándose así la Guerra de Sucesión a la corona española en mayo de 1702.
Como dijimos en capítulos anteriores, D. Diego Fernando de Córdoba y Portugal, VI Conde de Villardompardo, nacido en Madrid en 1641 y muerto en 1693, fue Gentilhombre de Cámara de Carlos II. Un gentilhombre era la persona que despachaba al rey con un pliego de importancia para darle noticia de algún buen suceso y también acompañaba al rey cuando éste salía de sus aposentos. Este cargo siempre lo desempeñaba alguien perteneciente a la nobleza española, como era éste el caso.
Las Actas Capitulares
Como dijimos en el capítulo anterior, hay un enorme salto de 64 años en las actas capitulares, desde 1610 (reinado de Felipe III) hasta 1674 (reinado de Carlos II).
En este año de 1674, en el que comienzan a escribirse de nuevo las actas, eran alcaldes ordinarios de Villardompardo: Alonso de Molina Malo (que firmaba con un sello, foto del margen) y Alonso García Armenteros. El Alguacil mayor era Juan Parrado y los Regidores: Francisco de Plata, Gabriel Hidalgo y Antonio de Morillas.
Las corporaciones municipales tenían una duración de un año. En Diciembre se proponía una nueva corporación que se mandaba por carta al Conde y si éste daba su visto bueno, cesaba la antigua el 31 de Diciembre y comenzaba la nueva el primero de Enero. La corporación que hemos nombrado anteriormente empezó a trabajar en Enero de 1674 con muchas ganas, ya que hicieron actas para todo, incluso para los acuerdos más insignificantes, por ejemplo:
-El 1 de Enero de 1674 se nombra como cogedor de los maravedís del pescado (un impuesto) a Bernabé de Morillas.
-El 2 de Enero se nombra a Juan Ribero como receptor del papel sellado.
-El 8 de Enero se nombra a Luis de Molina Malo como recogedor y comisario de la Santa Bula (ya hablamos de ello en el capítulo anterior).
-EL 20 de Enero se llega a un acuerdo importante ya que era necesario hacer obra urgente en “las casas del cabildo” (ayuntamiento) ya que los tejados y entresuelos amenazaban ruina por encontrarse hundidos desde hacía tres años. La obra no se debió empezar porque el 24 de Febrero de ese mismo año se tiene noticia del hundimiento de la cárcel y una estancia contigua, ambas alindaban con el ayuntamiento. Ese mismo día, Alonso Rodríguez, maestro albañil, recogió los materiales del aposento hundido y los valoró para luego subastarlos.
Las valoraciones fueron las siguientes:
7 pinos a 18 reales………126 Reales (entiendo que se refiere a palos del entresuelo)
100 cávios………………...8 Reales (¿qué pueden ser los cávios?)
165 tejas…………………30 Reales
TOTAL 164 Reales
-El 29 de Enero de ese mismo año se compran seis libras de cera para la fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria, más una vela de media libra para Nuestra Señora y diez velas de media libra para los oficiales (parece ser que había una cofradía)
■ De nuevo hay un salto en las Actas Capitulares o Libro de Acuerdos, como lo llamaban en aquella época, de ocho años, ya que las siguientes actas datan de 1682, que también son las últimas existentes de este siglo XVII.
- La primera tiene fecha del 7 de Febrero de 1682. Figuran como alcaldes ordinarios:
Pedro de Murcia y Alonso Gutiérrez Sabalete.
Alguacil mayor: Juan Gutiérrez Sabalete.
Regidores: Alonso Gómez de Porcuna, Francisco de Plata y Luis de Molina Soto.
Se toma como acuerdo nombrar cogedor de la limosna de la Bula de la Santa Cruzada de ese año a Juan Granados, vecino de la villa. Debía tener cobrada, bajo su cuenta y riesgo, la limosna de 365 bulas para el primero de Agosto. Sin duda eran muchas bulas para tan pocos habitantes, supongo que una misma persona podría comprar varias porque de no ser así casi todos los habitantes del pueblo tendrían que pagar una, y la presión fiscal era enorme para tener que comprar también la bula.
- El 6 de Marzo de ese mismo año hay una nueva reunión para arrendar tres fanegas de tierra calma de Propios (del ayuntamiento) en el lugar que llamaban “El Cercado” (según bajamos al cementerio, a la izquierda) a Cristóbal Colmenero para que las sembrara de trigo. La duración del arrendamiento sería de cinco años, cuatro para siembra y uno para barbecho.
- Un acuerdo muy importante se toma el 15 de Marzo de 1682 en el que se decide llamar a Juan de Blanca, vecino de Torredelcampo y fiel medidor de tierras, para que mida unas Suertes (parcelas) de tierra de Propios para arrendarlas y sembrarlas de trigo y con el beneficio que se obtuviese, poder pagar a su majestad el dinero que le debía el ayuntamiento y algunos vecinos. Se miden muchas parcelas propiedad del ayuntamiento en lugares muy distintos como: En el Camino Jaén por bajo del Cerro Calera, en el mismo Cerro Calera (situado en la zona de la farmacia de la carretera y casas de alrededor, en aquella época esta zona estaba lejos del pueblo puesto que éste acababa en el badén y el llano), Las Quebradas, Llano del Pilar Nuevo, Picayuelo, Camino de la Fuente, La Moratilla (subiendo por el camino Jaén, cerro de la derecha), El Monte, Camino de Córdoba, El Cortijuelo, Camino del Pozo de la Higueruela, y otros. En total se miden unas 120 fanegas de tierra que se arrendarán a los vecinos para sembrar trigo y pagar sus impuestos. Una vez más las tierras comunales sacan a Villardompardo de apuros.
-Otro acuerdo muy curioso se toma el 29 de Junio de 1682, cuando viene al ayuntamiento el juez D. Juan Bravo de Rivera con una carta del señor Conde, por la que se debían tomar todas las medidas necesarias para evitar el “contagio” (entiendo que se trataba de un nuevo brote de peste) en nuestro pueblo. Parece ser que había que tener especial cuidado con las personas procedentes de Martos, Torredonjimeno y Jamilena, donde se habrían declarado algunos casos de la enfermedad. Para ello se ponen guardias en la entrada de la calle Ancha, por donde pasaban los forasteros que venían con sus productos para comerciar en Villardompardo, y en el “postigo” que comunicaba el palacio con la calle del Hospital y ermita de Nuestra Señora de Atocha, donde últimamente se estaban administrando los Santos Sacramentos por encontrarse de obras la iglesia parroquial (es la primera noticia que tenemos de una obra en la iglesia de Villardompardo)
Se nombraron a quince personas para guardar las puertas por turnos. Cada turno duraba un día natural, desde que se tocaban las campanas para las oraciones hasta el toque del día siguiente. Había pena de cárcel para aquellos de los nombrados que no cumpliesen con su obligación. La lista de aquellos que tenían que hacer los turnos viene al final del escrito y en ella están incluidas las personas más importantes del pueblo: alcaldes ordinarios, alguacil mayor, escribano, etc.
Es curioso como los problemas que tenía el municipio un siglo atrás eran prácticamente los mismos que a finales del XVII: impuestos excesivos, enfermedades y hambrunas.
- El 6 de Octubre de ese mismo año se sigue hablando de la peste y se decide poner cordón a la villa de “Torreximeno” y se guarde de sus vecinos, sin dejarlos pasar a ninguna parte.
- El 1 de Noviembre se habla de la carencia de trigo y se toman las medidas oportunas para remediarlo. También se habla del aforo de la cosecha de vino, así que deberían ser abundantes las vides en el término del pueblo.
-Por último el 13 de Diciembre de ese mismo año se habla del arrendamiento que hace el ayuntamiento de unas suertes de tierra a Alonso Gutiérrez y de que no se acopie sal por los salineros.
Aquí acaban las actas capitulares de este siglo, que casi siempre nos hablan de calamidades de un tipo o de otro.
Evolución de la población de Villardompardo a lo largo del siglo XVII
En un documento presente en el Archivo Histórico Municipal de Jaén que data de finales de 1693 y que ha sido transcrito por D. Eloy J. Jiménez en 2009, se habla de una Real Orden de su Majestad por la que todos los Corregidores , Alcaldes Mayores y Ordinarios de las villas bajo la jurisdicción de Jaén, entre ellas Villardompardo, debían estar enteradas sobre la elaboración de una relación del vecindario (un censo) de cada una de las localidades. Esta Real Orden fue comunicada a cada ayuntamiento para que se hicieran cargo de cumplirla. Para justificar la llegada del documento a nuestro pueblo y quedar enterados de lo que en él se pedía, tenemos este escrito que literalmente dice lo siguiente:
“Villar D. Pardo. En la villa del Villar Don Pardo, en seis días del mes de diciembre de mil seiscientos y noventa y tres años, ante mí, el Sr. Luis de Molina Malo, Alcalde ordinario de esta villa se presentó el despacho de esta otra parte y pidió su cumplimiento y por su merced, visto, oído y entendido mandó se guarde, cumpla y ejecute según y como en ello se contiene, y por defecto de escribano … de esta villa, lo certificó y lo firmé. Luis de Molina Malo Ante mí, Pedro de Ortega Salas”
Al cabo de muy pocos días se envió la siguiente relación de vecinos:
“En la villa del Villardompardo, en diez y ocho días del mes de diciembre de mil y seiscientos y noventa y tres años, yo, Pedro de Ortega Salas, sacristán mayor de la iglesia parroquial de esta dicha villa, certifico en la forma que puedo, por defecto de escribano ni notario alguno, cómo, por el concejo de esta dicha villa se me ha mandado dar y hacer un testimonio de la vecindad que esta dicha villa tiene, y es en la forma siguiente:”
CALLE DEL ARRABAL
(Se refiere a la calle larga)
Isabel López
Alonso García de Martos
Dª María del Corral
Alonso Gómez de Porcuna
Gabriel Hidalgo
Alonso García de Armenteros
José Parrado
Alonso de Moya
Ana Damiana de la Chica
Juan de Zafra
Isabel Cosma de Molina
Lázaro de Zafra
Francisco Álvaro
Águeda de Carrión
Francisco López Gil
Miguel de Ortega?
Juan Granado
Mariana de la Paz
Alonso Garrido
Antonio López
Juan de la Cámara
CALLE ANCHA
Juan Colomo
Francisco Sevilla
Pedro Pariente
Antonio Cenicero
Diego de Ortega
Cristóbal de Oca[ña]
Ana de …
Francisco …
Ma…
[El resto del documento está mutilado]
Es una lástima que no se conserve el resto del documento ya que, de no ser así, podríamos saber el número de habitantes del pueblo, con sus nombres, apellidos y calles de finales del siglo XVII, además, el sacristán estaba haciendo un buen trabajo porque en otros municipios se dio el número de vecinos sin especificar calles o nombres propios, y en el nuestro se hizo bastante bien.
Para que sirva de referencia, aquí tenéis el número de vecinos de algunos pueblos cercanos:
Escañuela 18, Mengíbar 275, Torres 252, Valdepeñas 280, Villargordo 50 y Alcaudete (el padrón mejor hecho) 1261.
Se entiende como vecino al cabeza de familia. Para saber el número de habitantes reales de una población, los historiadores multiplican la cantidad de vecinos por cuatro (en algunos casos he visto multiplicar por 4,5) y de esa forma se calcula el número aproximado de habitantes.
Las referencias que os puedo dar sobre el número de habitantes de Villardompardo se remontan a 1591 con 170 vecinos (alrededor de 680 habitantes reales) y en 1771 con unos 130 vecinos (alrededor de 520 habitantes reales). Es muy posible que durante los siglos XVI, XVII y XVIII Villardompardo no sobrepasara los 700 habitantes reales.
El hecho de poseer el conde buena parte de las tierras del término, hizo que nuestro pueblo se mantuviese en estado prácticamente feudal hasta la abolición de los señoríos en la Constitución de 1812 (La Pepa). El poco movimiento de compra-venta de propiedades por el motivo antes mencionado, los impuestos excesivos, además de hambrunas y epidemias de peste, hizo que la población no aumentase o incluso disminuyese bastante durante estos siglos por las pocas perspectivas de vida que había en nuestro pueblo.
La cosa cambió muchísimo a partir de dicha constitución, pero muchos pueblos ya nos habían echado delante. Exactamente igual le pasó a Escañuela, por pertenecer al mismo condado.
Los Archivos de nuestra iglesia en el siglo XVII
En los ayuntamientos de aquella época no se llevaba ningún registro de nacimientos, defunciones o matrimonios, eso comenzará a hacerse a finales del siglo XIX, pero sí que se anotaban en las iglesias. En la nuestra hay un registro de todo lo que hemos mencionado anteriormente, desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la actualidad.
Se puede hacer un estudio estadístico de la evolución de la población contando los bautizos por año durante el siglo XVII. Éstos quedan reflejados en la siguiente tabla:
En primer lugar debemos tener en cuenta que los recién nacidos eran bautizados a los pocos días de nacer (después de una semana aproximadamente) ya que durante el siglo XVII, según la opinión de los demógrafos, la mortalidad en el primer año de vida rondaba el 250 o 300 ‰, es decir, una cuarta parte o más de los niños nacidos morían antes de cumplir el año, y por miedo a una muerte prematura se les bautizaba rápidamente.
La media de nacimientos por año en el primer cuarto de siglo es de 28 niños, en el segundo cuarto de siglo es de 25,2 niños, en el tercer cuarto de siglo fue de 20,8 niños y en el último cuarto de siglo es de 12,9 niños.
Se puede ver claramente en la gráfica que a lo largo del siglo hay una bajada paulatina de los nacimientos, pero en el último cuarto de siglo es muy acusada. Si tenemos en cuenta que la tasa de natalidad (número de nacimientos por cada mil habitantes) se mantuvo más o menos constante a lo largo de todo el siglo XVII, la única explicación a esa bajada en los nacimientos sería una disminución muy acusada de la población de Villardompardo.
Si suponemos que a principios del siglo XVII habitaban en Villardompardo unas 700 personas y nacían unos 28 niños por año, haciendo una proporcionalidad sencilla podríamos llegar a la conclusión de que en el último cuarto de siglo la población había disminuido hasta unos 320 habitantes.
Las causas de este fuerte descenso se deben a la grave crisis económica y demográfica que sufre todo el Reino de Castilla a lo largo del siglo XVII, provocada por las guerras, hambres y brotes de peste. Concretamente en Julio de 1601 en la ciudad de Jaén se tomaron medidas, ya que “en la cercana localidad de Villardompardo ya se conocían muertes por el contagio” (ya hablamos de eso en el capítulo anterior), pero no debió de ser muy grave la epidemia de aquel año, porque no se aprecia un descenso importante en el número de nacimientos. En cambio, en las crónicas de Torredonjimeno sí que se habla de un fuerte contagio en esa localidad alrededor del 1680, y en Villardompardo ya hemos comentado las medidas que se tomaron en esos años, así que es de suponer que ese acusado descenso de la población en nuestro municipio se pudo deber, entre otras causas, al contagio de peste bubónica de los años ochenta de ese siglo.
Como dato curioso diremos que en el siglo que estamos estudiando, el obispo de Jaén venía cada quince o veinte años a confirmar a sus fieles. Las fechas y número de confirmados fueron los siguientes:
• El 26 de Abril de 1605 vino el señor obispo D. Sancho Dábila y Robledo y confirmó a 85 personas.
• El 4 de Mayo de 1620, el obispo era D. Baltasar de Moscoso y Sandobal, quién confirmó a 182 personas.
• El 17 de Junio de 1635 el mismo obispo anterior confirmó a unas 206 personas.
• EL 17 de Mayo de 1655 el obispo D. Jesús Fernando de Andrade y Castro confirmó a 137 personas.
• El 17 de Mayo de 1670, el obispo Fray Jerónimo Rodríguez, confirmó a 126 personas.
• El 12 de Diciembre de 1686 el obispo de Jaén: Fray Juan Alfonso confirmó a 136 personas.
En esta ocasión fue padrino de todos los confirmados D. Diego Fernando de Torres y Portugal, VI Conde de Villardompardo, que debería encontrarse en esos días en el pueblo ya que su residencia habitual estaba en Madrid porque, como ya hemos comentado, era Gentilhombre de Cámara de Carlos II.
Entre los nombres propios de los varones confirmados abundaban: Juan, Alonso (el más abundante), Melchor, Antón, Cristóbal, Francisco, Pedro, Miguel, Baltasar o Gabriel.
Entre los nombres propios de mujeres abundaban: María, Inés, Catalina, Isabel, Ana, Lucía o Elvira.
CONTINUARÁ
Fuentes consultadas:
● Archivos Municipales (caja 507) :Actas Capitulares originales.
● Extractos de las Actas Capitulares, transcritas por D. Mariano Sáez Gámez.
● Archivos de la Iglesia Parroquial de Villardompardo (primer libro de bautizos). Agradezco a nuestro párroco D. José y a Miguel la ayuda prestada..
● Documento presente en el Archivo Histórico Municipal de Jaén transcrito por D. Eloy J. Jiménez
● Algunas páginas de Internet sobre Historia de España.
● Algunas personas mayores del pueblo, que son los que más saben.
● Las fotos que ilustran el capítulo son sacadas de Internet , otras del autor y las antiguas han sido cedidas por algunas personas del pueblo.
Carlos Ramírez Perea
Entre los nombres propios de los varones confirmados abundaban: Juan, Alonso (el más abundante), Melchor, Antón, Cristóbal, Francisco, Pedro, Miguel, Baltasar o Gabriel.
Entre los nombres propios de mujeres abundaban: María, Inés, Catalina, Isabel, Ana, Lucía o Elvira.
CONTINUARÁ
Fuentes consultadas:
● Archivos Municipales (caja 507) :Actas Capitulares originales.
● Extractos de las Actas Capitulares, transcritas por D. Mariano Sáez Gámez.
● Archivos de la Iglesia Parroquial de Villardompardo (primer libro de bautizos). Agradezco a nuestro párroco D. José y a Miguel la ayuda prestada..
● Documento presente en el Archivo Histórico Municipal de Jaén transcrito por D. Eloy J. Jiménez
● Algunas páginas de Internet sobre Historia de España.
● Algunas personas mayores del pueblo, que son los que más saben.
● Las fotos que ilustran el capítulo son sacadas de Internet , otras del autor y las antiguas han sido cedidas por algunas personas del pueblo.
Carlos Ramírez Perea
2 comentarios:
No si al final me has enganchado con lo de la historia del pueblo :)
Hola Carlos:
Lo primero felicitarte por el blog, los artículos son geniales. Lo segundo era pedirte un favor, he visto que aparece frecuentemente el nombre de Cristóbal Malo de Molina, aunque no tengo claro si es siempre el mismo personaje o serán parientes entre sí. En Higuera de Calatrava aparece a finales del XVII un señor llamado Cristóbal Malo de Molina, casado con una tal doña Clara Ruiz de Huete (o García Huete, según el documento de turno), sospecho que este Cristóbal está relacionado con la rama de Villardompardo, solo quería preguntarte si te sonaban que pudieran andar por Villardompardo este matrimonio por esta época por si en algún papel los hubieras visto o si existen Huete también por allí. Muchas gracias!!
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