sábado, 5 de agosto de 2017

CAPÍTULO XIII: VILLARDOMPARDO DURANTE EL SEXENIO ABSOLUTISTA DE FERNANDO VII (1814-18209)

Tras acabar la Guerra de la Independencia en España y ser derrotado el ejército de Napoleón en Europa, Fernando VII es liberado en marzo de 1814 de su encierro en Valençay (Francia), regresando inmediatamente a España. Tanto absolutistas como liberales, además de toda la población en general, deseaban su regreso, por lo que también será conocido como “El Deseado”. Nunca un monarca fue tan querido por su pueblo y nunca un monarca lo hizo tan mal como Fernando VII. Nada más volver, un grupo de 69 diputados absolutistas de las Cortes de Cádiz, le propusieron en un documento conocido como “El Manifiesto de los Persas”, la derogación de la Constitución de 1812 y la vuelta al absolutismo.
El 4 de mayo de 1814, el rey decretó la derogación de las Cortes y de la Constitución. Comienza así una dura represión contra los liberales, se calcula que unas 15.000 familias tuvieron que exiliarse. Este periodo será conocido como el Sexenio Absolutista, y tendrá una duración de 6 años (hasta 1820) en los que se restablece de nuevo la Inquisición, el sistema señorial y el sector más reaccionario de la sociedad permanecerá cerca del rey. El desprestigio de España en el extranjero era tal, que no fue admitida en el sistema de tratados internacionales hasta 1817. Las colonias americanas se independizaron y no llegaban los caudales de las Indias, esta circunstancia acompañada del sistema señorial y del absolutismo, provocaron un tremendo atraso económico y una ruina total de la Hacienda.
A pesar de la persecución de los liberales, se sucedieron durante este periodo diversos pronunciamientos militares, protagonizados por algunos sectores militares partidarios de la Constitución de 1812. Todos terminaron en fracaso, excepto el encabezado por Rafael de Riego el 1 de enero de 1820 en Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Riego proclamó de nuevo la Constitución y varias ciudades como A Coruña o Barcelona se unieron a la insurrección. Fernando VII, viéndose perdido, pronuncia esta frase sin ninguna convicción: “Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”. Este periodo durará hasta 1823 y será conocido como “El Trienio Liberal”. Durante esta fase, se pondrá en práctica una política moderada y se intentará llevar a cabo los principios de la Constitución de 1812: libertad de prensa, derechos individuales, derecho al voto…
Como ha ocurrido en otros capítulos, cada una de estas fases históricas tienen su fiel reflejo en las actas capitulares de Villardompardo, sobre todo a la hora de nombrar y elegir los cargos concejiles del ayuntamiento, pero no tanto en la vida diaria de sus habitantes, preocupados de su agricultura y ganadería, que era lo que realmente les proporcionaba el sustento.
En este capítulo hablaremos de lo acontecido en Villardompardo durante el Sexenio Absolutista (1814-1820). En este periodo la nobleza recuperó los privilegios que tuvo en el antiguo régimen. Sin ir más lejos, el conde de Villardompardo recuperó todos los derechos que tenía en esta villa, excepto la elección de los cargos del ayuntamiento, que a partir de ahora se realizaría desde la Chancillería de Granada, tras estudiar la doble propuesta que se enviaba desde Villardompardo. Al fin y al cabo era lo mismo que hacía el conde.

El 30 de agosto de 1814 se reúnen los señores que componen el ilustre ayuntamiento de Villardompardo, para cumplir la Real Cédula de su majestad del 30 de Julio de ese mismo año. En esta Real Cédula se ordenaba la disolución de los ayuntamientos constitucionales, y que se citen a los individuos que componían el ayuntamiento antes del 18 de marzo de 1808 para que vuelvan a ocupar los mismos cargos que ejercían en aquel año, si faltaba alguno, debería de sustituirse por el que se considerase más adecuado. Así que los cargos del primer ayuntamiento de esta nueva etapa absolutista fueron:
- Alcaldes ordinarios: Juan Gay de Oca y Juan de Cuenca, que sustituyó a Diego de Ortega  que ya había muerto.
- Diputados de abastos: Manuel José de Moya y Francisco Patricio García.
- Para regidores: Francisco Gay, José de Rísquez  y Juan de Murcia.
- Procurador Síndico del Común: Atanasio Gutiérrez.
- Alguacil Mayor: Francisco de Medina.
Esta propuesta fue enviada a la Real Chancillería de Granada para que desde allí se diera su aprobación.

AÑO DE 1815

En este año aparecen pocas actas. En Marzo de 1815, D. Manuel María Segura, Secretario de la Real Audiencia y Chancillería de Granada, nombra a los siguientes cargos concejiles:
Alcaldes primero y segundo: Antonio Higuero y Manuel Ortega.
Regidores primero, segundo y tercero: Pedro Morillas, Julián Becerra y Miguel Peragón.
Alcaldes de la Santa Hermandad: Patricio Fernández y Antonio Gay.
El 15 de Marzo, se reúnen todos en las Casas Consistoriales para tomar posesión y jurar el cargo.
El 19 de Marzo, se vuelven a reunir para nombrar a Bernardo José Armenteros y Oca como Diputado, y a Juan de la Cámara Pariente como  Síndico del Común, los cuales toman posesión y juran su cargo. Por último, todos los anteriores nombran una gran cantidad de cargos que por costumbre se ocupaban en el municipio, y que citaremos en 1816.
Se nombró como Cirujano Sangrador del pueblo a Bernardo José de Armenteros Peramo, que cobraría 100 ducados anuales asignados por el Real Consejo de Castilla.
En Diciembre de este año, se cita por primera vez a todo el vecindario en el ayuntamiento, para que asistan al acto en el que se nombran las propuestas de los cargos concejiles para 1816, que más tarde se enviarán a la Real Chancillería de Granada.

AÑO DE 1816

D. Manuel Mª Segura, secretario Real de la Chancillería de Granada, nombra el 31 de Enero de 1816 a los siguientes cargos concejiles para ese año.
- Alcaldes Ordinarios: Fernando de Moya y Luis Guijosa (también aparece Hijosa).
- Regidores: Patricio García, Alonso Gay y Francisco Medina.
- Alcaldes de la Santa Hermandad: Santos Higuero y Francisco Amor.
El 24 de Febrero todos toman posesión de su cargo, y al día siguiente se vuelven a reunir para nombrar a Bernardo Armenteros y Oca y Antonio Morillas como Diputados de Abastos y Antonio Alcalá como síndico del Común. Estas diez personas se encargarán de nombrar a otra buena cantidad de cargos como: Junta de Propios (formada por un Presidente, un Depositario y un administrador), Junta del Pósito (formada por un Presidente, un Depositario y un Diputado Clavero, este señor guardaba las llaves del arca del pósito), Juez presidente, Comisario de Fiestas, Procurador de Pleitos, Receptor de la Santa Bula, Repartidores, Alguacil Mayor, y Toldero de la sal. Parece que son muchas personas, pero en realidad los que hemos nombrado al principio ocupaban varios cargos. Por ejemplo, el primer alcalde ocupaba tres puestos.
El 6 de Marzo se nombra a Gaspar de Domingo y Pereda como Fiel de Fechos (equivalente a secretario) pero hubo problemas con ese nombramiento ya que Gaspar era menor de 25 años y por ley no podía
ocupar el puesto. El primer alcalde (Fernando de Moya) quiso nombrar para ese oficio a su yerno, pero también era ilegal por ser familiar de un cargo del ayuntamiento, así que después de muchas deliberaciones, se nombra como Fiel de Fechos de Villardompardo y San Pedro de Escañuela a Bernardo José de Armenteros Peramo (el mayor, padre de Bernardo José Armenteros y Oca). Si Bernardo no pudiera asistir a alguna reunión por cualquier causa, sería sustituido por Gaspar Domingo.
El 5 de Octubre de ese año,  se nombra a D. Enrique Aparicio como “visitador” de Montes y Plantíos con el fin de que nadie cortase o entresacase encinas sin la licencia Real del Superintendente de Conservaduría de Jaén. Recibiría como recompensa la tercera parte del valor de las multas que pusiese (imaginaos las ganas de multar que tendría este señor).
El 24 de Octubre viene al pueblo D. Manuel de Aguilera, nombrado por el Señor intendente de la provincia. Su orden era que fuese a Jaén un representante de este ayuntamiento para liquidar las contribuciones de los años 1813, 1814 y 1815. Se nombró a Manuel de Oca para que fuese a la Contaduría de Jaén con los documentos necesarios para liquidar todas las Contribuciones de esos años.
El 29 de Noviembre, se reúnen las Justicias del pueblo para mandar a la Chancillería de Granada y por duplicado, la propuesta de los cargos concejiles para el 1817.

1816, EL AÑO SIN VERANO

Si hay un verano que ha pasado a la historia como frío o simplemente porque no existió, fue el de 1816, conocido como “El año sin verano”. En aquellos momentos eran muy pocos los que sabían la causa de tan extraño fenómeno. Hoy en día se sabe que en el año anterior (1815) hubo una intensidad solar anormalmente baja, pero la principal causa de los fríos veraniegos fue una enorme  erupción volcánica en Indonesia, concretamente en la isla de Sumbawa. El volcán se llama “Tambora” y se calcula que inyectó en la atmósfera más de un millón y medio de toneladas de polvo volcánico, éste se iría repartiendo poco a poco por toda la atmósfera terrestre disminuyendo la cantidad de luz y calor solar que llegaba a la superficie. Las consecuencias fueron terribles, puesto que la primavera y el verano fueron especialmente fríos en China, Europa y Norteamérica (las zonas más pobladas del planeta), como consecuencia las cosechas en pleno desarrollo se helaron o no maduraron, y los muertos por hambre se contaban por miles, para colmo de males, la población europea acababa de salir de las guerras napoleónicas y se encontraba
en plena recuperación.
Indagando en la Actas Capitulares del ayuntamiento y en el libro de defunciones de la parroquia de ese año, no hay nada que nos hable de esas fatales consecuencias en 1816, pero sí aparecen indicios en 1817. En este año, el ayuntamiento de Villardompardo no recibe apenas dinero por las tierras que tenía arrendadas a particulares, ya que no habían producido fruto, así que la situación del consistorio era complicada. Pero donde mejor se ve la consecuencia de aquel evento climático, es en las actas de defunción parroquiales de 1817 (tabla adjunta). El número de muertes fue muy superior al de años anteriores y posteriores, sin duda debidas a la hambruna provocada por aquella mala cosecha. Supongo que las consecuencias de aquel verano especialmente frio de 1816, no afectó a los habitantes en ese mismo año, por las reservas de trigo del pósito, pero al año siguiente se acabarían y provocaría las muertes de 1817

AÑO DE 1817

La Real Chancillería de Granada nombra para Villardompardo los siguientes cargos:
- Alcaldes Ordinarios: Manuel Becerra y Gaspar de Domingo.
- Regidores: Juan de Ortega Amor, Juan Rodrigo García y Juan Napomuceno de Ortega.
- Alcaldes de la Santa Hermandad: Diego Ortega y Juan de Dios Gay.
El documento es firmado en Granada el 24 de Diciembre de 1816 y esos cargos no toman posesión en Villardompardo hasta primeros de Febrero de 1817. El 3 de Febrero se nombran todos los demás puestos de los que ya hemos hablado en 1816.

El 31 de Enero de 1817,  no se habían nombrado aún los alcaldes del presente año, así que los del año anterior (Fernando de Moya y Luis de Hijosa) junto con Julián Becerra como perito, elaboran y presentan este interesante informe por orden del Señor Administrador de Rentas Provinciales:
En Villardompardo hay 111 vecinos útiles; de ellos:
- Un vecino es dueño de 3 yuntas de bueyes.
- Siete vecinos son dueños de dos yuntas cada uno.
- Dieciocho vecinos poseen una yunta cada uno
- Setenta vecinos son jornaleros y braceros.
- Quince eran (Ilegible)
Se entiende como vecino a cada cabeza de familia. Posiblemente lo ilegible sean viudas.
Se elabora un listado con nombres y apellidos de las 26 personas que tenían una o varias yuntas. También se hace constar que había un panadero que era más que suficiente para el pueblo, y además también eran suficientes las 69 fanegas de sal que recibía el municipio cada año.
Posteriormente se elabora otro listado con los nombres y apellidos de los vecinos “inútiles” (entiendo que por edad o enfermedad), eran otros 26.
Por último, se hace una relación del ganado que poseían todos los vecinos:
65 cabezas de cerdos, 500 cabezas de ganado lanar, 30 cabezas de ganado cabrío, 30 cabezas de ganado asnal, 16 yeguas y 55 cabezas de ganado vacuno (bueyes de labor).
También se dice que el año anterior se llevaron a cabo 33 matanzas para consumo propio de los vecinos, no para vender productos a terceros.

El 10 de Abril, los nuevos alcaldes de 1817 (Manuel Becerra y Gaspar Domingo) vuelven a presentar otra estadística sobre vecindario, ganado y tierras. El número de vecinos (útiles e inútiles) coincide con el informe anterior, pero el número de animales varía bastante, además se dan nuevos datos: ganado vacuno 60 cabezas, ganado mular 10 cabezas, ganado de cerda 125 cabezas, ganado caprino 30 cabezas, ganado ovino 700 cabezas y yeguas 16 cabezas.
Había 196 fanegas de tierras incultas que no se labraban, 241 fanegas sembradas de olivos y 1962 fanegas fructíferas de labor.
También se dice algo muy curioso que reproducimos literalmente: “Este pueblo tiene el privilegio de Villazgo de inmemorial tiempo mas no se sabe por dónde ha sido adquirido y si es cierto. Está en posesión perpetua de ello, sin embargo de ser dicho pueblo del Exmo. Señor Marqués de Bélgida y Mondéjar para cuya razón se titula Señor territorial de él

EL BANDOLERISMO A PRINCIPIOS DEL XIX

El fenómeno del bandolerismo ha existido desde siempre, pero en el siglo XIX tomó tal dimensión que las autoridades tuvieron que adoptar medidas contundentes. Después de la Guerra de la Independencia, muchos aventureros que se habían unido a la guerrilla contra los franceses, no fueron capaces de someterse a las reglas de conducta social ni a la ley, ya que estaban acostumbrados a esa vida aventurera. Además, la sociedad estaba tan empobrecida que lo que les esperaba era la miseria, así que muchos de esos patriotas contra los franceses se convirtieron en bandoleros al margen de la ley.
Por ello, en este año de 1817,  desde la Real Chancillería de Granada (siguiendo órdenes del Real Consejo Supremo de Castilla), se envía a todos los ayuntamientos de su jurisdicción un comunicado para que se tomen medidas desde cada municipio, con el fin de capturar a la gran cantidad de malhechores que infestaban los caminos, y en especial la partida de los “Niños de Écija” (más conocida como “Los siete Niños de Écija”, que ni eran siete ni todos eran de esa localidad). En Villardompardo conservamos ese documento en perfecto estado, que se firma en Granada por Mariano Josef de Santos, el 29 de Marzo de 1817 y se dan por enterados en Villardompardo el 12 de Abril de ese mismo año.
La medida consistía en que cada ayuntamiento formase una Partida o Rondín de ciudadanos “pudientes” (adinerados), encabezados por uno que sería nombrado comandante. El objetivo era vigilar todo el término haciendo rondas diarias. La partida estaría formada por un número de personas proporcional a su población, y se harían turnos para que no fuesen siempre los mismos. Una persona podía pagar a otra para que lo sustituyese, ya que la actividad no estaba exenta de peligro. En Villardompardo se nombró comandante de la Partida a Pedro Morillas y le deberían acompañar diariamente otras cuatro personas armadas con escopetas y armas blancas. Para ello, se elaboró una lista de 40 vecinos “pudientes o medio pudientes”, que irían turnándose de cuatro en cuatro. En el caso de capturar algún maleante, recibirían una recompensa del tercio de lo que llevase encima (de valor se entiende) y el resto sería devuelto a su dueño. Si no aparecía el dueño de lo robado, todo sería para los componentes del Rondín.
No se dice nada de que la Partida capturase a ningún bandolero en este término, pero la verdad es que tenían pocas posibilidades de salir vivos de un hipotético enfrentamiento con una banda de fugitivos experimentados. Imaginaos lo que hubiera pasado ante un enfrentamiento con “Los Siete Niños de Écija”…. que no fue el caso. Como veis, no sólo en el Oeste Americano ocurrían esas cosas.

El 12 de Agosto de 1817 se encontraba vacante la plaza de médico en Villardompardo, así que se habla con D. José Santofimia, vecino de Arjona y médico titulado. Las condiciones de su contrato fueron: se le pagarían 200 ducados procedentes de caudales de propios y se le cederían dos fanegas de tierra de “ruedo” libres de rentas. También le pagarían los vecinos mediante el sistema de “Igualas” y además debería de vivir necesariamente en el pueblo. Otra de sus obligaciones era asistir a los pobres de solemnidad cuando lo necesitasen. El contrato duraría por ley hasta 1823, seis años (más adelante veremos que no fue así)

El 23 de Agosto, el ayuntamiento pasaba por una situación complicada. Tenía que pagar 200 ducados al médico y otros 100 al cirujano sangrador (que era Bernardo José de Armenteros Peramo) además de otros salarios, averías, fiestas de iglesia, etc. El ayuntamiento poseía muy pocos fondos, porque las tierras municipales que tenía arrendadas a particulares apenas habían producido ese año, así que no recibió las rentas de dichos arrendamientos. La solución que se encontró fue pedir al Real Consejo de Castilla, la venta de dos fanegas de tierra municipal en la zona del Caz (zona de Los Pechos, cercana al Salado). No se dice si se concedió esa venta.

El 5 de Diciembre de 1817, siguiendo unas reales órdenes, era necesario nombrar dos Guardias Celadores para vigilar el término y con carácter vitalicio. Se deberían nombrar a dos personas de mérito e intachable conducta, así que el ayuntamiento manda a la Real Chancillería de Granada estas dos propuestas: Juan de Cuenca y Ramón García o Luis de Torres y Pedro Morillas, eran cuatro personas capaces de cumplir esa obligación y de arreglada conducta.
En este mismo mes de Diciembre,  también se envía a Granada la propuesta de los cargos concejiles para 1818, siempre se mandaban dos opciones. También se propone a la Real Chancillería, el nombramiento de D. Bernardo “Josef” Armenteros Peramo como Fiel de Fechos perpetuo, ya que al nombrar a otros nuevos que desconocían las órdenes y leyes pasadas, provocaban amonestaciones y multas a este ayuntamiento por parte de las autoridades superiores. Esta idea de nombrarlo escribano perpetuo, ya se venía debatiendo en el ayuntamiento desde febrero de 1817. Además se dice que Bernardo era persona de arreglada conducta, instrucción y legalidad. Al decir ésto, se daba a entender que la persona propuesta era totalmente afín al régimen absolutista de Fernando VII.

UNA ESTADÍSTICA MUY INTERESANTE

En este mismo mes de Diciembre, se publica un listado con todos los vecinos, eclesiásticos y forasteros, en el que se hacía constar las riquezas en tierras, casas, ganado e industria de cada uno de ellos. Este listado tendría como fin el REPARTIMIENTO  de forma equitativa de los impuestos. No se hacía uno tan detallado desde 1751 (66 años atrás, con el Catastro del Marqués de la Ensenada). Estos datos nos revelan una sociedad con la riqueza algo más repartida que en 1751, donde casi todos los vecinos tenían algo, sobre todo ganado y animales de corral. En cuanto a la tierra, aún nos movemos en parámetros casi medievales, prácticamente toda se encontraba en manos del Conde, el ayuntamiento e instituciones eclesiásticas. Aún faltaban años para su desamortización y puesta en venta. A cada vecino se le anotaban todas sus posesiones, el valor de las mismas, y por último el rendimiento de esas posesiones aplicando un complicado sistema de porcentajes. Este último número es el que tenéis apuntado al lado de cada nombre (en reales) del listado de abajo. Según este último valor, se calcularía de manera proporcional lo que tendría que pagar cada vecino o forastero en el repartimiento (impuestos). 

Destaca muy por encima de todos el valor de las posesiones del Marqués de Bélgida y Conde de Villardompardo, con 846.580 reales y un rendimiento de 25.797 reales.
En la foto anterior tenéis la declaración de las posesiones de este señor. Como veis, es la primera vez que se habla de cortijo y no de castillo o palacio. El castillo de Villardompardo, después de ser convertido en palacio a finales del siglo XVI y principios del XVII, perdería todo su aspecto de fortaleza, ya que su torreón quedaría totalmente rodeado de construcciones pegadas a él. Las ventanas que vemos en la torre, incluso las más altas, serían puertas por las que se accedería a estancias laterales; de hecho, algunas presentan pequeños tramos de escaleras. Hay que exceptuar la ventana de la calle San Juan, que realmente sí lo era.El siguiente listado es una auténtica radiografía de la sociedad de Villardompardo de hace justo dos siglos. Entre estas personas y nosotros pueden haber transcurrido seis o siete generaciones.

Juan de los Santos Higuero 78
Cristóbal de Anguita 70
Patricio Hernández 31
Manuel de Ortega 607
Lázaro de Zafra 680
Ana Bonosa Cámara 295
Juan Antonio García 468
Juan Nepomuceno Ortega 650
Juan Ruiz 482
Teresa Gay → Inútil
Manuel de Medina 802
Petronila de Medina 78
Alonso García 40
José Domínguez 497
Herede. de Mateo García 70
Francisco García de Torres 103
Hered. de Bartolomé Gay 468
Manuel de Oca y Contreras 698
Francisco Molina 10
Francisco de Zafra 120
Herd. de Juan Lorenz. Gonza. 50
Miguel Peragón 622
Juan de Ortega Amor 1180
Herd. de Ana Fca. Ortega 436
Pedro Joaquín Degado 146
D. Manuel Calahorro 1170
Francisco de Ortega 330
Cristóbal García y García 108
Julián de Gómez 107
Pedro de la Cámara 460
Manuela Josefa 218
Juan León Fernández 193
Juan Tomás Fernández 56
Atanasio Gutiérrez 340
Benito Gay 130
Diego Perea 90
Antonio Alcalá 544
Luis Hijosa 1016
Francisco González 155
Antonio Higuero 397
Teresa de Amor 589
Juan de Morales 160
Juan de la Cruz Álvaro 323
Gabriel Fernández 5
Julián de Anguita 5
Ana Teresa Rodríguez 100
Diego de Ortega 63
Inés Gay 80
Hreds de Juan Gay Casado 35
Antonio Gay 105
Cristóbal del Mármol 696
Juan Gay de Oca 75
Francisco Casado Mena 45
Alonso Anguita 25
Ilegible 65
Bartolomé Rodríguez 186
Juan de Murcia 316
Alonso Gay 366
Francisca Calahorro 78
Sr. Manuel Becerra 482
Alonso Fernández 85
Ana Vicenta Fernández 50
Tadea Camacho 40
Santiago Fernández 45
Miguel Malpica 85
José Fernández 248
Juan de Alcalá 375
Mª de los Santos Cámara 569
Ilegible 430
Fernando de Moya 2822
María de Béjar 209
Manuel García 361
Manuel Hernández 347
Atanasio Jiménez1295
Ramón García 140
Juan José del Águila 35
Hdros de Atocha Cámara 2095
Juan Rodrigo García 440
Antonio de Zafra 230
Manuel José de Moya 1932
El presente secretario 115
Vicente Armenteros 45
Francisco Fernández, menor 180
Manuel Gómez 1398
Alonso Ortega 105
Juan Perea 71
Pedro Calahorro 20
Juan de Dios Calahorro 5
Juan Antonio Gómez 338
Micaela Gómez y hermano 348
María de Mena 45
Esteban de Arjona 21
Francisco Calahorro 5
Pedro Morillas 434
Juan de Moya 191
Francisco Calvache 1330
Juan de Cuenca 361
Francisco Morillas 926
Juan de la Paz Quesada 160
Antonio Morillas 2759
Sr. Gaspar de Domingo 613
Patricio García 1342
D. Ildefonso de Murcia 420
Ildefonso Alcalá 183
Juan de Béjar 365
Francisco Fernández, mayor 457
Bernardo Armenteros y Oca 765
Antonio de Murcia 490
Ilegible y Oca 463
Alonso Manuel García 662
Patricio de Medina 288
Francisco de Medina 120
José Alcalá 101
Luisa de Rísquez 55
José de Rísquez 196
Manuel de Rísquez 13
Francisco de Rísquez 8
Juan de la Cámara 1196
Juan de Dios Gay 188
Antonio Calvache 303
Felipe Amor 103
Ilegible 91
Juan Rodríguez Carazo 69
Luis de Torres 269
Diego Gay 60

ECLESIÁSTICOS Y MANOS MUERTAS
Fábrica de esta iglesia 210
Testam de Juana D. Gómez 317
Obra Pía San Ant. De Jaén 180
Monjas de Santa Ana, Jaén 320
Monjas de Sta. Clara , Jaén 787
Catedral de Jaén 1500
Priorato de Fuerte del Rey 160
El Colegio de Jaén 720
Niños huérfanos de Jaén 160
Olivar de D. Pedro, Huelma 150
Capella de D. Fº Paul Ques. 1008
Capellanía de Galindo 190
Capellanía de Juan de Giza 430
Convento de S. Agustín, Jaén 120
Convento Sto Domingo, Jaén 140
Fray Miguel 1250
Sr. Marqués de Bélgida 25797
D. Antonio de Moya 100
Juan A. Amor de Torres 2570
D. Juan José de Torres 587
D. Miguel de Torres 2161
D. Felipe Salido 659
D. Vicente de Torres 915
Dª Margarita Carrillo 1519
D. Eufrasio Ruano 445
D. Francisco Bellido 264
Andrés Ruyz 125
Juan M. de Aguilera 250
D. José Uclés 150
Dª Tomasa Burnet 118
D. Agustín de Uribe 2407
Dª Javiana Gutiérrez 248
Ilegible 1439
D. Pedro Pestaña 212
D. José Espiga 2885
D. Francisco de Torres Morales 53
Juan Ruyz Hijosa 445
Convto. d la Victoria, Andújar 400
José y Ramona Peramo 15
Juan Guti. y Ant. Romero 1854
Hrdos de Juana de Cárdenas 297
Juan Antonio Cobo 1036

AÑO DE 1818

Desde la Real Chancillería de Granada se nombran los siguientes cargos concejiles para este año de 1818:
- Alcaldes Ordinarios: Bonoso de Amor y Miguel Peragón.
- Regidores: Manuel García Ortega, Francisco Fernández el mayor y Juan Béjar.
- Alcaldes de Hermandad: Bartolomé Rodríguez e Ildefonso Alcalá.
- Diputado de Abastos: Juan Gay de Oca.
Todos toman posesión de sus cargos el 24 de Enero, y el 26 del mismo mes se vuelven a reunir para nombrar de nuevo todos los demás cargos: Junta del Pósito (3 personas), Junta de Propios (3 personas), Alguacil mayor, Comisario de Fiestas, Apreciadores del terreno, Recogedor de la Bula, Toldero de la sal,  Procurador de pleitos y Receptor del papel sellado.

BERNARDO JOSÉ ARMENTEROS PERAMO, UN HOMBRE DE GRAN VALÍA PARA EL PUEBLO

Fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro de Escañuela con el nombre de Bernardo Joseph Severino Armenteros Peramo, el 13 de Febrero de 1760 y nació en dicha localidad dos días antes. Sus padres fueron: Juan Armenteros (natural de Villardompardo) y Juana Isabel Peramo (natural de Escañuela). El 10 de Julio de 1780 se casó, en la iglesia de Santa María de Gracia de Villardompardo, con Sebastiana de Oca. A primeros de este año de 1818 fue nombrado escribano perpetuo de todas las “escribanías del pueblo”, entiendo que se refiere a secretario del ayuntamiento, del pósito y de propios,  por ser “hombre de buena instrucción y arreglada conducta”. Desde febrero de 1817 ya se venía pidiendo a instancias superiores el nombramiento de Bernardo José como escribano perpetuo de la localidad. Pero no sólo recibe este cargo, ya que el 5 de febrero de 1818 también ocupará el puesto de médico, aunque no poseía titulación para ello. Resulta que había sido imposible encontrar médico titulado que residiera en el pueblo, y como D. Bernardo “poseía conocimientos en las enfermedades por la mucha práctica que ha tenido y tiene”, ocuparía dicho puesto recibiendo la paga que el ayuntamiento tenía asignada al médico. Recordemos que este señor también había sido Cirujano Sangrador. Sin embargo era una persona bastante humilde, sólo poseía una casa y un caballo para desplazarse a Escañuela ya que allí también era Fiel de “Fechos”. D. Bernardo murió el 2 de Diciembre de 1823. Él quiso ser enterrado con misa menor, pero sus hijos (al menos tuvo dos: Bernardo José y Manuel José Armenteros de Oca) decidieron hacerlo con misa mayor. Fue enterrado en el cementerio de esta iglesia parroquial, entiendo que en el de la Virgen de Atocha.
Recordemos que el médico D. José Santofimia, vecino de Arjona, tenía un contrato hasta 1823. Algo debió pasar para que renunciara a dicho puesto, pero no se dice nada. Desde luego el ayuntamiento siempre tenía dificultades para pagar.

En marzo de 1818 se decide nombrar, por parte del ayuntamiento, a dos Guardas celadores del campo: Cristóbal García y Francisco de Amor, vecinos del pueblo. Se había hecho hace meses una propuesta para este cargo y se había enviado a Madrid, pero en vista de que no se recibía respuesta alguna y se estaban produciendo ciertos perjuicios, el ayuntamiento tomó la decisión de nombrarlos de manera unilateral.

El 4 de Julio de 1818, D. Vicente de Torres, vecino de Jaén y hacendado en Villardompardo, solicita la vecindad en este pueblo, a condición de pagar todas las contribuciones e impuestos que se le asignen en esta localidad. En Agosto de ese año es admitido como vecino.

En noviembre de 1818, se produce una noticia curiosa y escrita de una forma muy confusa. Resulta que el estado debería devolver todo el dinero que cada pueblo había pagado en suministros a las tropas españolas hasta 1814. Villardompardo había contribuido con 17.000 reales. Según la ley, esa cantidad sería devuelta en ocho años (cada año la octava parte), pero hasta la fecha no se recibió nada en esta localidad. El ayuntamiento se vio obligado a contratar los servicios del sevillano D. José María Molver; parece ser que consiguió la devolución del 1% del total (170 reales) que serían repartidos entre toda la población. No se dice si se devolvió nada más.

MÁS ESTADÍSTICAS

El 9 de Noviembre, siguiendo órdenes del Intendente Provincial, se nombra a una comisión formada por Gaspar Domingo Pereda y Bernardo José Armenteros, además de dos peritos: Alonso Gay y Manuel de Medina. Su misión era elaborar una “estadística del pueblo” para el repartimiento de la Contribución Territorial. Se dan datos muy curiosos:
Caballerías: 17 de labranza y 65 de huelga o crianza.
Trigo: En el pueblo se recogen 600 fanegas, pero hacen falta 2496, así que las 1896 restantes se compran en Arjona y Torredonjimeno. La superficie dedicada a su siembra son 200 fanegas de tierra.
Cebada: En el pueblo se recogen 900 fanegas, pero hacen falta 950, así que las 50 restantes se compran en Fuerte del Rey. La superficie dedicada a su siembra son 250 fanegas de tierra.
Casas: había 130 en poblado y 6 en despoblado.
Vecinos: había 139 vecinos (cabezas de familia), de ellos dos eran eclesiásticos. Por “clases” había 109 hacendados, 28 labradores, 5 artesanos y 77 jornaleros (la suma no sale porque una misma persona podía ser hacendado y labrador, por ejemplo)
Jornales: el jornal de labrador estaba a 4 ó 5 reales, las obradas de bueyes a 20 reales y las de mulos a 25 reales (eran más rápidos que los bueyes)
Estado civil del vecindario:

 De esta tabla podemos sacar conclusiones muy curiosas, lógicas en aquella época pero muy diferentes a la actualidad, como por ejemplo:
- La población total era de 540 habitantes.
- El 36,5% de la población era menor de 15 años.
- De los mayores de 25 años, sólo el 5,5% permanecía soltero/a.
-Sólo el 10,5 % de la población tenía más de 50 años, de lo cual deducimos que la esperanza de vida era muy baja. Las enfermedades infecciosas como: viruela, neumonía, tuberculosis, malaria, cólera… harían estragos en la población, en cambio, la incidencia de enfermedades cuyo riesgo aumenta con la edad, como: cáncer o enfermedades cardiovasculares, sería muy escasa. ¡¡Cómo han cambiado las cosas!!

AÑO DE 1819

Se nombran desde la Chancillería de Granada los siguientes cargos concejiles:
- Alcaldes ordinarios: Juan Gay de Oca y Lorenzo de Zafra.
- Regidores: Francisco Fernández menor, Francisco de Medina y Manuel de Oca Cárdenas.
- Alcaldes de la Santa Hermandad: Juan Vicente Armenteros y Felipe de Amor.
Por primera vez toman posesión el 1 de enero de ese año, para ejercer su puesto el periodo completo.
El 4 de enero se vuelven a reunir estos señores para nombrar todos los demás cargos que ya conocéis. No hay más actas durante todo este año.

UN INVENTARIO DIGNO DE ESTUDIO

Lo que sí encontramos en este año de 1819, es un inventario muy bien detallado de los bienes del matrimonio formado por Manuel Becerra y Dorotea de Castro. Resulta que Manuel (alcalde en 1817) murió en 1818 y Dorotea en 1819 dejando a dos hijos menores: Pedro y María. Para hacer un reparto equitativo del gran patrimonio que poseían, Dorotea nombró antes de morir a dos albaceas (Juan de Murcia y Julián Becerra), ambos, junto con Bernardo José Armenteros Peramo que actuaría como notario público, hicieron un inventario exahustivo de los bienes del matrimonio, con el valor correspondiente de cada objeto o propiedad. Tanto es así que el inventario por sí sólo podría ocupar un capítulo completo, ya que nos refleja la forma de vestir de hombres y mujeres de la época, mobiliario, utensilios de cocina, herramientas agrícolas y un largo etcétera.



AÑO DE 1820

Se nombran desde la Chancillería de Granada los siguientes cargos concejiles:
- Alcaldes ordinarios: Bernardo José Armenteros Peramo y Juan de Murcia.
- Regidores: Alonso Gay, Juan de la Cámara y Luis de Torres.
- Alcaldes de la Santa Hermandad: Diego Ortega y Diego Gay.
Toman posesión el 1 de enero de ese año, para ejercer su puesto el periodo completo.
Como vemos, se nombra a D. Bernardo José Armenteros Peramo como alcalde, siendo también escribano del ayuntamiento. Ambos puestos eran incompatibles, así que todos estuvieron de acuerdo en nombrar a Francisco de Medina como escribano sólo para este año. El 17 de enero se reúnen los anteriores para nombrar a Patricio Fernández como Diputado y a Gaspar de Domingo y Pereda como Síndico del Común. Seguidamente se reúnen todos para nombrar los demás cargos que ya sabemos.
En este año sólo hay otra acta fechada el 4 de febrero. Trata sobre el abastecimiento de pan. Se acordó
nombrar a tres personas que estuvieran dispuestas a amasar pan durante todo el año para tener bien abastecido al pueblo. Se presentaron: Francisco Fernández el mayor, Patricio de Medina y Pedro de la Cámara. Los tres se comprometieron a vender pan, pero con dos condiciones:
- Que no se permitiera la venta de pan a ningún forastero aunque lo diese más barato.
- Que si no había trigo en el pueblo, lo tendrían que buscar fuera, y vender el pan a un precio con arreglo al del trigo que se había comprado.

Este periodo acaba con el golpe de estado de Rafael de Riego que comenzó el 1 de enero de 1820, pero hasta marzo de ese año no se consolida. Será entonces cuando Fernando VII jure la Constitución, comenzando así el Trienio Liberal. A partir de aquí ya no hay más actas de este año, sólo varias páginas en blanco, como si se hubiese esperado el nombramiento de otros  alcaldes y concejales.
Las actas comienzan de nuevo en 1821, pero esto será historia para el siguiente capítulo.

 FUENTES CONSULTADAS

- Actas Capitulares Originales de estos años. Archivos del Ayuntamiento.
- Libro de Defunciones de los Archivos Parroquiales correspondientes a este periodo.
- Libro de bautismos del Archivo Parroquial de San Pedro de Escañuela
- Algunos libros y páginas web sobre la Historia de España.
- Fotos propias y bajadas  de internet.
- Este capítulo también lo podéis leer por internet en Crónica Oficial de Villardompardo.


                                                                                                            Carlos Ramírez Perea

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