CAPÍTULO XXI
ACONTECIMIENTOS OCURRIDOS EN VILLARDOMPARDO DESDE 1864 a 1868
En
este capítulo hablaremos de los últimos cinco años del reinado de Isabel II. El
país entra en una fase muy complicada. El ferrocarril deja de ser rentable,
provocando una grave crisis financiera. El algodón sube de precio por la Guerra
de Secesión americana, los impuestos eran muy altos y, además, hay una sucesión
de malas cosechas (sobre todo la de 1868) que causarán una crisis de
subsistencias y un malestar general en todo el país. La expulsión de algunos
profesores universitarios con ideas republicanas como: Castelar, Salmerón o
Sanz del Río, provocaron revueltas estudiantiles. Algunos pronunciamientos
militares alentados por el general Prim fueron reprimidos con mucha dureza. Ante
esta situación, un grupo de políticos progresistas se reunieron en la ciudad
belga de Ostente con la intención de destronar a la reina y crear Juntas Revolucionarias
en las provincias.
En septiembre de 1868, el almirante Topete
(foto
)
se subleva en Cádiz. La revolución, conocida
como
“La Gloriosa”, se
extiende por Cataluña, Andalucía, Valencia… y se crean Juntas Revolucionarias
en las principales capitales de provincia. Tras la batalla de Alcolea (28 de
septiembre) donde triunfan las tropas sublevadas al mando del general Serrano,
la reina Isabel II se ve obligada a abandonar su veraneo en Lekeitio y
exiliarse en París durante el resto de su vida. El 8 de octubre se forma un
gobierno provisional presidido por el general Serrano.
En una localidad como Villardompardo, cuya
población rondaba los mil habitantes, las cosas transcurrían con mayor
tranquilidad, pero los impuestos asfixiaban a los vecinos y la mala cosecha de
1868 se dejará sentir en el pueblo. Las actas capitulares de estos años son muy
repetitivas y apenas hablan de novedades, están muy orientadas al tema
monetario: pago de impuestos, aprobación de presupuestos, sueldos de maestros,
secretario, médico…
¿CÓMO SE CONSTITUÍAN LOS AYUNTAMIENTOS EN AQUELLOS AÑOS?
• La
duración de las corporaciones municipales era bianual, por esa razón el
alcalde para el año 1864 era el mismo que el nombrado en 1863: D.
Alonso García Ortega. La misma corporación municipal elegía quienes
deberían formar parte del ayuntamiento para los dos años siguientes, y el
Gobernador Civil era quien lo aprobaba.
EL 20 de diciembre de 1864 se pide
juramento a D. Pedro Becerra Murcia como Juez de Paz y se nombran a dos
personas más como suplentes. La fórmula del juramento era: “¿Juráis por Dios
y los Santos Evangelios guardar y hacer guardar la Constitución de la monarquía
y las leyes, ser fiel a su majestad Isabel II y conduciros bien y lealmente en
el desempeño de vuestro cargo? Sí juro;
si así lo hicieseis, Dios os lo premie, y si no, os lo demande”.
• El
1 de enero 1865 tocaba renovar el ayuntamiento. Se reúne la corporación
municipal saliente: Alonso García Ortega (alcalde), Atanasio Medina (teniente
de alcalde), Pedro Ruiz, Ildefonso Zafra, José Manuel Hernández, Juan García
Ortega, Francisco Fernández Rísquez y Antonio Moya Jiménez como regidores. El
señor gobernador reelige a todos ellos, pero cambiando de cargo a algunos de
ellos, de tal forma que la nueva corporación queda como sigue: Ildefonso
Zafra como alcalde y José Manuel Hernández como teniente de alcalde. Estos
dos últimos juran el cargo con la fórmula acostumbrado, toman sus varas de
mando y ocupan sus asientos. Los seis nuevos regidores son por este orden:
Atanasio Medina, Alonso García, Juan García, Francisco Fernández, Antonio de
Moya y Pedro Ruiz. El síndico será Atanasio Medina, los peritos
apreciadores de casas y fincas serán: Bonoso Gay Amor y José María Sánchez, el depositario
del pósito Francisco Hernández y clavero el señor alcalde (tenía las llaves del
pósito)
También se nombra la Junta Local de
Instrucción Primaria y se fijan los sábados como día para las reuniones de
la corporación municipal.
Manuel Águila Gay era guarda municipal, y
el 25 de enero comunica al ayuntamiento no poder realizar su función por
problemas de salud. Se nombra como suplente a Fernando Águila. Si Manuel Águila
mejora, Fernando dejará su puesto, si no es así, este último ocupará el cargo.
•
El 1 de enero de 1867 toca renovar el ayuntamiento, así que se reúne la
corporación municipal saliente para ser sustituida por la nueva, que fue
nombrada por el gobernador el día 7 de diciembre del año anterior. Sus
componentes son: D. Atanasio Medina y D. Juan García (entiendo que el
primero sería el alcalde y el segundo teniente de alcalde). Los regidores son:
Ildefonso de Zafra, Francisco Fernández, Fernando Moya, Miguel Ortega Torres y
Juan Peragón. Todos reunidos en las salas capitulares
asisten al juramento del nuevo alcalde con la fórmula de costumbre.
Seguidamente todos juraron su cargo. Se nombra Síndico*
a Fernando Moya Jiménez, y se eligen los sábados como día para las reuniones.
Síndico*: el
concejal síndico tenía como función defender los derechos de los vecinos.
• El
1 de enero de
1868 tocaba continuar con la misma corporación, pero debió
de haber alguna baja porque comparecieron los señores: José María Sánchez
Zafra, José Alcalá Higuero y el juez de paz Francisco Medina Moya. Los dos
primeros son suplentes, pero no se dice de quiénes.
Prestan su juramento para formar parte de la
corporación municipal, y el 2 de enero se acuerda la continuación de
los mismos
cargos del año pasado (foto
)
A partir de la
“Revolución Gloriosa” en septiembre de 1868, los ayuntamientos serán
renovados inmediatamente, pero eso lo veremos cuando tratemos este año de forma
específica.
REPARTO DE TIERRAS COMUNALES
Durante este año de 1864 y los
siguientes, se hace referencia de forma indirecta a la Desamortización de
Madoz. Muchos vecinos habían recibido tierras que antes eran del municipio
(Bienes de Propios) y se habían convertido en propietarios de las mismas,
pagando unos cómodos plazos anuales. Por eso se apresuraban en registrarlas lo
antes posible. Tenemos muchos ejemplos:
• Ana
Josefa Gay Morales adquirió unos terrenos por el repartimiento de bienes de propios
y manifiesta ante el juez de paz y el secretario del pueblo, D. Manuel Chamorro
Serrano, su deseo de que estas fincas sean inscritas en el registro de la propiedad,
ya que pagaba los seis reales anuales y la contribución de dichas propiedades.
•
Manuel García Cámara pidió que se anotara en el registro de la propiedad la
parcela de una fanega que había adquirido, ya que pagaba sus doce reales
anuales de rédito y la contribución territorial desde hacía algunos años.
•
Ildefonso Zafra y Juan José Hernández piden ante el juez de paz que se
inscriban en el registro algunas de sus propiedades, y que se les facilite el
título de propiedad de las fincas de propios que adquirieron en el
repartimiento, gracias a la ley de mayo de 1855. Se nombran diferentes fincas
en el Hueco Molino, Mampuesto, Pilar Nuevo y en la ladera del castillo,
así como dos casas en la calle del Parral.
• El
21 de agosto de 1865 Pedro Ruiz Gay pide ante el juez de paz que se
inscriba en el registro dos fincas de su propiedad.
• El
30 de septiembre Juan Ruiz Gómez, en nombre de su difunta esposa, presenta
varias fincas para que se inscriban en el registro, pagaba por ellas tres
escudos y setecientas milésimas.
• El
10 de enero de 1866 Francisco Moya Peinado pide ante el juez de paz sea
inscrita una finca en el registro. Se encontraba en la ladera del castillo
(siempre pone reservando a esta corporación el dominio directo representado por
una cantidad que se pagaba como rédito)
•
El 20 de enero de 1866 se habla del cambio del dominio de las
fincas en Villardompardo y también los cambios en la ganadería, se sacarán
edictos para que cada vecino compruebe su amillaramiento.
• El
7 de abril de
1866 María García Molina y Miguel Anguita Ruiz piden la
inscripción en el registro de media fanega de tierra, cada uno de ellos, en el
lugar de
Picayuelo (foto
)
reservando a la
corporación el dominio directo representado por seiscientas
milésimas de escudo que gravitan cada una.
• El
9 de abril Juana Rodríguez Calahorro desea que se inscriba en el registro una
finca de tres celemines en el “Gatunar” se suscribirá en el registro
reservando a la corporación el dominio directo, representado por las
seiscientas noventa milésimas que gravita sobre la finca.
•El
25 de agosto de 1866 María Francisca Delgado pide sea inscrita en el
registro una finca por la que paga de censo 6 escudos y 820 milésimas, y el 26
de agosto Juana de Mata Moya, pide se registre una finca que tiene en la
Esperilla por la que paga 690 milésimas de escudo.
• El
18 de abril de 1868 Vicente del Pino Martínez pide se registren dos
fincas de su propiedad y queden amillaradas a su nombre. Y así
muchos más ejemplos.
¿CÓMO SE FINANCIABAN LOS AYUNTAMIENTOS EN AQUELLA ÉPOCA?
En la actualidad los ayuntamientos se
financian mediante la dotación que les envía el Estado según su población, y
mediante los impuestos que, en el caso de Villardompardo, recauda la Diputación
y luego son remitidos al municipio. En aquellos años (1864-68) la situación era
muy distinta. El ayuntamiento calculaba un presupuesto para un año, pero no
necesariamente desde enero a diciembre, y luego buscaba la forma de recaudar
esa cantidad a base de impuestos a la
población. Como
normalmente el presupuesto se quedaba corto, siempre se recurría a un presupuesto
adicional. Esto suponía una situación asfixiante para una población con pocos
recursos como Villardompardo. Veamos el presupuesto de algunos años:
• En
febrero de 1864 se dice que el presupuesto para este año, y parte de
1865, ascendía a 21.976 reales y 75 cent. y los ingresos naturales del
ayuntamiento eran de 6.901 reales, así que el déficit era de 15.075 reales y 75
cent. Se cubriría con la contribución territorial, los subsidios y los consumos.
• El
24 de diciembre de 1864 se habla de la aprobación de un presupuesto
adicional para este año de 1864 y 65 que asciende a 3.077 reales y 34 cent.
Pero faltan 1.090 reales que se cubrirán con las “economías del ordinario”
• El
11 de marzo de 1865 se reúne la corporación y el doble número de mayores
contribuyentes para aprobar el presupuesto municipal para 1865-66 que ascendía
a 21.570 reales, pero los ingresos naturales del municipio eran de 7.108
reales, así que el déficit a cubrir era de 14.462 que se cubrirían de la misma
forma que seguidamente especificamos para 1866.
• El
11 de abril de 1866 se presenta el presupuesto ordinario del año 66 al
67 ascendiendo los gastos a 23.416 reales y los ingresos naturales a 741
escudos (se habla indistintamente en reales y en escudos), así que el déficit
ascendía a 1.600 escudos con 562 milésimas. Para cubrirlo lo harían con el 10%
de la contribución territorial, que supondrían 265 escudos, el 15% del
industrial, importando 32 escudos, y el 45 % de las especies de consumos que
serían 511 escudos; pero aún faltarían 781 escudos, por lo que se haría un
recargo extraordinario del 20% de la contribución territorial, con la quinta
parte de los municipales, y haciendo economía.
•El
15 de febrero de 1868 el señor alcalde-presidente presenta las cuentas
municipales correspondientes a los años 1866-67. Son 2.375 escudos los ingresos
y los gastos fueron de 2.265 escudos, así que había un remanente en depósito de
110 escudos. El caballero síndico encontraba arregladas las cuentas, así que el
alcalde y la corporación las aprobaron. Luego se expusieron al público y se
remitieron al gobernador.
En 1864 se impuso
una nueva unidad monetaria,
el Escudo en lugar del Real. Su equivalencia
era:
1 Escudo = 10 Reales (foto
)
En el siglo XIX hubo varios cambios en el sistema monetario, el
problema era
que las monedas de los sistemas anteriores no se retiraban de la circulación,
con lo cual había un auténtico caos monetario y era muy difícil calcular
equivalencias.
LA RECAUDACIÓN DE IMPUESTOS
El primer paso para su recaudación era
saber lo que le correspondía pagar a todo el pueblo por los impuestos de
contribución y consumos. Esas cantidades estaban ligadas al número de
habitantes de la localidad. Dichos impuestos eran recaudados directamente por
los ayuntamientos, así que se nombraba a una Junta Pericial que tenía la
importantísima función de repartir las cantidades a pagar de forma proporcional
a la riqueza de cada vecino. Esta Junta estaba formada por unas ocho personas del
pueblo, que conocían muy bien las posesiones de cada uno y su valor.
Lógicamente tendrían buenas habilidades matemáticas porque habría que hacer
muchos cálculos. Una vez que se hacía el reparto vecinal del impuesto en
cuestión, también llamado “derrama”, se publicaba un listado que se exponía al
público durante unos días para posibles reclamaciones. Veamos algunos ejemplos:
• En
agosto de 1864 se hace el repartimiento del impuesto de consumos que
ascendía en su conjunto a 15.015 reales. La lista se pondría al público para
posibles reclamaciones.
• El
8 de abril de 1865 se forma la Junta Pericial formada por: Benito de
Cañas, Manuel Pérez Peinado, Manuel Villar Sevilla, Pedro Padilla Parras,
Francisco Gómez López, Juan Ruiz Gómez, Juan Benigno Morillas y Juan Ramón Gay.
El 1 de mayo se reúne la junta pericial para el reparto de la contribución
territorial y el 16 de mayo se publica en edictos el reparto de la contribución.
• Otro
ejemplo lo tenemos el 25 de marzo de 1867 que se reclama a los
hacendados vecinos y forasteros, las relaciones de las variaciones que hayan
tenido sus riquezas para que la Junta Pericial pueda rectificar el amillaramiento.
El 20 de abril de 1867 se nombra a ocho personas para que hagan el
reparto de la contribución y el 4 de mayo se presenta la rectificación del
amillaramiento que debe servir de base para la contribución territorial del
próximo año. Se anunciará al público en la forma acostumbrada. El 18 de mayo se
reparte la contribución territorial para el 1867-68, y el 19 de junio se
reparte la contribución a consumos* para el 67-68. Se ponen
edictos en los lugares de costumbre para posibles reclamaciones.
•El
15 de febrero de 1868 se nombra una junta pericial para hacer el reparto
de la contribución territorial: Juan García Cámara, Pascual Béjar, Francisco
Medina Ortega, Alonso García Ortega, Antonio Moya Peinado, Miguel Anguita Ruiz.
Pedro Becerra Murcia, y Juan Moya Cámara.
* Impuesto
de Consumos: este impuesto se estableció a partir de 1845, era el más
impopular de todos porque gravaba a los artículos de primera necesidad (bienes
de comer, beber y arder)
LA SUBASTAS DEL VINO, AGUARDIENTE Y PESAS Y MEDIDAS
Todos los años se subastaba la venta del
vino y el aguardiente, aunque algunos años también se subastaba la venta de
otros productos como el aceite, vinagre o la carne de hebra (borrego). La
persona que ganaba la subasta tenía la exclusiva para vender esos productos en
el pueblo.
El caso de las pesas y
medidas era muy curioso. El ayuntamiento poseía diferentes instrumentos de
medida que se consideraban los correctos (cuartillas, romana, pesas…foto
)
cada año esos instrumentos eran subastados a una persona que se encargada de
comprobar si las tiendas vendían las cantidades correctas, y los vecinos también
podían confrontar el peso de lo que habían comprado con esas medidas que poseía
esta persona, tras pagarle un porcentaje.
• Por
ejemplo, en 1864 se subasta el uso voluntario de pesos y medidas para el
presente año y se sacan edictos para ello. Igualmente se subasta la venta del
vino, aguardiente, aceite y carne de hebra, en cambio se deja en venta libre el
vinagre, el jabón y el tocino.
• El
6 de marzo de 1865 se reúne la corporación municipal y el mismo número
de mayores contribuyentes para subastar la venta de vino, aguardiente, aceite y
carne de hebra. El vinagre, jabón y tocino es de venta libre por ser más útil
para el vecindario
• El
diez de febrero de 1866 se subastan los pesos y medidas por 1.941
reales. Habrá dos plazos en la subasta, en marzo y en abril.
• El
5 de abril de 1866 salen a la subasta el vino y el aguardiente, y de
venta libre el vinagre y el jabón blando; los consumos se cubrirán por reparto
vecinal. También se subastará la carne de hebra. Todo se remitirá a la
Diputación Provincial, pero el 23 de junio desde la administración, se comunica
la desaprobación de la subasta de consumos, así que de nuevo se subastan los
ramos del vino, aguardiente y vinagre para el 29 de este mes.
• El
14 de enero de 1867 se subastan los pesos y medidas para el año 67-68
bajo el tipo de 216 escudos, y que se anuncie la subasta para el 17 y 24 de
febrero en los sitios de costumbre.
• El
16 de marzo de 1867 se hace efectiva la cuota de consumos y acordaron
subastar con exclusiva los ramos de vino y aguardiente, pero el vinagre con
libertad de venta. Y los demás ramos por repartimiento vecinal, y el abasto del
jabón y carne de hebra correrá a cargo de una o más personas.
• El
4 de abril de 1868 se reúne la corporación e igual número de mayores
contribuyentes para subastar los ramos de vino, aguardiente y carne de hebra.
El vinagre será de venta libre y las demás especies de consumo se repartirán
entre los vecinos.
• El
13 de junio de 1868 se subastan los pesos y medidas bajo el tipo de 249
escudos.
SOBRE LOS CAMINOS Y CARRETERAS
A primeros de noviembre de 1864 se
habla sobre la mejora de caminos vecinales por orden de la administración. En
concreto se menciona el camino que va a la villa de Escañuela, Torredonjimeno,
Porcuna, Fuerte del Rey y Jaén, todos se encontraban intransitables.
Por primera vez se habla de
la necesidad de construir un ramal que pasara por la Fuensomera y enlazara con
la carretera Torredonjimeno-Andújar a través del cortijo de las “Casillas”. Se
refiere a construir el tramo que transcurre entre la curva de los “Estacares
Segundos” (flecha azul de la foto
)
y
el “empalme”, ya que el cortijo que hay llegando al cruce se conocía como
“Las Casillas”. Como vemos, la carretera que hoy en día es la más transitada,
es relativamente reciente. De todas formas, aún faltarían bastantes años hasta
construir dicho ramal. En la primavera de
1865 también se vuelve a
hablar de la necesidad de construir este ramal e incluso se solicita a la
Diputación.
El 29 de julio de 1868 se nombra una
comisión formada por dos regidores y dos de los mayores contribuyentes para que
propongan de nuevo la vía que debe construirse; que salga de esta población y
enlace por las casillas hasta la carretera de tercer orden Torredonjimeno-
Andújar, y solicitar la autorización al gobernador civil. Aún habrá que esperar
a 1913 para que se den los primeros pasos en su construcción.
COMO SE ARREGLABAN LOS CAMINOS
El 7 de marzo de 1865 se acuerda que
para el próximo otoño se proceda a repartir entre el vecindario la cantidad
suficiente para reparar las entradas del pueblo. Si no se acabasen los arreglos,
se volverá a hacer en el otoño del siguiente año, por ser la época menos
“gravosa” para la población. Así que el 4 de septiembre de 1865 asisten
a la sesión del ayuntamiento los mayores contribuyentes del pueblo para tratar
sobre el arreglo de caminos vecinales, sólo hay unos 200 reales, por lo que se
decide reparar los caminos con la prestación personal. Cada vecino debe
contribuir con tres peonadas, también por cada uno de los hijos que tenga mayor
de 18 años y por cada criado “doméstico”. Igualmente deberá contribuir con tres
peonadas por cada carro, carreta o animal de labranza que posea. Las obras se
realizarán desde el 15 de septiembre al 30 de noviembre de este año, y desde el
15 de abril al 30 de junio del año venidero. No se permitían peonadas en
dinero, pero cada uno era libre de mandar a otra persona en su lugar. Tampoco
se permitía poner gravamen a los criados por las peonadas que se den por ellos.
Estos acuerdos se remitirán al señor gobernador para su aprobación.
EL CONTRATO PARA EL MÉDICO
El 22 de febrero de 1866 se anuncia
la muerte del médico titular de esta villa Francisco Morales (que fue
muy bueno para el pueblo), y se le comunica al gobernador para que anuncie la
vacante de médico en la Gaceta de Madrid (equivalente al actual B.O.E.). Las
condiciones del contrato serían:
1º El contrato
durará tres años.
2º Será
obligatorio asistir a las operaciones (supongo que medir, pesar…) de quintas en
el ayuntamiento, visitas diarias a los enfermos pobres hasta el número de 60
familias, número marcado por el reglamento. Los vecinos pudientes le pagarían
dos reales por visita, si pagaban hasta cuatrocientos reales de contribución, y
cuatro reales si sobrepasaban esa cantidad.
3º No puede
faltar más de dos meses por licencia y más de cuatro por enfermedad
justificada, a no ser que ponga algún sustituto de su categoría profesional.
4º Cobrará dos mil reales del ayuntamiento, más
veinte por cada enfermo pobre que visite. Se le pagará por trimestres. El
médico es libre de cobrar igualas a los vecinos pudientes, con lo que podrá
sacar hasta mil reales más.
SE CONTRATA A UN MÉDICO INTERINO
El
23 de julio de 1867 D. Joaquín López Rus se interesa por la plaza
de médico cirujano por la cantidad que se ha anunciado. Acepta la plaza, pero
las condiciones son diferentes a las que puso anteriormente este ayuntamiento:
- Se le
pagarían 800 escudos anuales repartidos en trimestres, 200 el ayuntamiento y
600 por reparto vecinal que recaudaría el ayuntamiento.
- El contrato
durará seis meses y continuará por tiempo ilimitado. Si se decide su despido
debe ser tres meses antes de concluir el trabajo y sin poder abandonar el
pueblo.
- Si se ausenta o se pone enfermo debe poner un sustituto pagado de
su bolsillo.
- Además de los
200 escudos, se le han de abonar dos escudos por cada mujer que lo necesite
(entiendo que se trata del parto, foto
),
y los derechos que le correspondan por casos de heridas, vendas, brazos
o
piernas rotas…. El ayuntamiento y el facultativo están de acuerdo con las
condiciones y firman el contrato, enviando copia al gobernador.
- El 25 de
enero de 1868, el médico cirujano D. Joaquín López Rus renuncia a su
plaza que ocupaba como interino. Parece ser que el ayuntamiento modificó
algunos puntos del contrato inicial y de ahí la renuncia del médico, pero al
final llegaron a un nuevo acuerdo para seguir como interino.
CONTRATO A LOS MAESTR0S DE INSTRUCCIÓN PRIMARIA
El 28 de julio de 1866 comparecen en
el ayuntamiento los profesores de instrucción primaria D. Bartolomé Vacas y
Dª Rita Teodora Agenjos (era de Jabalquinto) para comunicarles que en el
presupuesto del ayuntamiento se incluiría la cantidad que los niños pudientes
pagaban a los maestros. La del profesor ascendía a 360 reales y la de la
profesora ascendía a 160. Además, el ayuntamiento acuerda pagarles 450 y 200
reales respectivamente mientras el consistorio no disponga otra cosa, ambos
estuvieron conformes. Como vemos, la diferencia entre los dos sueldos era
tremenda.
En 1868 la maestra de Instrucción
Primaria, Dª Rita Teodora Agenjos, renuncia a su plaza, pero continuará hasta
fin de mes y entonces hará cuentas con el ayuntamiento, sin embargo, el 20 de
octubre se ve que cambia de opinión y pide seguir tres meses más como maestra
de la clase de niñas, y el ayuntamiento se lo concede. Esta señora sufrirá
durante los años siguientes, diferentes acusaciones por presuntas relaciones
con algunos hombres del pueblo y por sus ideas republicanas, y pasará un
verdadero calvario con las críticas, de todas formas, no abandonó la localidad
y murió a principios del siglo XX a edad bastante avanzada y con un hijo
adoptivo.
RECONSTRUCCIÓN DE LA ERMITA DE SAN ROQUE EN 1866
En noviembre se reconstruye la ermita de
San Roque. La referencia más antigua de su existencia data de 1589. También se
habla de ella en las actas capitulares de 1593, pero ya no encontramos nada de
ella hasta el hecho ocurrido en noviembre de 1866.
Parece ser que dos
hermanos, José y Manuel García Ortega (respectivamente el más bajo y el más
alto en la foto siguiente), antepasados de algunas familias que hoy llevan el
apellido García, venían del campo por el camino de Fuensomera con los animales
de labor (antes se utilizaban los bueyes) y les sorprendió una fuerte tormenta.
A partir de aquí hay dos versiones: la primera dice que se refugiaron en una
oquedad de piedra que había en una pequeña cantera cercana a la actual ermita,
y la otra versión habla de que se refugiaron en lo poco que quedaba de sus
ruinas. Lo debieron pasar tan mal que
prometieron reconstruirla si no les ocurría nada.
A partir de aquí ya tenemos documentación
clarísima de su reconstrucción. El 5 de noviembre de
1866, se presentan en la notaría de Torredonjimeno, por una parte
D. Francisco Zurita Puetra, párroco de Villardompardo, y por otra D. Manuel García
Ortega (uno de los sorprendidos por la tormenta, niño
más alto de la foto
)
representando a su madre Dª María Dolores Ortega Cámara (viuda, mujer sentada
de riguroso luto). Esta señora propone al obispado que le conceda la gracia de
reedificar la ermita que
“se encuentra
completamente destruida” a condición de que se la declare en propiedad una
vez terminada la obra. Al mismo tiempo se compromete a mantener el edificio y a
sostener el culto divino en ella. Ese compromiso se hacía extensivo a todos sus
descendientes.
Es seguro que en 1890 ya estaba
reconstruida, porque aparece en un plano del pueblo de ese año. Lo más lógico
es que se utilizaran los mismos cimientos y la piedra que había en el lugar, procedente
de las ruinas de la antigua ermita.
ALGUNOS ACUERDOS CURIOSOS DE DIFERENTES AÑOS
En febrero de 1865 se habla de abrir
un expediente para solicitar subvención para construir casas para los
profesores, también se habla de construir más adelante una carnicería y
un matadero por no haber en este pueblo, pero no de forma inmediata, ya
que este pueblo es muy pobre y no puede proyectarse todo a la vez. Se pide al
señor gobernador que colabore para llevar a cabo todos estos proyectos.
Todos los años, algún cargo del
ayuntamiento llevaba a los quintos a Jaén. Normalmente lo hacía el señor
alcalde, como fue el caso de este año de 1865, que los llevó el 19 de junio.
El 22 de enero de 1866 Francisco
Moya pide la concesión de un solar para hacerse una casa en la zona del
castillo, de 9 varas de fachada y 23 de fondo, por la derecha alinda con la
casa de Alonso Mozas, y por detrás con
terreno baldío. La corporación considera que la construcción de la casa es útil
para el ornato público (embellecimiento del pueblo)
En este año de 1866 se comunica que
Francisco Fernández no podrá llevar a los quintos a Jaén por encontrarse
regular de salud, así que lo hará el alcalde D. Ildefonso Zafra
El 20 de agosto de 1866 el
secretario, D. Manuel Chamorro Serrano, pide un aumento de sueldo, él mismo
dice el gran trabajo que tiene y el acierto con que despacha todos los asuntos,
además del gran desarrollo que se le ha dado al pósito… el consistorio accede a
su petición.
El 7 de septiembre de 1867 se
redacta un acta importante. A primeros de octubre la hacienda pública de la
provincia concluye los trabajos de liquidación de los bienes de propios
enajenados por el estado (tierras que fueron del ayuntamiento y se repartieron)
había que nombrar a un apoderado para que se presentara en Madrid y abone los
intereses de dichos bienes enajenados. Para ello autorizan a D. Ramón Núñez de
la capital.
El 22 de febrero 1868 se forma la
Junta Parroquial, según se ordena en el boletín, sin especificar su función. Estaba
formada por: Pascual Béjar Romero y José María Sánchez como mayores
contribuyentes, además del regidor Juan García Gámez, el párroco y el alcalde.
El 23 de mayo de 1868, el alcalde Atanasio
Medina llevará a los quintos a la capital.
LA GRAN SEQUÍA DE 1868
El 7 de junio de 1868 se reúne la
corporación, con Atanasio Medina como alcalde, y los mayores contribuyentes,
para comunicar la pérdida total de cereales y otras semillas por la escasez de
agua. El pueblo estaba consternado y en ruina, por lo que se busca una solución.
Se consulta la ley del 20 de diciembre de 1847, concretamente sus artículos 26
y 27, que trataban sobre perdonar las contribuciones por calamidades públicas.
La corporación confía en que el señor alcalde se ponga manos a la obra para
seguir los trámites pertinentes.
El 18 de junio, en una sesión
extraordinaria, el señor alcalde expone de forma brillante ante la corporación
y mayores contribuyentes, los artículos 26 y 27 de la ley sobre calamidades
públicas de 1847, y promete cumplirlos lo más ampliamente posible. Se lee el
listado de los 337 contribuyentes del pueblo y el valor de su riqueza imponible
que ascendía a 21.318 escudos y a los que, según el repartimiento de la
contribución, corresponderían 4.216 escudos.
En las actas siguientes no se dice
exactamente qué medidas se tomaron, ni para qué se utilizó el listado anterior.
Lo que sí es cierto es que para la sementera de octubre, el pósito repartió una
buena cantidad de grano a los labradores, lo que me da a entender que había
buenas reservas de trigo para aguantar la escasez por la sequía.
NUEVO AYUNTAMIENTO DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN “GLORIOSA”
Tras la revolución de septiembre-octubre de
1868 (foto
),
la reina Isabel II tiene que exiliarse a París de donde jamás volverá. Los
ayuntamientos son disueltos y se forman Juntas de Gobierno. El 3 de octubre se
reúnen en el ayuntamiento los individuos elegidos por el pueblo (no se dice de
qué forma se eligen) para que compongan dicha
Junta de Gobierno, formada
por: un presidente, Atanasio Medina
García; un vicepresidente, Carlos Torres y
Carrillo y seis vocales: Juan Antonio Gómez, Fernando Torres Oñate, Ildefonso
Zafra Hernández, Juan García Ortega, Antonio Moya Jiménez y Juan Gay Amor. El
secretario seguiría siendo Manuel Chamorro Serrano. Este nombramiento es
comunicado a la Junta Revolucionaria Provincial.
Lo primero que hace la junta el 7 de
octubre es visitar el estanco para pedirle al estanquero que bajase
el precio del tabaco a la mitad de lo que lo vendía, y se nombra como
regidor síndico a Fernando de Torres. Parece ser que no hubo acuerdo con el
estanquero porque el 10 de octubre la junta lo cesa (era Antonio Medina Rísquez)
y pone en su lugar a Pedro Becerra Gay. Este hecho se comunica a la Junta
Provincial.
LA JUNTA REVOLUCIONARIA DE GOBIERNO DEL AYUNTAMIENTO, ES
SUSTITUIDA
El 18 de octubre se nombra el Ayuntamiento
Provisional con Juan Antonio Gómez como alcalde primero y Carlos Torres como
teniente de alcalde. Los regidores serán por este orden: Fernando Torres Oñate,
Juan Gay Amor, Antonio de Moya, Francisco Fernández, Francisco Gay Becerra y
Juan García Cámara. En ese mismo día toman sus bastones de mando y prestan juramento
de fidelidad, pero lógicamente no es a la reina.
El 14 de noviembre se presenta el
vicepresidente y el depositario Pedro Becerra Casado de la corporación anterior
a la revolución. El primero, entrega los efectos a la secretaria de este ayuntamiento,
y el segundo presenta las cuentas desde julio a esta fecha. Había ciertos
descubiertos en el ayuntamiento (deudas) de las que eran responsables los
señores de la anterior corporación, presidida por Atanasio Medina, los cuales
deben ingresar esas cantidades.
También se reparte el trigo del pósito para
la sementera (siembra de otoño) que ascendían a 752 fanegas.
Se dice que la corporación anterior no
cobró el primer trimestre de Consumos, así que la nueva no está obligada a
hacerlo y no se responsabiliza de los apremios que puedan venir.
En el boletín del pasado 20 de octubre
viene la orden para nombrar guardas de campo, se pagará un sueldo de cinco
reales, pero si hay muchos solicitantes se pagarán cuatro. Se pondrán anuncios
para que la gente solicite el puesto.
El 5 de diciembre se leen las cuentas del
alcalde anterior D Atanasio Medina y el depositario Pedro Becerra Casado
correspondientes a 1867-68. El ayuntamiento examina las cuentas y las encontraron
arregladas (correctas) así que las aprobaron, se expusieron al público durante
15 días y se mandó copia al gobernador. El 12 de diciembre se nombran guardias
municipales a Manuel Díaz y Díaz, Antonio García Perea y José Pascual Domínguez
Fernández.
A partir de
aquí comienza el Sexenio Democrático (1868-1874) un periodo muy
interesante de la historia de España, con la Regencia de Serrano, el corto
reinado de Amadeo I y la I República.
FUENTES CONSULTADAS
-
Actas Capitulares
de esos años.
-
Capítulo
publicado en el blog http://condadodevillardompardo.blogspot.com/
Carlos Ramírez Perea
(Cronista Oficial de
Villardompardo)