jueves, 25 de diciembre de 2014

BENZALÁ


    
El manuscrito que veis en la imagen referente a Benzalá, forma parte del libro publicado por el historiador Ximena Jurado en 1639, titulado “Antigüedades de Jaén”
Su transcripción literal dice lo siguiente:

“Este lugar está hoy despoblado, que ni aún iglesia ha quedado en él, sino solamente algunos cortijos, está en el término de Martos, entre esta villa y la de Arjona, distante de cada una de ellas dos leguas y media. La población era en un cerro alto el castillo, y en la falda meridional por donde pasa el camino real que va de Porcuna a Jaén, estaban las casas y calles de aquel pueblo, que hoy se ven grandes ruinas de todo. Y es del tiempo antiguo de los Romanos por los rastros de edificios suyos que allí se encuentran y pedazos de estatuas, y inscripciones, una de las cuales tiene el nombre antiguo que era ORDO BATORES. Véase otros en la pag. 139.
Despoblose este lugar haría 200 años como consta por escrituras antiguas. El castillo tiene sitio muy resistente y fuerte por naturaleza en un cerro que señorea toda la campiña”

Torre Benzalá (en muchos libros se escribe con V) se encuentra a 3,95 km al oeste de Villardompardo. En la antigüedad fue la población más cercana a nuestra localidad hasta su desaparición. Se encuentra en el término municipal de Torredonjimeno, pero está mucho más cerca de Villardompardo.
Situada sobre un cerro con una altura de 547 m , desde el que se divisa una buena parte de la Campiña Norte de Jaén y parte de la de Córdoba. En la cumbre se levantan los restos de un torreón medieval que perteneció a un castillo del siglo XIII y que fue desmantelado a principios del siglo XX para construir los cortijos de alrededor.
Pero la antigüedad de Benzalá se remonta a la edad del cobre y del bronce (2750-2500 a. de C) donde sólo se encontraba habitada la zona de la cumbre, constituyendo una aldea fortificada.
Más tarde, en época ibérica, aumenta mucho la población por la mejora de las técnicas agrícolas y la aldea se extiende por la ladera Sureste, mucho más suave. Se pueden encontrar abundantes fragmentos de cerámica ibera por toda la ladera.
En época romana adquiere su mayor extensión, llegando desde la cumbre hasta el camino de los cortijos del “Marqués y Sargento Coleta”. Además de la gran cantidad de cerámica típica romana (terra sigillata), se han encontrado lápidas funerarias, restos de estatuas, como la que adorna la subida de las escaleras del ayuntamiento de Torredonjimeno, y una gran alberca cercana al camino que posee grandes dimensiones (25 x45m). En aquella época, según hemos visto en la transcripción del texto de Ximena Jurado, el enclave era conocido como ORDO BATORES, aunque también he encontrado otros autores que la nombran como Batora Ordo Batorensis.
En época medieval el lugar seguía estando ocupado pero en mucha menor extensión, como atestigua la cerámica de origen árabe encontrada. El castillo construido en la cumbre, sería levantado casi con toda probabilidad en época cristiana, justo tras la conquista, para controlar las incursiones árabes en la zona. Probablemente en la misma época en la que comenzó a construirse el de Villardompardo. De esta forma los castillos de Benzalá, Villardompardo, El Berrueco, La Muña, El Castil y otros, formarían una auténtica línea defensiva y de control de toda la zona contra las incursiones de los musulmanes granadinos. Debemos tener en cuenta que Benzalá fue entregada a la Orden de Calatrava y Villardompardo fue donada para su repoblación a Don Pedro Aznar Pardo.
Según el dibujo realizado por Ximena Jurado, sabemos que la fortaleza de Benzalá tenía forma triangular, con una torre en cada esquina. Hoy sólo queda la torre de planta cuadrada que se ve a la izquierda del dibujo y que a duras penas se mantiene en equilibrio (foto que tenéis al principio).
Benzalá y Villardompardo deberían ser conquistados a los musulmanes casi a la vez, o en fechas muy próximas.    
En 1251 ya deben haber llegado los nuevos habitantes que repueblan nuestra localidad y todas las de alrededor, pues en esas fechas surgen los primeros problemas por la delimitación de términos entre los pobladores de Torredonjimeno y Jamilena, pertenecientes a la Orden de Calatrava, y los de Villardompardo y Torre Benzalá, además de otros pueblos
Es tanto el interés del rey Fernando en mantener la paz entre los nuevos colonos que, a pesar de hallarse próxima la hora de su muerte, viene hasta esta zona para fijar personalmente los límites de los términos.
La primera referencia que tenemos sobre el término de  Villardompardo  es precisamente en 1251, en ella se menciona la intervención del mismo rey Fernando III en la delimitación entre el término de nuestro pueblo y el de la Torre de Benzalá, que en aquellos tiempos sería una población habitada parecida a la nuestra. El texto redactado en primera persona dice lo siguiente:….”al fito que es entre las torres de AuenÇala et el villar de don Pardo, et este fito fiz yo fincar en tal logar, que mandé partir el término ques de la primera casa del villar de don Pardo  contra las torres de AuenÇala….” En aquellos tiempos la delimitación de los términos, se solía hacer respetando los que ya estaban establecidos en época musulmana, para ello, después de la conquista se pedía ayuda a los musulmanes viejos “omes buenos y fieles, que fuesen sabedores de los términos por do eran”, como sucedió en Baena, Luque, Porcuna, Alcaudete, etc, pero Villardompardo, con toda probabilidad, quedaría despoblado después de su conquista, de no ser así, no tendría sentido la misión de D. Padro Aznar Pardo que era repoblar el lugar.
Sabemos que cuando Ximena Jurado publica su libro en 1639, el lugar de Benzalá ya estaba despoblado, pero el mismo historiador nos dice, en el escrito que se muestra en la primera imagen, que según consta en documentos antiguos de hace 200 años, todavía estaba habitado, así que es fácil deducir que hacia 1439 comenzaría el abandono de aquella población por parte de sus habitantes, el motivo lo desconocemos.

 Fuentes Consultadas:
●Jaén; pueblos y ciudades. Fascículo 142 correspondiente a Villardompardo. Editado por Diario Jaén y Cajasur.
●Manuscrito de Ximena Jurado editado en 1639.
●Torre Benzalá, de José Manuel Ureña Mena (Trabajo no editado 1997/98)


Carlos Ramírez Perea

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